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Caso Nóos

El juez ve indicios de que la intervención de Barberá y Camps fue “decisiva” para Nóos

Matas, Aguirre, Camps, Rajoy, Barberá y Herrera en un viaje en barco en 2006.

El juez instructor del caso Nóos, José Castro, ve indicios de delito en la actuación del expresidente valenciano Francisco Camps y la actual alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Es más, observa indicios de que ambos pudieron tener una "decisiva e imputable intervención" en los manejos que permitieron a la pretendida ONG Instituto Nóos hacerse con 3,5 millones públicos en esa comunidad.

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Una vez que las Cortes Valencianas han certificado que Camps y Barberá ostentan la condición de diputados autonómicos en Valencia y que, por tanto, solo puede investigarles el Tribunal Superior de esa comunidad (TSJCV), el juez remitirá probablemente hoy a la justicia valenciana lo que se conoce como exposición razonada, una especie de auto dirigido a otros magistrados y donde se relatan los hechos que sustentan la decisión de traspasar una parte de las diligencias. Si el TSJCV acepta la inhibición parcial de Castro, asumirá la investigación de todo lo sucedido en Valencia. Si la rechaza, el paquete valenciano volverá a manos de Castro pero Camps y Barberá difícilmente podrán ser imputados salvo que la Fiscalía o la acusación popular -Manos Limpias- recurra al Supremo para que fuerce al TSJCV a aceptar el caso.

Esta es la segunda ocasión en que un juez sin competencias legales para imputar a Francisco Camps envía al TSJCV valenciano una exposición razonada. La primera vez fue en la primavera de 2009, cuando Baltasar Garzón halló indicios de delito en la actuación de Camps con la trama Gürtel. Presidido entonces por un juez amigo de Camps, que todavía ocupaba la Presidencia de la Generalitat. El TSJCV solo aceptó investigar si la red de Francisco Correa había regalado trajes y otras prendas a Camps y otros tres altos cargos de la Generalitat y/o el PP valenciano. En el verano de ese año, intentó cerrar en falso la instrucción, reabierta luego por orden del Supremo y que derivó en un juicio con jurado del que Camps salió absuelto.

Muy probablemente, y además de la adjudicación a dedo de las tres minicumbres denominadas Valencia Summit y de los fallidos Juegos Europeos, la exposición razonada de Castro abordará también los contactos que Urdangarin mantuvo con la Generalitat y con la propia Rita Barberá para preparar los hipotéticos y tampoco nunca celebrados Juegos de la Juventud. Asimismo, el escrito del magistrado incluirá, salvo sorpresa final, una referencia a la supuesta reunión -nunca desmentida hasta la fecha- que congregó en La Zarzuela en enero de 2004 a Iñaki Urdangarin, su socio de entonces, Diego Torres, Francisco Camps y Rita Barberá. Según Torres, en ese encuentro se fraguó la idea de organizar la primera Valencia Summit. La de ese año fue la cumbre inaugural de una serie de tres cónclaves de menos de cuatro días de duración y en los que, aun figurando como organizador, Instituto Nóos iba a gastos pagados -todos los sufragaban la Generalitat y una fundación del Ayuntamiento de Valencia- y recibía un "canon" contante y sonante de 1,04 millones de euros.

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