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Caso Gürtel

El inesperado viraje de la Fiscalía lleva a Bárcenas a la cárcel

Alicia Gutiérrez / Tono Calleja

El paso dado por Anticorrupción al sumarse este viernes a la solicitud de cárcel para Luis Bárcenas con el añadido de que fuese incondicional marca un punto de inflexión lleno de aristas, dominado por el factor sorpresa y que ha colocado entre rejas al primer político del caso Gürtel, el hombre que durante veinte años controló las cuentas del PP.

Oficialmente, la clave del cambio estriba en el grave riesgo de fuga o de destrucción de pruebas que revelan los documentos enviados por Suiza. El pasado día 10, Ruz ya imputó a Bárcenas otros tres delitos -blanqueo, falsedad documental y estafa procesal-, lo que venía a agravar su situación procesal y, por tanto, el riesgo de fuga.

El primer sorprendido, y así lo cuenta una fuente de su entorno cercano, ha sido Bárcenas, quien, como subraya el juez Ruz en su auto de prisión, ayer jueves hizo una declaración cuajada de respuestas vagas y desmemoriadas. "Bárcenas había hecho planes para la próxima semana y, de hecho, habíamos quedado el lunes", relata un allegado. Otra persona de su confianza asegura que, hace apenas una semana, el extesorero observaba su declaración de hoy "sin la más mínima preocupación".

En ninguna de las ocho declaraciones judiciales prestadas a partir de 2009 y hasta la ayer por Luis Bárcenas, Anticorrupción observó riesgos que le llevaran a pedir la prisión, ni siquiera cuando en enero de este año trascendió que el extesorero se había acogido a la amnistía fiscal para regularizar 10 millones y buscando librarse de una acusación por delito fiscal. Dos meses más tarde, el juez Ruz ya tenía los primeros papeles de Suiza, que confirmaban cómo Bárcenas había llegado a ocultar allí 38 millones de euros. Posteriores documentos acreditaron que la cantidad depositada llegó hace varios años a 48 millones. Los investigadores creen que el monto puede ser superior. Y siguen rastreando por diversos países el rastro del dinero.

Formalmente, la petición de cárcel no partió de la Fiscalía sino de la asociación de letrados Adade, que ejerce la acusación popular y que requería cárcel eludible para fianza. Pero, en la práctica, para el juez habría sido más controvertido meter entre rejas al primer político del caso Gürtel -y político de gran peso que siguió cobrando del PP hasta hace cinco meses- sin el apoyo expreso de la Fiscalía.

Según fuentes jurídicas, Anticorrupción no cerró su nueva posición hasta el miércoles y la mantuvo bajo un hermético secreto. Hasta ahora, la Fiscalía había venido sosteniendo que la retirada del pasaporte dictada el 25 de febrero y la obligación de presentarse en el juzgado cada 15 días, impuesta en esa misma fecha, eran medidas cautelares suficientes. En ese momento, el juez Ruz ya tenía en su poder los primeros papeles de Suiza, atestados de información comprometedora para Bárcenas.

Ruz habría tenido más difícil dictar orden de prisión a solicitud exclusiva de una acusación popular de carácter progresista y en un caso donde se investigan los manejos de una trama corrupta con administraciones gobernadas por el PP: es decir, por el partido de Mariano Rajoy y de Alberto Ruiz Gallardón, que como ministro de Justicia es quien propone de hecho el nombre del fiscal general del Estado. Aunque los fiscales poseen un amplio margen de maniobra, las decisiones conflictivas se rigen en última instancia por el principio de jerarquía. Resulta, por tanto, inverosímil que las fiscales del caso Gürtel solicitaran ayer prisión para Bárcenas sin el conocimiento y autorización previa de sus superiores.

¿Por qué la Fiscalía, que en las ocho comparecencias anteriores de Luis Bárcenas ante los sucesivos jueces del caso nunca había solicitado prisión y lo hace ahora? Según fuentes oficiales, los últimos documentos remitidos por Suiza sobre los movimientos de cuentas de Bárcenas para ocultar el rastro del dinero han sido definitivos. 

Los documentos iniciales enviados por Suiza llegaron en febrero, y de ahí que ese mes el juez impusiera a Bárcenas medidas cautelares: ya entonces temía que el extesorero, que hasta un mes antes había seguido cobrando del PP, huyese pero entendió innecesario su encarcelamiento. Aunque incompletos entonces, aquellos papeles suizos ya revelaban un auténtico baile millonario de dinero entre cuentas y países. Pero no fue hasta esta semana cuando el juez tuvo en su poder los últimos informes policiales que desbrozan el contenido del dossier suizo y alertan de los movimientos de dinero realizados por Bárcenas para borrar el rastro, así como sus estrategias para procurarse coartadas. Entre ellas, la de que el origen de 500.000 euros que su mujer ingresó en metálico en 2006 era la venta de unos cuadros a una marchante que hace tres semanas desmintió al completo la versión de Bárcenas. A esa operación de cuadros, en cuya veracidad insistió este jueves Bárcenas al tiempo que acusaba a la marchante de sufrir “enajenación”, le dedica Ruz un apartado en el relato de aquellos hechos que sustentan la orden de prisión.

El viaje de Bárcenas a Soto del Real llega en la recta final de una semana que comenzó con durísimos ataques del alto dirigente del PP Carlos Floriano a la instrucción del sumario Gürtel, "una causa general" contra el partido, según sus palabras. Pero, también, con alegatos como el de la nueva líder del PP vasco, Arantxa Quiroga, sobre la necesidad imperiosa de reaccionar ante lo que considera "un caso vomitivo": el de Bárcenas.

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