40 aniversario de Izquierda Socialista. Una visión personal

En noviembre de 2020 se cumplen 40 años de la fundación de Izquierda Socialista (corriente de opinión del PSOE).

El origen de esta corriente hay que buscarlo en el Congreso XXVIII (y medio), como le llamamos en el partido. Y a su vez, este se originó en el Congreso XXVIII, que vino precedido por la polémica sobre la definición marxista del partido. Felipe González perdió la votación, y tras señalar que “hay que ser socialista antes que marxista”, dimitió, y al no haber una candidatura prevista para esa situación se constituyó una gestora. Pocos meses después regresaba a la Secretaría General. Pero ahora, en el mencionado XXVIII y medio sí hubo candidatura alternativa, encabezada por el líder del ala izquierda Luis Gómez Llorente, que fue también el líder indiscutible de la corriente cuando se constituyó en 1980. Las circunstancias del congreso, y la deriva excesivamente pragmática del partido, propició la constitución de la corriente. Asimismo, pesó la idea de constituir una organización menos rígida y más democrática. Luego volveré sobre esto.

Cuando se constituyó Izquierda Socialista yo tenía 27 años. Aunque había colaborado con el PC en la universidad, como a muchos otros jóvenes no nos gustaba el denominado “centralismo democrático”. Aspirábamos a una organización más abierta… y de izquierdas. Me afilié al PSOE y elegí la agrupación de Chamberí (mi casa estaba en el límite con Moncloa); lo hice por la presencia de dos personas que iban a figurar también en la dirección de la futura corriente: Luis Gómez Llorente y Paco Bustelo. Entre los fundadores de Izquierda Socialista figuraban muchos compañeros y compañeras que luego serían muy importantes para la corriente: Pablo Castellanos, Antonio García Santesmases, Manuel de la Rocha, Antonio Chazarra, Manuel Sánchez Ayuso (prematuramente fallecido), y luego Vicent Garcés (ambos de Valencia), Joaquín Martínez Bjorkman (de Córdoba), María Gómez de Mendoza, Margariña Valderrama (primera mujer en la ejecutiva del Partido Socialista Gallego), y muchos otros y otras…

Tras la victoria electoral del 82, la situación cambió algo; ya no había el riesgo de una fuerza a la izquierda del PSOE que compitiera por la primacía, y hubo más sensibilidad para una regulación de algo similar a un partido de corrientes. Una persona a la que hay que rendir homenaje en este sentido es la Secretaria de Organización Carmen García Bloise, que conocía muy bien el Partido Socialista Francés, y convenció en buena medida a Felipe y Guerra. Por ella y por la presión de Izquierda Socialista se organizó una Conferencia de Organización en marzo del 83, con nuevas normas que permitían el funcionamiento de las corrientes, aunque en la práctica sólo se constituyó Izquierda Socialista. También en buena medida porque la norma impedía la constitución de corrientes sólo regionales. Se cambió también la dialéctica de resultados minoría/mayoría. Hasta entonces, la victoria en una votación, aunque fuera por un voto, implicaba la totalidad de los delegados para la lista ganadora. Cambió y se hizo proporcional: 25% inicialmente si conseguías el 20% de los votos, y estrictamente proporcional en años posteriores, y se aplica siempre que hay varias listas. Propiciado por IS, creo, y se dice poco que es una conquista que beneficia a todo el partido.

Después de la victoria del 82 y la Conferencia de Organización, Luis Gómez Llorente se retiró de la política representativa (que no de la Política con mayúsculas) y progresivamente también de las actividades de partido. Recuerdo, siendo yo Secretario General de Chamberí, llamarle para que diera una conferencia a los jóvenes del partido sobre Historia, objetivos y estrategia del PSOE', y se negó argumentando irónicamente que “los jóvenes necesitan certidumbres y yo más bien estoy lleno de dudas”. En la época de José Luis Rodríguez Zapatero, sin embargo, la presencia de Luis fue algo mayor. El siguiente coordinador fue Pablo Castellano, y tras su expulsión del partido siempre hubo tres coordinadores federales, hasta fechas relativamente recientes. Desde su fundación, IS ha estado presente en todos los grandes debates del partido: nos posicionamos en contra de la entrada en la OTAN en el 86, a favor de las posiciones de UGT y CCOO en la huelga general impulsada en el 88, y posteriormente estuvimos en contra de casos de corrupción (caso Roldán, por ejemplo) o de la implicación en la guerra sucia contra ETA (caso GAL).

Hemos defendido también posiciones a favor de la democracia industrial (participación de los trabajadores en la toma de decisiones o en la propiedad de las empresas). Un estado federal flexible para acoger la gran diversidad territorial. Siempre hemos estado a favor de una política de alianzas con el resto de la izquierda (la 'causa común' mejor que la 'casa común'), y hablando de primarias, fuimos de los primeros en defenderlas. De forma pública apoyamos a Borrell en el 98 en las primarias para la candidatura a la presidencia del Gobierno y de forma muy mayoritaria a Fernando Morán (gran amigo de IS y recientemente fallecido) para la Alcaldía de Madrid. En 2014 tuvimos candidato propio a la Secretaría General del PSOE, José Antonio Pérez Tapias; aunque el resultado fue más que razonable: 18 %, unos 20.000 votos, paradójicamente abrió una crisis en la corriente, con separación en dos grupos que todavía dura. José Antonio Pérez Tapias se dio de baja del partido. Precisamente las primarias y sus consecuencias han demostrado ser una dificultad añadida al funcionamiento de la corriente; básicamente porque implica un liderazgo muy fuerte (“votado por las bases”), y al no haber ningún mecanismo corrector hacia las minorías. Supone en la práctica una menor función del Comité Federal e incluso de la propia Ejecutiva Federal.

Mejorar (no quitar) el proceso de primarias es absolutamente necesario para lograr un mayor y mejor debate en el partido.

Pero la pregunta para IS es: ¿tiene sentido para el futuro una corriente de izquierdas en el PSOE? La respuesta para mí es un SÍ rotundo. Una corriente laica, federalista, republicana, partidaria de la unidad de acción de la izquierda,… y muchas señas de identidad más. Una corriente reactivada y potente, que amplíe el debate en el PSOE y en el conjunto de la izquierda.

La celebración, cuando la pandemia lo permita, de una Asamblea que conmemore los 40 años de su fundación (asamblea que coordina un grupo encabezado por Manuel de la Rocha, que recientemente fue candidato en las primarias a la Alcaldía de Madrid) puede y debe ser un impuso definitivo en ese sentido. Apostamos por ello.

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Juan Antonio Barrio, Excoordinador Federal de Izquierda Socialista.