La salida de la crisis

Tsipras: “La austeridad es el enemigo número uno de la democracia”

Alexis Tsipras, líder de Syriza, con Cristina Narbona y Nicolás Sartorius, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid este 30 de mayo.

"Europa puede salvarse". 

Alexis Tsipras, la estrella emergente de la izquierda europea, ansiaba proyectar ayer un mensaje contundente en España: Europa aún no está derrotada del todo, todavía puede pelear para sobrevivir, hay esperanza. Líder de Syriza, la segunda fuerza política griega, Tsipras venía a indicar el camino de salida de la crisis: la unión de las izquierdas, la movilización de los ciudadanos, la apuesta por la convergencia de los "pueblos", la construcción de la "alianza europea contra la austeridad". Porque, como dijo Tsipras, "la austeridad es el enemigo número uno de la democracia". 

Muchos titulares dejó el jefe de filas de Syriza en su segundo acto público de este jueves, 30 de mayo. Por la mañana compareció brevemente con Izquierda Unida, la formación que le había invitado a España. Y ayer por tarde protagonizó un acto multitudinario –la sala del Círculo de Bellas Artes de Madrid atestada, muchos asistentes de pie, otros sentados en el suelo– organizado por Economistas frente a la Crisis. Se palpaba que no era una ponencia de un dirigente más, sino la conferencia de un referente político de la izquierda europea que supo reunir a cuadros de diferentes partidos (PSOE, IU o Equo), sindicatos y movimientos sociales. 

Tsipras explicó qué le ocurre a Grecia, qué le pasa a Europa, qué mal padece la socialdemocracia y qué hay que hacer. Y se afanó en pintar su país, Grecia, como el ejemplo de una enfermedad que recorre Europa, una infección nada aislada y que por eso merece una respuesta compartida. 

La encrucijada de la socialdemocracia europea

Los ciudadanos del sur de Europa, dijo, son como los alemanes del este en tiempos de la Alemania dividida. Porque la crisis del euro "ha sido aprovechada por Angela Merkel para configurar una relación de dependencia jerárquica con los países del sur". Esa segregación norte-sur, sin embargo, es para Tsipras un artificio buscado por el capital para "confrontar a los pueblos". "Tenemos la Europa que ha configurado la derecha y la socialdemocracia europeas". Una socialdemocracia que ha renegado de su "pasado" y se encuentra "entregada a la hegemonía neoliberal". 

La reflexión del jefe de Syriza se detuvo entonces en los socialdemócratas, porque ahora mismo se encuentran en una encrucijada "muy importante": ¿seguir la estrategia "neoliberal", la "ruptura total de nexos con sus bases"? ¿O decidirán girar a la izquierda?

La disyuntiva sirvió a Tsipras para relatar cómo había ido, apenas unas horas antes, su entrevista con Alfredo Pérez Rubalcaba. Según contó, el secretario general del PSOE le confesó que su partido hallaba "muy difícil" levantar cabeza. Y eso que no había "engañado de forma desvergonzada a los ciudadanos" como hizo el Pasok en Grecia, comentó. "Me dijo que es muy dificíl levantar cabeza porque la gente tiene memoria y se acuerda de las políticas de [José Luis Rodríguez] Zapatero. Le dije que la decisión crítica y difícil a la que se enfrenta no pasa por adormecer a los ciudadanos para que olviden el pasado, sino por virar el buque a la izquierda y liquidar esta política de sometimiento a los dogmas neoliberales" y a los recortes.

El Pasok no es el ejemplo

Un consejo crudo que el PSOE desmintió por completo. Fuentes socialistas negaron a infoLibre que el cabeza de Syriza hubiera hecho algún tipo de recomendación de la política que debía hacer el partido. En el resumen que la dirección federal hizo de la cita en Ferraz, de hora y media (y pedida por Syriza), sólo apuntó en un comunicado que Rubalcaba y Tsipras habían "intercambiado opiniones sobre las graves consecuencias económicas y sociales" de la crisis en Europa y sobre cómo cada país "debe manejar su propia situación" en relación con los programas de ajuste y de consolidación fiscal. El PSOE afirmó que Rubalcaba reiteró su "firme compromiso para cambiar la actual política europea", ámbito en el que los socialistas vienen "colaborando intensamente" con su partido hermano, el Pasok. 

Tsipras en su reunión ayer por la tarde con Rubalcaba en la sede federal del PSOE | INMA MESA

El Pasok, tercera fuerza política en Grecia, es para Tsipras un ejemplo para no seguir, justo por gobernar con la derecha en coalición en vez de "virar a la izquierda". El Ejecutivo heleno, arremetió, intenta "crear expectativas no racionales, crear una burbuja de euforia", cuando la realidad "se vengará de estos sueños de una noche de verano". La crisis en Grecia es hoy igual de dura que ayer, y mañana sólo habrá, a su juicio, "paro, pobreza y una realidad virtual de éxito". Fuentes de socialistas negaron que hubiera hecho ninguna recomentación de la pol´ticia del soe. 

