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Red de Ideas para proteger la democracia

Reunión esta semana del presidente de Vox, Santiago Abascal, con el primer ministro de Hungría, Viktor Orban.

La democracia precisa de espacios abiertos al debate en donde surjan ideas, iniciativas y propuestas para defenderla ante el avance de los populismos y de la extrema derecha que, desde la oposición o el Gobierno, pretenden limitar la dimensión del sistema democrático. En España hay muchos seguidores de Trump, Orban, Salvini, Putin, Maduro o Le Pen que están saliendo del armario. Los defensores de la democracia iliberal o autoritaria los tenemos aquí. Están incrustados y actúan desde los diversos aparatos del Estado.

La cuestión es cómo responder a esa amenaza real y cómo hacerlo también desde la sociedad. Porque no se debe actuar solo desde las instituciones y los partidos. De ahí la propuesta de construir una Red de Ideas para la Democracia a modo de movimiento cívico, abierto y transversal. Hablo de algo que hoy no existe y que deviene imprescindible para fomentar el activismo de los demócratas.

Pero no se trata de montar “un chiringuito modelo Ayuso” o un laboratorio oficial para expertos. Pudiera ser el PSOE quien creara este espacio ciudadano para la reflexión, difusión y movilización, abierto con generosidad a la sociedad civil para trabajar en una red que se extienda por todo el país y que aproveche además las ventajas de conectividad de internet.

Considero que es un objetivo propio del PSOE, como partido líder de la izquierda y con una vocación democrática de gobierno transformador, interactuar de modo permanente con la sociedad para hacer avanzar el funcionamiento de la democracia. Es preciso repensar la democracia en tiempos de globalización en los que las bases del sistema democrático se ven amenazadas por nuevos fenómenos políticos, sociales y económicos de gran complejidad, a nivel nacional y global.

Ahí están las fuerzas del populismo antisistema de distinto signo, los nacionalismos radicales identitarios y la extrema derecha. Ellos intoxican la vida política y plantean medidas involucionistas para la democracia. Pero también le afectan los entramados de corrupción, la extensión de las desigualdades y la precarización entre la población o una globalización financiera ajena al control democrático. Todo ello juega, a la vez, en contra de la vigencia y calidad de la democracia.

En España vivimos atrapados en polémicas que debilitan y podrían poner en crisis nuestra democracia si no encontramos respuestas pronto. Respuestas al bloqueo existente para la renovación de los órganos constitucionales, a la definición de los llamados delitos de expresión y su acogida en el Código Penal, al reto de la separación efectiva de poderes, al funcionamiento de los medios públicos de comunicación, a la concreción de una gobernanza participativa o a los desfases del sistema electoral.

Creo, por tanto, en la necesidad de un movimiento abierto y sin tutelas a la participación de organizaciones, colectivos y sectores de la ciudadanía que quieran contribuir a vigorizar el sistema democrático en España. No soy ingenuo e intuyo las dificultades del reto pero, sin duda, merecería la pena porque hay mucha gente demócrata, sin afanes partidistas, que desearían aportar ideas y compromisos.

Uno de los cometidos de la Red de Ideas, con actividad presencial y telemática, consistiría en defender un modelo de democracia avanzada, tanto desde el punto de vista de los criterios políticos para su evolución como para reforzar su dimensión social y de participación ciudadana. Así lo señala como aspiración la Constitución desde su preámbulo.

“La Red de Ideas como propuesta para la reflexión del próximo Congreso Federal del PSOE”

Es por ello que, desde la vigencia de sus principios, hay que superar un enfoque reduccionista de la democracia representativa, atendiendo las demandas de una sociedad crítica. Necesitamos ideas para innovar la interacción entre los representantes políticos y la ciudadanía, afrontar las transiciones energéticas y digital desde criterios de justicia, perfeccionar el funcionamiento de la gobernanza interinstitucional en la toma de decisiones, garantizar la capacidad e imparcialidad de los órganos constitucionales y supervisores y aprobar mecanismos efectivos de lucha contra la corrupción.

Hay que hacerlo con ideas y propuestas que alimenten e impulsen procesos de participación real en la vida política, sistemas de información transparentes, una deliberación pública ante cuestiones de trascendencia y modelos para la rendición de cuentas periódica por parte de las diferentes instituciones. Entre sus tareas estaría el seguimiento y la selección de Buenas Prácticas en los Gobiernos así como en los Parlamentos, Ayuntamientos y organismos constitucionales y supervisores.

La democracia tiene que ser la herramienta imprescindible para combatir las desigualdades, avanzar en una redistribución más justa de la riqueza por la vía de una fiscalidad progresiva y guiar los comportamientos éticos de los partidos, cargos públicos y estamentos influyentes en la sociedad. Una democracia paralizada o sometida al poder no nos sirve.

Los problemas señalados, propician la creación de un instrumento nuevo, una Red que contribuya a la necesaria regeneración de la política y su acercamiento a la calle. En el actual escenario y por diferentes factores, se produce la apatía y el desinterés de la población hacia los partidos políticos, la desconfianza en las instituciones y la propia crisis de representación política. Con ello se pone en riesgo la democracia.

Hacer equilibrios y tener tragaderas

Hacer equilibrios y tener tragaderas

La Red de Ideas para proteger la democracia es una propuesta para la reflexión del próximo Congreso Federal del PSOE: ante una ciudadanía amenazada por incertidumbres vitales, desde las pensiones al desempleo y continuando por la pandemia y la emergencia climática; una sociedad descreída de la política y en alerta por los fallos del sistema en el planeta; y una opinión pública confusa ante los desafíos que plantea una globalización ajena a las reglas democráticas. Situaciones que configuran un escenario apropiado para engordar la crispación que promueven las fuerzas del virus ultra. Su alternativa a un modelo de democracia avanzada es hoy la involución hacia sistemas políticos autoritarios y de mayor injusticia social.

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Odón Elorza es diputado del PSOE por Gipuzkoa.

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