Tres escenarios para salir de la incertidumbre

La situación creada por el caso Bárcenas y la vinculación cada vez más evidente entre el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el extesorero del PP, sitúan el Gobierno de España en medio de la incertidumbre. Estos son los tres escenarios posibles:

01. Que Rajoy no dimita

Desde el punto de vista institucional, Mariano Rajoy y el PP cuentan con apoyo suficiente para mantenerse en el poder. La sólida mayoría absoluta que conquistó en las elecciones de 2011 no ha dado muestras de debilidad a pesar de las tensiones a la que está siendo sometido su partido como consecuencia del caso Gürtel y de las investigaciones judiciales abiertas en torno a la financiación ilegal del PP y del pago de sobresueldos a la mayoría de sus dirigentes. Hasta la fecha son muy pocas las voces que desde dentro del PP han manifestado públicamente críticas veladas a Rajoy, y siempre sin afectar a su liderazgo: " target="_blank">singularmente las de Esperanza Aguirre y José María Aznar. Lo único que puede quebrar la unidad interna del PP es que Luis Bárcenas continúe presentado pruebas que comprometan al presidente y a sus principales colaboradores.

02. Que Rajoy dimita

El PP prometió a Bárcenas la caída de Gallardón y la nulidad del proceso si guardaba silencio

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La dimisión de Rajoy no implica automáticamente la convocatoria de elecciones anticipadas. Su renuncia pondría inmediatamente el Gobierno en funciones bajo la dirección de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, hasta que el Congreso eligiese otro presidente, que no tiene necesariamente que ser un diputado, lo que abre el abanico de candidatos más allá del actual grupo parlamentario. Únicamente en el caso de que transcurriesen dos meses sin acuerdo en el Congreso, el rey disolvería las Cámaras y convocaría nuevas elecciones. Esta hipótesis permitiría al PP conservar el poder (le quedan dos años de legislatura) y salvar la situación creada por el caso Bárcenas a costa de prescindir de quien fuera su cabeza de cartel en las elecciones de 2011. La principal desventaja es que la formación conservadora está lejos de tener resuelta la cuestión de la sucesión de Rajoy y tendría que decidir un nuevo liderazgo en un tiempo récord.

03. Elecciones anticipadas

Rajoy puede disolver el Congreso y convocar elecciones anticipadas. Es el escenario más incierto y el que, probablemente, menos desean tanto el PP como el PSOE, a los que las encuestas de intención de voto pronostican un respaldo popular conjunto por debajo del 50%. En teoría el PP sería el más votado, seguido del PSOE, pero ninguno de los dos estaría en situación de gobernar en solitario. La clave de la nueva legislatura quedaría en manos de UPyD e Izquierda Unida, que cuentan con expectativas de voto crecientes y se convertirían en socios ineludibles para formar Gobierno. En teoría esta es también la hipótesis que la troika (Alemania a través de la UE, el FMI y el Banco Central Europeo) querría evitar a toda costa, porque se arriesgaría a perder el control económico del país.