"Los que creen que podemos hablar de un oasis de democracia y derechos en un paisaje con el memorándum de entendimiento se equivocan. Porque la austeridad es el enemigo número uno de la democracia. La víctima número uno de la austeridad es la democracia", analizó. 

"Syriza es el aliado número uno de Europa, no es el enemigo"

Tsipras ahondó en lo importante que sería una victoria de la izquierda alternativa en uno de los países más baqueteados por la troika. No existen en Europa "islas", "se equivocan" quienes creen que el cambio en un punto del continente no acarrearía consecuencias. "Si Syriza hubiera ganado las elecciones en 2012, nada sería igual en España, Portugal o Italia. De ahí los ataques hacia nosotros. Por eso Syriza se ha convertido en el enemigo número uno. Pero Syriza no es el enemigo, sino el aliado número uno de Europa. Los que aplican la austeridad destruyen Europa. Nosotros somos los europeístas". 

La gran "estrategia" seguida por los poderosos y por la troika, según Tsipras, ha sido esta: "Aislar a cada víctima [a cada país con problemas], machacarla e impedirle tener alianzas". En cambio, si Grecia, España, Chipre, Portugal o Italia hubieran unido fuerzas, "¿la amenaza habría sido todos fuera del euro?". 

Para Tsipras, tres años de "austeridad durísima" merecen varias conclusiones. Una: si Europa "sigue así, llegará la desestructuración y la catástrofe". Dos, cuando "la víctima", Europa, "pierde sangre y está en coma", no bastan las "aspirinas"

"Parece utópico" y no lo es

La siguiente estación en el discurso la ocuparon las medidas. La alternativa. "Recuperar la democracia, aprovechar cualquier rayo de luz que se vea entre las ruinas", "movilizar a los ciudadanos con un programa radical de cambio de rumbo", y movilizarlos ya, "antes de que sea tarde". Armar "una alianza europea contra la austeridad", volver a la vieja concepción de uno de padres los fundadores de la UE, Jean Monnet: "No creamos alianzas de Estados, sino que unimos a seres humanos". "Hacer frente a la crisis de la deuda", permitir la emisión de eurobonos, lograr una quita de la deuda. ¿Quita? Tsipras se retrotrajo a los años cincuenta del siglo pasado, cuando parte de la deuda alemana fue perdonada para que pudiera levantarse. "Es que hoy es como si saliéramos de la guerra", comparó. Más objetivos: llegar a un "New Deal generoso y eficaz", meter en citura a los mercados y a la banca. 

Tsipras, durante su intervención en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, ayer 30 de mayo | EFE

El jefe de Syriza dijo que no es de natural "pesimista", aunque los mensjaes y la situación actual no parece conducir al "optimismo" –"Estamos cayendo en el precipicio"–. Pero "lo que cambiar el rumbo de las cosas no es esperar que los líderes europeos vean el riesgo, sino que los pueblos salgan en primera línea. Las cosas van a cambiar muy pronto". Recordó que hace años nadie pensaba en la rebelión de los ciudadanos en los países árabes. Y tuvieron su primavera. Europa también tendrá, auguró, su "primavera mediterránea". "Parece utópico hoy, pero el momento más oscuro de la noche se produce justo antes de que amanezca". 

Narbona: "Aquí no gobernamos con la derecha, sino con IU"

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Tras la intervención de Tsipras, la sala se vue vaciando. Los otros dos ponentes, Nicolás Sartorius, vicepresidente ejecutivo de la Fundación Alternativas –colaboradora de la organización del acto–, y Cristina Narbona, miembro de Economistas frente a la Crisis, se adhirieron a las tesis del dirigente heleno. Sartorius, uno de los fundadores (por cierto) de IU, apostó por una smart alliance, no un "frente de los países del sur contra los del norte", porque en Estados emergentes como Alemania también hay "millones de ciudadanos" que se oponen a las políticas de austeridad. La exministra socialista de Medio Ambiente subrayó que se está utilizando la crisis "desde una determinada ideología", por lo que coincidió en la necesidad de articular una "gran alianza de ciudadanos europeos más allá de fronteras sobre las bases de la equidad y el progreso". 

Pero Narbona, hoy miembro del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y muy distanciada de Rubalcaba, defendió el cambio de tercio de su partido. El PSOE, enfatizó, está acometiendo "una profunda revisión de lo hecho". "Aquí no gobernamos con la derecha, gobernamos con IU en Andalucía y Asturias y hacemos cosas distintas a las del Gobierno del PP". 

No hay que confundirse, vino a responder Tsipras al término del acto, al filo de las diez de la noche. Porque "la solución no está en las alianzas, sino en dar un vuelco a las cosas. En cambiar la política". Ese es el reto titánico que tiene por delante Europa. Y el tiempo no es infinito. 

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