Los fieles a Aguirre lanzarán su candidatura a la Alcaldía si Madrid no es olímpica

En la política madrileña hay una fecha subrayada con fluorescente: el 7 de septiembre. Ese día, Madrid intentará por tercera vez consecutiva ser elegida sede olímpica, uno de los sueños que el ahora ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, trasladó a Ana Botella, la heredera de la alcaldía de la capital. La cita es en Buenos Aires y de ella no sólo saldrá la ciudad que albergará los Juegos Olímpicos de 2020. También aportará algo de luz a lo que puede ser el futuro político del Partido Popular en Madrid.Partido Popular en Madrid.

Poco ha dejado claro la alcaldesa Ana Botella sobre sus planes de futuro hasta la fecha. Bien por discreción, según unos, o por desconfianza hacia sus interlocutores, según otros, la mujer de José María Aznar se resiste a enseñar sus cartas. ¿Quiere ser candidata a las municipales de 2015 si Génova da el visto bueno? ¿Prefiere retirarse después de una legislatura agitada y marcada por la tragedia del Madrid Arena? En el partido citan precisamente este 7 de septiembre como la fecha clave para que la balanza se incline hacia un lado o hacia el otro. Dirigentes del PP de Madrid consultados por infoLibre apuntan que volver de Argentina con los Juegos Olímpicos bajo el brazo podría hacer que la regidora quisiera ser cabeza de lista para los comicios de 2015, siempre y cuando gozase del visto bueno de Mariano Rajoy.

Es en ese momento en el que se pondrán en marcha los diferentes sectores del PP madrileño para intentar posicionarse de cara a las municipales de mayo de 2015. El sector más fuerte –que abarca aproximadamente el 90% de la militancia– es el que conforman los aguirristas, los fieles a la presidenta del partido y de la Comunidad de Madrid. Este sector, con poder en la Comunidad, pero también en el Ayuntamiento, está dispuesto a movilizarse para reclamar a Mariano Rajoy que recupere a la expresidenta y la incluya como cabeza de lista al Ayuntamiento de Madrid.

Relaciones 'tocadas'

Poca importancia da este sector del PP de Madrid al hecho de que las relaciones entre el presidente del Gobierno y la presidenta del PP de Madrid lleven ya tiempo tocadas. Consideran que, llegado el momento de decidir, Mariano Rajoy no mostraría oposición a permitir el regreso de Aguirre a la primera línea de la política siempre y cuando ello le supusiese una victoria segura. Y los partidarios de este escenario creen que la lideresa, como ella se autodefinió, lo lograría "de calle". "En un momento delicado, con la crisis y las medidas impopulares que ha aprobado este Gobierno, se necesita un candidato con efecto arrastre. Y está demostrado que Aguirre tiene tirón", defienden en el entorno de la líder de los conservadores madrileños. 

Otro de los argumentos que defenderán los partidarios del regreso a la primera línea política de la presidenta del PP de Madrid es que "es una candidata muy conocida y capaz, además, de ayudar a la campaña de quien definitivamente sea el candidato o candidata a la Comunidad de Madrid". 

Uno de los elementos clave con los que contará el PP para decidir a sus cabezas de lista en la capital serán las encuestas. Los aguirristas creen que su candidata presentaría mejores resultados que Botella y que la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, otro de los nombres que ha sonado en los últimos meses para el Ayuntamiento.

Últimamente, Aguirre no se ha pronunciado sobre su posible regreso. Dicen quienes la conocen que ocupar la alcadía de la capital, "ser alcaldesa electa", no es una opción que rechace de plano. Es más, en alguna ocasión a lo largo de su carrera política ha puesto de manifiesto su interés por gobernar el consistorio.

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Hay, no obstante, un sector en el PP que considera que antes de dar el paso a Aguirre de nuevo, Mariano Rajoy debería intentar un "relevo generacional" en Madrid, apostar por alguien de su entorno o que sea bien visto en su entorno y, de paso, trasladar esta nueva estructura al PP de Madrid, que debe celebrar congreso en 2016 y que está íntegramente controlado por Aguirre y sus fieles. En ocasiones, para la dirección nacional del partido, Madrid se ha convertido en un problema. Y todos los intentos de control han caído en saco roto.

No es un secreto que, cuando Aguirre anunció su marcha de la Comunidad y cedió el testigo a Ignacio González, muchos en Génova se frotaban las manos pensando en que la coyuntura iba a permitir que la presidencia del PP fuese ocupada por alguien más de aparato nacional. La candidata favorita de Rajoy era Ana Mato, ahora ministra de Sanidad.

En un primer momento, Aguirre valoró la posibilidad de abandonar también el partido, dejarlo en manos de su número dos, Ignacio González. Cuentan en su entorno que una llamada de la secretaria general, María Dolores de Cospedal, instándole a abandonar el cargo en el partido le llevó a cambiar de opinión y aferrarse a la presidencia del PP de Madrid. Quienes en su día la animaron a mantener su despacho en la primera planta de Génova, sede de la formación regional, son los mismos que ahora pretenden que sea cabeza de lista al Ayuntamiento de Madrid.