La dirección del PSOE mantiene el calendario de primarias pese a las últimas encuestas

Las últimas encuestas, las de estos últimos días, a las que se suma la del CIS, dibujan un panorama tremendamente sombrío para los socialistas. El PP se desfonda, sí, cayendo a una velocidad inédita al cabo de año y medio en el poder. Pero el PSOE no capitaliza el desgaste, y quienes sí suben son Izquierda Unida y UPyD. Y también dicen esos sondeos que los votantes socialistas quieren sin demora –un 83% de ellos, según la Ser– primarias para elegir líder cuanto antes. No obstante, a juicio de la cúpula federal, no conviene por ahora cambiar la hoja de ruta ni acelerar los plazos. Tampoco existe preocupación en buena parte del partido –y ojo, no sólo en Ferraz– por el crecimiento de IU, ni se teme que se pueda producir el sorpasso que tanto anhelaba (y no consiguió) Julio Anguita. Es decir, que no se tiene angustia por que la federación de Cayo Lara pueda superar a los socialistas, que España sea como Grecia, donde Syriza adelantó al Pasok. Otro sector, no obstante, entiende que los nuevos datos prueban que la situación es "insostenible" y que no puede esperar a que el PSOE se siga "desangrando". 

Los sondeos no dan todavía una estimación de voto de IU superior al PSOE. El de Metroscopia para El País otorgaba al partido de Alfredo Pérez Rubalcaba un 20,2% y a IU, un 16,6%. El de Sigma Dos para El Mundo, un 25,3% frente al 13,4%. El de My Word para la Ser, un 24,4% contra un 13,3%. Y el CIS, un 28,2% y un 9,9%, respectivamente. Otro cantar es la intención directa de voto: lo que los ciudadanos contestan al encuestador, sin pasar por la cocina del instituto demoscópico de turno. Ahí, IU sí aventaja al PSOE, por segundo mes consecutivo, en el estudio de Metroscopia (9,5% frente al 7,8%). Además, la federación es mejor vista que el PSOE en los llamados índices cualitativos: según el sondeo de My Word, la formación de Lara está más capacitada para hacer reformas, combatir la pobreza, dar respuesta a las demandas ciudadanas o introducir transparencia en la vida pública o hacer la política territorial que más le conviene a España. 

Ayer por la mañana, cuando se le preguntó a Rubalcaba en rueda de prensa tras la ejecutiva federal por la quiebra del bipartidismo, el secretario general creyó "prematuro" hablar del fin del reinado de PSOE y PP. Una opinión muy compartida por los mandos de distintas federaciones. La "preocupación" por los malos resultados de los socialistas que reflejan las encuestas existe, claro, pero el clamor general, según expresaron distintos cuadros a infoLibre, es no dejarse llevar por la "psicosis". Prestar atención a qué pasa fuera, pero la solución, apuntaron, no reside en "copiar" propuestas de IU ni pegar "bandazos" a la izquierda, porque no serían "creíbles" y sobre todo porque el PSOE tiene vocación "mayoritaria" y tiene que cuidar la "centralidad política". De sondeos no habló no obstante la ejecutiva, que se centró casi en exclusiva sobre el plan de reactivación económica. 

"Los vasos comunicantes entre PSOE e IU drenan poco líquido"

"No hay novedad en las últimas encuestas respecto a los números del CIS. Lo que se testa es una insatisfacción profunda de la gente, que desconfía de políticos y de instituciones. De ahí a que se pueda producir el sorpasso de IU... No, no tenemos miedo, Tampoco de UPyD", aseguraba una persona de la máxima confianza del presidente del PSOE y de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán. "Nada de nada. El PSOE tiene una vocación mayoritaria y de gobierno. Ha tenido esa conexión empática siempre con los ciudadanos", sentenciaba un barón de una federación pequeña y muy próximo a Rubalcaba, quien a su vez rememoraba que en los albores de la Transición también se pensaba que el PCE sería la formación hegemónica y las urnas deshicieron al final ese mito. "Los vasos comunicantes entre PSOE e IU drenan poco líquico. Grecia estaba al borde del incendio, pero España no está así", señalaba un diputado madrileño del entorno de Tomás Gómez, justo el barón más crítico de todos. 

