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Crisis en el PSOE

El PSOE pone en cuarentena su relación con el PSC

"Esto pinta muy mal, pinta muy mal". La reflexión, de un barón socialista, daba buena cuenta del estado de ánimo en el partido en un martes que será recordado para la historia. Hoy el PSOE y el PSC visualizarán su discrepancia en el Congreso de los Diputados. Los socialistas catalanes, según anunció ayer su primer secretario, Pere Navarro, votarán a favor del "derecho a decidir" de Catalunya. Sus compañeros del resto de España votarán no a las propuestas de resolución de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) y CiU. Será la primera vez que PSOE y PSC voten de forma diferenciada en la Cámara baja –en el Senado, donde el PSC forma grupo propio con ICV, es habitual– desde hace muchos años, y coincide con la mayor crisis de ambos partidos en 35 años. 

Constatado que el divorcio se iba a consumar esta tarde, la mayor expectación se situaba hoy en las palabras de Alfredo Pérez Rubalcaba, protagonista de un desayuno informativo organizado por Europa Press. Y ahí fue cuando el secretario general del PSOE dejó bien claro que las cosas ya no seguirán como hasta ahora. No habrá ruptura, total, pero sí un replanteamiento de sus relaciones

"El PSC viene tiempo diciendo que quiere revisar sus relaciones con el PSOE y hoy les digo que el PSOE también las quiere revisar –anunció Rubalcaba–. Para una cosa fundamental: el PSOE, cuando decide un tema sobre Catalunya, debe consultar con el PSC, y el PSC, cuando decida un tema sobre España, debe consultar con el PSOE. Ese es el equilibrio, la simetría, un tema fundamental. Y eso lo vamos a hacer, aprovechando que llevamos años diciendo que lo vamos a hacer". Como mar de fondo, aparte de la votación de hoy en el Congreso, de indudable calado político porque afectan a un tema medular como la configuración territorial de España, están las palabras de Navarro de la semana pasada. Entonces, el primer secretario del PSC aseguró que el rey debía abdicar y dejar paso a su hijo en la Jefatura del Estado. Palabras que se sintieron como una auténtica bomba en Madrid, máxime porque coincidieron con el debate del estado de la nación y con la intervención de Rubalcaba en la tribuna del Congreso. 

Unidos en el rechazo a la independencia

La preocupación es máxima en el partido, dado que Catalunya ha sido un granero de votos clave para los socialistas. Históricamente. Pero los últimos batacazos electorales han mermado sus fuerzas incluso en Catalunya. Un argumento que esgrimen barones como el extremeño Guillermo Fernández Vara, que reclamó directamente la ruptura. Lo dijo además en Madrid, en el mismo hotel Intercontinental donde Rubalcaba pronunciaba su conferencia. "Si esto es así, fue bonito mientras duró", subrayó, severo. En el partido han sentado además como un tiro el desmarcaje de Navarro, a quien el PSOE ha defendido desde su elección, en diciembre de 2011. 

Rubalcaba intentó templar los ánimos. Reconociendo la "discrepancia pública", el "gran desacuerdo" que existe entre PSC y PSOE sobre el derecho a decidir desde hace meses. Pero poniendo en valor también aquello que les une, razón de más, esgrimió, para seguir unidos: "El PSC está con la mayoría de Catalunya y el PSOE con la mayoría de España. Me preocupa que voten distinto, pero ese desacuerdo refleja el desacuerdo que existe en España. El PSC no es el PSOE y el PSOE no es el PSC. Pero compartimos que somos socialistas, no nacionalistas. Y compartimos el PSC y el PSOE que España y Catalunya deben seguir juntas, no estamos a favor de la independencia de Catalunya. Que nadie tenga dudas. Si algún día se produce una suerte de consulta, el PSC votaría no, como el PSOE". 

Pero, ¿en qué sentido van a reformularse las relaciones PSOE-PSC? ¿Habrá grupo propio de los socialistas catalanes, se permitirá su voto discrepante? No hubo más concreciones por parte del secretario general. Ya se verá. Por ahora hay que poner las cartas boca arriba y ver cómo reconstruir los puentes, muy deteriorados. Pero aún existen. De hecho, Rubalcaba se congratuló de que uno de los "`pocos vínculos" que sobreviven en Catalunya y España es la convivencia de PSOE y PSC. Ambos partidos, reafirmó, "van a mantener una relación como la que han mantenido". "Otra cosa distinta es que para aclarar estos temas aclaremos las reglas". Prima la "voluntad unitaria" sobre la ruptura, insistió. 

Las reacciones de más dirigentes socialistas fluyeron rápidamente. Tomás Gómez, líder del Partido Socialista de Madrid, calificó de "fracaso de las dos partes" que se llegue a una votación diferenciada. Ximo Puig, su homólogo valenciano, se apuntó a la postura de Rubalcaba y señaló que hay que utilizar la inteligencia política y no "avivar la tensión", "volar los puentes" entre Catalunya y España, informa Europa Press. 

Al final habrá sanción

A la sensación de embrollo se acabó sumando la vacilación respecto qué hacer con los diputados del PSC que finalmente esta tarde rompan la disciplina de voto del Grupo Socialista. Soraya Rodríguez, la portavoz parlamentaria, había anunciado que no se les multaría.

En la reunión del grupo, Elena Valenciano, vicesecretaria general del PSOE –y con más mando, por tanto, que Rodríguez– precisó que sí se aplicarán las sanciones previstas en el reglamento interno, señalaron a Europa Press desde la dirección del partido. 

Está por ver a cuántos diputados, de los 14 que tiene el PSC, se les aplica la multa. Carme Chacón, electa por Barcelona, no está entre ellos, ya que anunció que no apoyaría las propuestas de resolución resultantes del debate del estado de la nación planteadas por CiU, ERC e ICV porque ella no está a favor de la "ruptura" de Catalunya con España. 

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