Miguel Blesa

Actor de una de las grandes batallas en el PP

Aguirre: “Me gusta navegar con viento contrario”

Cuando Mariano Rajoy fue reelegido presidente nacional del PP en el XVI Congreso Nacional del partido, celebrado a finales de junio de 2008, se quitó un peso de encima. Había conseguido oponer resistencia a los críticos, había coseguido el respaldo mayoritario de los compromisarios y había diseñado un equipo a su medida. Rodeado de fieles. 

Lo que no calculaba es que meses después, iba a abrirse otra brecha en el seno del partido. Y que los protagonistas iban a venir del mismo sitio de donde procedía uno de los sectores que más daño le hizo en la etapa precongresual: Madrid. Esperanza Aguirre volvía a preparar las armas. En este caso, no por el control del partido, sino por el control de Caja Madrid. 

Desde el comienzo de esta batalla, que estalló a finales de 2009, Rajoy tuvo claro que si cedía, Madrid se le iba a hacer todavía más impenetrable. El poder político estaba, como ahora, en manos del PP. Se trata de su propio partido, sí. Pero los militantes y simpatizantes siempre han respondido ante Aguirre, ante 'la jefa'. En medio de este escenario, no podía permitirse entregar también el poder económico, es decir, el control de la caja, al aguirrismo. En los orígenes del conflicto, el ahora presidente del Gobierno, era partidario incluso de no mover a Blesa.

Tras semanas de enfrentamientos dialécticos muy subidos de todo, el 2 de noviembre, Rajoy impuso a Rodrigo Rato como candidato. Ignacio González, el favorito en las quinielas de Aguirre tendría que esperar otra oportunidad para ascender. Ignacio González, el favorito en las quinielas de Aguirre Le llegó años después, concretamente el pasado septiembre, cuando Esperanza Aguirre decidió abandonar la presidencia de la Comunidad y ceder el testigo a su hombre de confianza.

Pese a que González acabó siendo el candidato definitivo de Aguirre, previamente había barajado otros nombres como el del exministro Manuel Pizarro, integrante en aquellas fechas de la dirección del PP de Madrid,o el de su, por entonces, consejero de Presidencia Justicia e Interior, Francisco Granados.Otros de los actores principales: Ruiz-Gallardón

Perplejidad e indignación en los cargos del PP por los pagos

No obstante, no fueron estos los únicos protagonistas de la batalla por el control de Caja Madrid. No faltó otro de los grandes rivales internos de Aguirre en el PP: Alberto Ruiz-Gallardón, ahora ministro de Justicia y en 2009 alcalde de Madrid. Su postura fue prácticamente calcada a la del presidente del partido: a favor de Rodrigo Rato. Y, por tanto, en contra de Aguirre.

Uno de los episodios más sonados de este culebrón tiene que ver con Ruiz-Gallardón y con su entorno. El 26 de octubre de 2009, una entrevista publicada por el periódico El País quitaba el aliento a más de uno en el partido. Su protagonista, Manuel Cobo, vicealcalde de Madrid, sostenía que "Los cercanos a Aguirre han puesto a Rato en un escaparate de cloacas y ambiciones". Todo, a cuenta de la presidencia de la caja. Estas declaraciones no hicieron más que acrecentar todavía más las diferencias entre Comunidad y Ayuntamiento. Y, de paso, supusieron un castigo interno a Cobo. El Comité de Derechos y Garantías del PP de Madrid, en manos de Cristina Cifuentes, hoy delegada del Gobierno en Madrid, propuso al nacional la suspensión de militancia de la mano derecha de Ruiz-Gallardón y se le impuso una sanción de un año que al final se quedó en 10 meses.

Tras la marcha de Ruiz-Gallardón a Justicia, Cobo, que mantiene una buena relación con el presidente del Gobierno, fue designado secretario ejecutivo de Política Local del PP.

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