El análisis, expresado por Ferraz y por otros cuadros territoriales, es el siguiente. Uno, quedan todavía más de dos años para las siguientes generales y, por tanto, no hay tensión electoral y el escenario, a día de hoy, es extremadamente "volátil". Dos, las encuestas reflejan una "gran abstención" y un elevado índice de indecisión, que se presume que se reducirá en las urnas. Y tres, la huella del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero todavía está fresca en el imaginario colectivo. A todos ellos, la cúpula federal añade la "disparidad" en los últimos sondeos, que atribuyen al PP desde un 35,4% (El Mundo), un 34% (CIS), un 28,7% (Ser) y un 22,5% (El País). 12,9 puntos de diferencia si se comparan los estudios de los dos grandes rotativos españoles. "Verdaderas locuras", recalcaba ayer un alto miembro de la ejecutiva. De ahí que Ferraz se resista a hacer otras lecturas y, más aún, dejarse llevar por la ola demoscópica. 

Diversos dirigentes socialistas ven lógica y hasta previsible la subida de IU, pero dudan de que se consolide una vez llegue el momento de votar. "Es por la situación de desesperación. IU tiene el discurso que la gente quiere oír. Pero hay mucha que no habla, que paga con mucho esfuerzo sus hipotecas, que malvive.... y que no apostará finalmente por IU", sopesaba un miembro de la dirección andaluza. Un importante responsable valenciano atribuye al "malestar" ciudadano el subidón de Lara, dado el "fracaso de la política institucional" y el "arrodillamiento de los gobernantes ante las cifras macroeconómicas". "Es normal –seguía– que se premie a quienes no han gobernado y no han sufrido desgaste". Desde Extremadura, un cargo cercano al líder regional, Guillermo Fernández Vara, pone por delante la experiencia en esa autonomía: "No hay que vender la piel del oso antes de cazarla. Porque luego pasa como aquí, que IU se alía con la derecha. Los que piensan en sorpasso a lo mejor se llevan una sorpresa". 

Algunos en el PSOE, sin embargo, sí creen que hay que tener cuidado con la siguiente convocatoria electoral, con las europeas, previstas para el 25 de mayo de 2014. La ocasión perfecta, aducen, para que los ciudadanos se desahoguen y voten libremente porque saben que no se pone en juego ni el Gobierno central ni los ejecutivos autonómicos o regionales. Por eso, para frenar ese "desastre", dirigentes como Emiliano García-Page, secretario general de los socialistas manchegos y alcalde de Toledo, han pedido a las claras adelantar las primarias, que estas se celebren antes de las europeas, y no después, como quiere Ferraz. Una fuente próxima a este último insiste en que hace falta el revulsivo y en que sí existe el "riesgo" de que los electores "se desfoguen" y den más apoyo a IU, un panorama "temible". En Andalucía incluso prevén que si la federación presenta a un candidato como Baltasar Garzón –Izquierda Abierta lo planteó, pero no es fácil que lo secunde el equipo de Lara– sí pueda tener un resultado "espectacular". 

El termómetro real, en las autonómicas y locales de 2015

Sin embargo, otro sector del PSOE sí que se manifiesta "alarmado" ya por los datos y "perplejo" por lo que tachan de inmovilismo de Ferraz, por que no se haga "nada" cuando el partido se está "desangrando". "Claro que es posible que IU nos gane. Y como sigamos así, será más que probable", aducía apesadumbrado un diputado nacional que en el congreso de Sevilla apoyó a Carme Chacón. Desde Madrid, no prevén la superación de IU, pero sí advierten de que verse aventajados por la fuerza de Lara haría saltar todas las alarmas habidas y por haber.

¿Qué hacer? Varios dirigentes consultados apuntaban ayer que la "impaciencia" está ahí, y ahí lleva desde hace mucho tiempo, no sólo a raíz de los últimos sondeos. Pero llamaban a la prudencia. Andalucía, la federación más poderosa, mantiene la apuesta: hay que esperar. "La gente no pide por la calle que haya ya primarias. Lo pueden pedir los votantes socialistas, pero no todos los ciudadanos, que están inquietos por la crisis, por su situación, por las soluciones a la crisis. Cambiar ahora a una persona por otra no soluciona nada. Hay que seguir haciendo propuestas y luego buscar a la persona que lidere el proyecto", aseguraba una influyente griñanista. "La impaciencia es gratis, y lo gratis se consume. Los que estamos dirigiendo el partido debemos añadir dosis de tranquilidad, aunque también de autocrítica y de reflexión", apuntalaba un barón de una pequeña federación. Otro secretario general que en Sevilla apoyó a Chacón pedía "no alimentar" la angustia y pedía cumplir los tiempos. Y otro máximo dirigente valenciano remachaba que el Comité Federal del próximo 20 de julio puede debatir si cambiar o no los plazos, pero desaconsejaba "discutir todo el día sobre los tiempos y la hoja de ruta": "No hay que frivolizar las encuestas –añadía esta fuente–, pero tampoco sacralizarlas. Es evidente que la situación es compleja, y las soluciones son también complejas". 

