La portada de mañana
Ver
La red infinita del lobby de la vivienda: fondos, expolíticos, un alud de 'expertos' y hasta un pie en la universidad

Los abusos de la banca

Los correos intervenidos a Blesa muestran el trato de favor de Caja Madrid a Díaz Ferrán

Tono Calleja / Alicia Gutiérrez

Los correos electrónicos intervenidos al expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa y al resto de integrantes del comité financiero muestran que el expresidente de la patronal Gerardo Díaz Ferrán recibió un presunto trato de favor por parte de la entidad, que le concedió un crédito de 26,5 millones de euros: "Tendría que ponernos alfombra roja", explica el propio Blesa en un correo electrónicoBlesa dirigido a Matías Amat Roca, uno de sus dos lugartenientes en la caja.

Blesa y el resto de exdirigentes de la entidad están imputados por el crédito que la caja de ahorros otorgó a Díaz Ferrán en noviembre de 2008caja de ahorros, que posteriormente fue ampliado a través de un excedido de cerca de dos millones de euros aprobado en apenas 24 horas, y finalmente fue refinanciado en 2010 bajo el mandato de Rodrigo Rato.

El propio magistrado que instruye el caso, Elpidio José Silva, destaca la importancia de los correos electrónicos para la investigación en los dos autos que firmó el pasado 16 de mayo. En una de esas dos resoluciones, el magistrado también decretó el ingreso en prisión de Blesa con una fianza de 2,5 millones de euros: "En esta operatoria, la relevante intervención de los imputados Gonzalo Alcubilla, Ildefonso Sánchez Barcoj y Juan Bartolomé Pásaro (director de riesgos) queda eminentemente contrastada documentalmente y por mor de correos electrónicos intervenidos; todos ellos procediendo a instancias y bajo impulso direccional de Miguel Blesa".

Las conclusiones del juez se basan en los correos

De esta forma, las conclusiones de Elpidio José Silva se fundamentan en una cadena de correos electrónicos a los que ha tenido acceso infoLibre. La secuencia de mensajes que ha servido al juez para imputar a todos los integrantes del comité financiero de Caja Madrid se inicia el 20 de agosto de 2009, a las 16:56 horas. Ángel Luis Saiz Moratilla, empleado de Caja Madrid, escribe un mensaje a Juan Martín Bartolomé Pásaro, del comité financiero: "Gerardo Díaz Ferrán nos ha planteado una operación de descubierto hasta el 15 de septiembre de este año por dos millones de euros destinada a cubrir las necesidades operativas de Air Comet [...] y que se cubriría con los fondos que recibe la aerolínea tras el verano de los pagos realizados por las agencias de viajes".

En apenas unos minutos, a las cinco y media de la tarde, Juan Martín Bartolomé Pásaro se puso en contacto con el otro número dos de Blesa, Ildefonso José Sánchez Barcoj: "Ildefonso, esta mañana el presidente [Miguel Blesa] ha llamado a Gonzalo Alcubilla para pedirle que estudiara la posibilidad de atender a Gerardo Díaz Ferrán en una petición de dos millones de euros para poder hacer frente de manera inmediata a pagos de una de sus compañías (Air Comet)".

Y en este correo Bartolomé prosigue con su explicación a Sánchez Barcoj asegurando que la fórmula que le parecía más viable para que Díaz Ferrán pagara las nóminas de Air Comet al día siguiente era "un excedido [ampliación] de la cuenta de crédito" que Caja Madrid le había concedido a Díaz Ferrán "hace unos meses". Además, según el mensaje, se había elegido este mecanismo para evitar el control del Gobierno de Esperanza Aguirre: "Quedaría en el ámbito del comité financiero, y se podría aprobar de manera inmediata, sin autorización previa de la Comunidad de Madrid".

"Lo regularizarían en septiembre. Ya veremos..."

Pasado un cuarto de hora de las diez de la noche Gonzalo Alcubilla envía un nuevo correo electrónico a Matías Amat Roca, en el que le pide el visto bueno a la operación con Díaz Ferrán: "Visto con riesgos. Podemos hacerlo mañana si es necesario". E incluso le dice que para agilizar se podría hacer autorizando un "excedido" por los dos millones de euros en la póliza de crédito que ya le habían dado a sus empresas: en total 26,5 millones de euros: "Lo regularizarían en septiembre (ya veremos... en todo caso tendremos las garantías del crédito y su obligación de pagarnos con la venta de Marsans)", continúa Alcubilla, que finaliza su misiva: "Gerardo no sabe nada todavía, Pensaba llamarle mañana, después de comentarle primero al presidente. Dime si quieres que los hagamos de otra forma".

Esta operativa fue aprobada por Amat Roca con un simple "ok" pasados 31 minutos de la medianoche. Y cuatro minutos después, a las 00:35 horas, uno de los número dos de la caja lo reenvía al correo electrónico a Blesa, que a las 00:38 horas, le contesta: "Que me lo comente mañana a primera hora, le diré algo a Gerardo y luego que se lo explique Gonzalo [Alcubilla]. Tendría que ponernos alfombra roja. Gracias". Y Amat vuelva a dar en ese momento instrucciones a Gonzalo Alcubilla: "Llámale al jefe pronto".

"Efectos contables no deseados"

A la mañana siguiente, a las 12:56 horas del 21 de agosto, Alcubilla dirige un nuevo mensaje, pero en esta ocasión a Díaz Ferrán para explicarle la operación. Al mismo tiempo le indica que la caja estaba intentando localizar a un notario "con el objetivo de poder firmar esta misma mañana si así lo consideráis". A las 14:27 horas, Alcubilla vuelve a dirigirse al expresidente de la patronal, para indicarle que habían quedado en la notaria "para firmar ahora mismo". Asimismo, le recuerda que por la forma en la que estaban instrumentando la operación (mediante un excedido en la cuenta de crédito) "para poder hacerlo tan rápido como necesitáis es fundamental que procedáis a regularizar este excedido en el tiempo que comentamos (mediados de septiembre)". Según se indica en el propio correo, el excedido era equivalente a un descubierto de cuenta "y de no regularizarse tendría efectos contables no deseados en toda nuestra posición de crédito con nuestro grupo".

Precisamente, el apartado del riesgo es otro de los puntos que aborda el juez en su auto, que indica que con la ampliación del crédito se estaba elevando el riesgo de cara al cumplimiento de la "obligación". Para el magistrado, la ampliación del crédito fue un "despropósito" que lejos de incluir un aumento de la diligencia y las salvaguardas, "premia al deudor manifiestamente incumplidor otorgando un nuevo contrato". Y este nuevo contrato, especifica Silva, "interesó calificarlo como mero excedido para burlar los controles de la Consejería de Madrid y del consejo de administración", que no fueron informados de la modificación del crédito.

Más sobre este tema
stats