Desahucios

Un hombre se suicida antes de ser desahuciado en Bilbao

Centenares de personas se manifestaron este miércoles en Bilbao pidiendo el fin de los desahucios.

Tenía 50 años, una hija de 13 y, según fuentes jurídicas consultadas por Europa Press, una orden de desahucio de la casa en la que vivía de alquiler porque no podía hacer frente a los pagos. Poco más se sabe del hombre que se arrojó sobre las 10.00 horas de este miércoles por la ventana del cuarto piso que tenía arrendado en la calle Txakoli de Ibarrekolanda, un barrio de Bilbao. Fuentes de la Ertzaintza, consultadas por infoLibre, se limitaron a confirmar su fallecimiento, si bien no aportaron datos sobre sus posibles causas. 

Roberto Agote, portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Bizkaia, aseguró que este hombre, del que sólo ha trascendido su nombre de pila, José Antonio, no había acudido al colectivo. En declaraciones a El Correo, Marta Uriarte, portavoz de Stop Desahucios en Bizkaia, explicó que la comitiva judicial llegó al domicilio del varón, que estaba separado, con la orden de desahucio. Tras llamar varias veces al timbre y ver que nadie contestaba, avisaron a un cerrajero para abrir la puerta del piso. Cuando por fin la comitiva accedió a la vivienda, sus miembros comprobaron que había una silla colocada junto a la ventana y que el hombre se había arrojado al vacío. 

Por la tarde, alrededor de medio millar de personas se manifestaron por las calles del centro de Bilbao para expresar su solidaridad con la familia del fallecido. La PAH de Bizkaia llamó a movilizarse para "parar la lacra de los suicidios" pues, a juicio de los convocantes, son consecuencia de las órdenes de desahucio que "ordenan" las entidades financieras, "emiten" los jueces y "ejecutan" los diferentes cuerpos de seguridad. 

Otros casos de suicidio

Aunque envuelta en interrogantes, la muerte de José Antonio no es la primera de las que se ha tenido constancia en los últimos meses en circunstancias semejantes. No obstante, establecer una relación entre suicidios y desahucios es complicado. El pasado 9 de noviembre, Amaia Egaña, vecina de la localidad vizcaína de Barakaldo y exedil socialista, se quitó la vida momentos antes de que una comisión judicial la obligase a abandonar su casa. Llevaba meses sin pagar la hipoteca que había contratado con CaixaBank aunque tanto ella como su pareja tenían trabajo. Fuentes de la entidad consultadas por infoLibre aseguraron que el suicidio de Egaña, que está siendo investigado por la justicia, "no tuvo que ver con su situación económica".

El 8 de febrero, Francisco J. Lema Bretón, de 36 años, perdió la vida tras arrojarse desde el piso que tenía alquilado en Córdoba. Un portavoz de la PAH de esa ciudad confirmó que Francisco, que sí formaba parte de la plataforma, estaba en el paro y no podía hacer frente a las deudas de 25.000 euros que le reclamaban las entidades Cajasur y Caja Badajoz, a las que había pedido sendos créditos para construir una vivienda que, como no podía pagar, había entregado a una de las entidades. 

Cuatro días después, en Calvià (Mallorca), un matrimonio de jubilados se suicidó tras recibir la orden del juzgado de que su vivienda entraba en un proceso de subasta. Según informó Diario de Mallorca, dejaron escrito en una carta que se quitaban la vida porque no podían hacer frente al crédito que habían firmado con Caixabank para comprar su vivienda, ubicada en un barrio turístico de la localidad. Miguel Coll, portavoz de la PAH de Mallorca, confirmó que la pareja no había acudido al colectivo a pedir ayuda

Estos son sólo algunos casos, pero la dureza de la crisis deja otros episodios como el de José Miguel Domingo, de 54 años, que se ahorcó en Granada el 25 de octubre de 2012 una hora antes de que fuera desahuciado de su vivienda, por la que había formalizado una hipoteca en 2007 de 240.000 euros, según fuentes de la Policía Nacional citadas por Europa Press

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