El sentir general es que el PSOE siga "construyendo proyecto" y presentando alternativas, y en ese sentido el aplauso al plan de reactivación económica de Rubalcaba es bastante unánime. No se trata, esgrimían los cuadros contactados, de "copiar" las propuestas de IU, ni hacer "giros extraños", sino de "volver a las políticas socialdemócratas tradicionales", en las que converge la mayoría de la sociedad, "defendiendo el Estado del bienestar que el PSOE, y no IU, ha construido", y alejándose de los últimos compases del Gobierno de Zapatero. El cambio de tendencia, creen, acabará llegando. Los dirigentes territoriales enfatizaban en que el verdadero termómetro para calibrar el estado del partido serán las autonómicas y municipales de 2015, donde sí se juega poder y donde sí se espera una "recuperación" más clara. "El PSOE está cambiando. No va a ser llegar y besar el santo. Por muchos cambios que estemos haciendo ahora, la gente se acuerda de nuestros errores, se acuerda de que dijimos aquello de los brotes verdes... ", alegaba un barón socialista a este diario. 

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"Hay gente que no ve que el esquema establecido desde 1977 está cambiando, que es el sistema el que está en quiebra. Es un error pensar que dada la situación de paro y de crisis no podemos pensar en nosotros mismos, porque parte de la crisis estriba en que estamos mal, en que el PSOE no crea esperanza ni se ve en él una alternativa. Hay que mirar los datos al contrario", deducía un miembro de adscripción chaconista. Desde el círculo del madrileño Gómez, remarcaban su tesis de siempre: que el mensaje no es "creíble" porque no es creíble "el mensajero". Esto es, Rubalcaba. 

Desde Ferraz se defendían alegando en que lo importante es luchar contra la crisis, en que la gente demanda pactos de Estado, en que no hay que distraerse de lo fundamental. Y que la cúpula federal no hace "otra cosa que trabajar" en la Conferencia Política de octubre –de la que tiene que salir un proyecto renovado y la definición exacta de las elecciones abiertas a la ciudadanía para elegir candidato–. "Nadie quiere primarias ahora salvo Chacón", zanjó un alto cargo de la dirección. De cualquier modo, el foco en los tiempos volverá a posarse este sábado: el PSOE celebra su foro temático sobre democracia en Oviedo. La charla más potente y la que más morbo suscita de todas las celebradas hasta ahora (Europa, en febrero; crecimiento económico, en marzo, y reforma fiscal, en abril). 

IU abordó ayer en su ejecutiva federal los números de las encuestas. "No está en juego ahora el viejo debate del sorpasso, sino el nuevo debate de la hegemonía de la izquierdasorpasso", resumía Ramón Luque, secretario ejecutivo de Acción Política y Electoral. Y es que IU sueña con convertirse en una verdadera organización "de masas", en la Syriza española. Luque razonaba que el PSOE está "descolocado" en "todos los temas de coyuntura": en la crisis, en la contestación a las políticas de la Unión Europea, en la apertura de la democracia, en la salida de la crisis, en los desahucios y en los escraches, en la monarquía... "Estamos ante una crisis de la referencia del votante de izquierdas. Millones de votos que se quedan huérfanos. Yo preveía que llegáramos al 13-14% de los votos a finales de 2013, no ahora. Estamos entrando incluso en graneros de voto histórico del PSOE, como Andalucía, Madrid y Cataluña. El fantasma de que les superemos claro que existe". ¿Por qué el PSOE no lo ve? Respuesta de Luque: "Tiene una cultura de partido grande, está acostumbrado a arrasar, los cuadros son prepotentes Pero la vida cambia. Debería atender a los mensajes de fondo que la ciudadanía le manda, que rechaza un PSOE anclado en el pasado".