La dirección del PSOE acepta la convocatoria de primarias para elegir a su líder en Galicia

Ponferrada es “caso cerrado”. Eso aduce la ejecutiva federal del PSOE, y eso dijo este jueves, públicamente, el secretario de Política Municipal, Gaspar Zarrías. Si el “error” de la moción de censura en la ciudad leonesa atada con un acosador sexual, Ismael Álvarez, está ya superado para Ferraz, aún le quedarían a Alfredo Pérez Rubalcaba dos fuegos que sofocar: Catalunya y Galicia.

El conflicto con el PSC a cuenta del derecho a decidir y la redacción de un nuevo protocolo de relaciones es una discrepancia más de fondo, para cuya resolución las direcciones de las dos formaciones hermanas se han dado de plazo hasta el verano, engarzando este asunto con la discusión del modelo territorial. Pero con el Partido dos Socialistas de Galicia (PSdeG) las diferencias ya se van suavizando, según confirmaron ayer viernes a este periódico altos dirigentes de Madrid y Santiago. Ambas cúpulas creen que el acuerdo está ya “próximo”.

La manzana de la discordia son las primarias consultivas. La consulta a toda la militancia del PSdeG, el próximo 1 de junio, para que se pronuncie sobre a quién quiere al frente del partido. Ese referéndum sería previo al congreso extraordinario del 6 de julio, y en el que los delegados –y no todos los afiliados– votarían a su secretario general. La propuesta del actual líder gallego, Pachi Vázquez, y avalada por abrumadora mayoría por el Comité Nacional del partido el pasado 2 de marzo, generó una colisión clara con el aparato federal.

La letra de los estatutos

El equipo de Rubalcaba presionó hasta el último momento para disuadir a sus compañeros de Galicia de celebrar unas primarias para elegir líder que, defendían, prohíben los estatutos salidos del 38º Congreso de Sevilla, en 2012, y que habían respaldado los gallegos. Ferraz insistía que sólo existe una fórmula estatutaria para elegir secretario general: "Mediante mediante voto individual, directo y secreto de todos los delegados del congreso", como consigna el artículo 5. 1. b). Vázquez, sin embargo, siguió adelante. Lo llevó al máximo órgano de decisión entre asambleas, el Comité Nacional, y lo ganó, y advirtió de que no podía negar el derecho de expresión a todos los afiliados, que las primarias eran un "clamor entre la militancia", y que en ningún sitio de los estatutos se prohibía expresamente la consulta a las bases como paso previo a la convocatoria del cónclave. 

Ayer viernes, en la reunión que la número dos de Rubalcaba, Elena Valenciano, mantuvo con los vicesecretarios regionales y con los secretarios provinciales, avanzó a puerta cerrada que el conflicto con Galicia estaba cercano a su fin. Después, fuentes oficiales del partido lo confirmaron: se sigue aún negociando, pero la "posibilidad de acuerdo" es clara y próxima. A su vez, fuentes muy próximas a Vázquez recalcaron el "optimismo" que preside las conversaciones bilaterales: "Hay voluntad de diálogo y estamos dándole vueltas a la fórmula, que debe ser simple". Para apuntalar y niquelar la entente, el líder gallego viajará esta próxima semana a Madrid para reunirse con el área de Organización, que dirige Óscar López. 

Ferraz acepta que haya "consulta a la militancia", pero sin que se menoscaben los estatutos y la autoridad del cónclave del 6 de julio. "Queremos que sea compatible preguntar a las bases y al mismo tiempo que la última palabra resida en el congreso", resume un portavoz. La dirección federal quiere garantizar, ante todo, que no ocurra un choque de trenes, una "doble legitimidad". Es decir, que salga elegido un líder en las primarias y otro en el congreso. Dirigentes de la cúpula del PSdeG consultados por infoLibre subrayan que esa posibilidad no se dará, toda vez que la "enorme legitimidad" que otorga una consulta hará que se retiren para la asamblea los aspirantes derrotados. 

"Habrá acuerdo sí o sí"

Los socialistas gallegos prefieren no avanzar la ecuación final. Pero creen que el pacto puede cuajar si se logra una redacción que haga que el referéndum del 1 de junio sea "vinculante democráticamente y hasta técnicamente" para el congreso. En suma: que lacre la decisión el cónclave con delegados, pero que estos tengan casi imposible tumbar el resultado de las primarias. Se trata, alegan los responsables cercanos a Vázquez, de lanzar un "experimento nuevo, bonito, que ilusione a la militancia", que otorgue una indiscutible legitimidad de origen al nuevo secretario general. Y sirva, sobre todo, para sacar del bache al PSdeG, que en las últimas elecciones autonómicas, con Vázquez de cabeza de lista, cayó de 25 a 18 diputados y del 31,02% al 20,61% de los votos. 

"Habrá acuerdo sí o sí. Esto se va a arreglar", sentencian en Ferraz, cuyos cuadros refrendan que sí apuestan por ampliar la "democracia interna" y que, a diferencia de lo que ocurre con el PSC, la diferencia es puramente orgánica, no política. Mismo convencimiento impera en Santiago: "Si todos estamos en la misma posición, todo saldrá bien", expresan fuentes cercanas a Vázquez. Una dirigente de su entorno destaca que en todo momento se han mantenido los "canales de diálogo" abiertos, y al máximo nivel.

Una vez que se cierre el pacto entre Madrid y Santiago, se celebrará un nuevo Comité Nacional para principios de mayo, en el que se cierren todos los detalles de la consulta. Y a partir de ahí, se podrán presentar las candidaturas. El presidente de la Diputación de Lugo y secretario general en la provincia, José Ramón Gómez Besteiro, ya anunció su voluntad de competir. La duda pesa en otros dos nombres. Uno, Francisco Caamaño, líder en A Coruña. Fuentes próximas al exministro de Justicia consultadas por este diario apuntan que podría lanzarse a la carrera si se confirma que hay primarias. A Vázquez nadie le da del todo por descartado, aunque en principio todo apunta a que no optará a la reelección. Es una de las "grandes decisiones" que le quedan por tomar, señalan los suyos. Y está por ver qué hará la poderosa federación de Vigo, que controla Abel Caballero, muy enfrentada al actual secretario general y muy cercana a José Blanco. No entra en las quinielas el extitular de Fomento, dado el mal cariz que está tomando el caso Campeón, por el que está imputado. 

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Petición de "unidad" del partido

En la reunión en Madrid no se concretó en qué punto están las negociaciones con el PSC. Sí se habló de Ponferrada. Valenciano repitió las explicaciones oficiales. Una dirigente crítica con la gestión de la moción de censura fue Maru Menéndez, número dos del barón madrileño, Tomás Gómez, informa Europa Press. La vicesecretaria general vino a expresar una petición de "unidad" del partido. "La situación del país es demasiado grave como para el PSOE esté mirándose el ombligo todo el día, no hay que despistarse", apeló, como recapituló posteriormente un portavoz. 

En Barcelona, el primer secretario del PSC, Pere Navarro, se reunió con sus diputados en el Congreso, tal y como adelantó este periódico. Fue una cita "tranquila", según sus asistentes, en la que los parlamentarios encomendaron a su líder que procurase reponer el puesto de José Zaragoza en la dirección del grupo en Madrid. Navarro, a su vez, prometió "más coordinación". De los 14 socialistas catalanes sólo faltó Meritxell Batet.