Un año de pandemia

En el 2020, por estas fechas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció la existencia de una pandemia por covid-19. En estos negros meses, miles de personas murieron a causa de este virus; se convirtió en un verdadero tsunami que alteró profundamente y dolorosamente nuestras vidas. La covid-19 sumergió al mundo en una crisis de salud pública, económica y social, que puso de manifiesto las fortalezas y debilidades de nuestro Sistema Nacional de Salud. También evidenció con claridad la necesidad de reforzar y ampliar sus capacidades, debilitadas tras años de gobiernos del PP que, con desacertadas políticas de austeridad, dejaron en las costuras a los servicios públicos.

Es indudable que los cambios necesarios deben contar con el mayor consenso político posible y con unas cuentas públicas a la altura de las circunstancias. Los Presupuestos Generales del Estado 2021, históricos en materia de sanidad, demuestran el compromiso del Gobierno para fortalecer la sanidad pública, multiplicando por diez las cuentas anteriores: 7.330 millones de euros para Sanidad, si sumamos partidas contempladas en otros ministerios.

Hoy estamos pasando de la inseguridad a las certezas frente al virus, gracias a la ciencia. Este año, 2021, será el de la vacunación y el de la recuperación. Superamos ya los 5 millones de vacunas administradas y nos acercamos a los 2 millones de personas vacunadas en pauta completa. Abril marcará un antes y un después en la inmunización. Empezamos a dejar atrás la incertidumbre y avanzamos por el camino de la esperanza, de la mano de la ciencia y de la política, con la realidad de la vacunación. Estamos en una situación esperanzadora para millones de personas, en la que el PP no acaba de encontrar su lugar y sigue instalado en la crítica generalizada al Gobierno.

El Congreso de los Diputados definió en 2020 una hoja de ruta con prioridades en materia de sanidad y salud pública, con un amplio acuerdo en el seno de la Comisión de Reconstrucción, en la que pude aportar mi granito de arena. Quiero destacar este amplio consenso y agradecer la voluntad de acuerdo de todos los grupos parlamentarios que, con gran sentido de la responsabilidad, supieron entender la necesidad de generar un espacio común y trabajar para alcanzarlo; todos excepto VOX, que abandonó la Comisión.

Con este acuerdo tenemos en las manos una valiosa herramienta con la que ya se da respuesta a las nuevas realidades derivadas de la covid. La manera errada en la que el PP decidió salir de la crisis de 2008 dejó profundamente debilitado nuestro SNS, ahora sometido a esa enorme prueba de esfuerzo que es la pandemia. Pese a todo, ha respondido y estamos superando con éxito esta situación crítica, gracias al enorme sacrificio de la ciudadanía, al compromiso de los profesionales sanitarios, del conjunto de los funcionarios públicos y trabajadores, y la colaboración de las entidades públicas y privadas. No obstante, un sistema debilitado y sometido a las tensiones de la pandemia necesita ser profundamente reforzado y mejorado. Así lo entendió la Comisión de Reconstrucción.

Son tiempos de arrimar el hombro, aparcar polémicas y trabajar por una sanidad pública mejor y más fuerte. Cada día está más cerca ganarle la partida al virus, con las vacunas, y el trabajo, con unión y sin sectarismos.

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Ana Prieto Nieto es diputada por Lugo y portavoz de sanidad del PSOE en el Congreso