Caso Bárcenas

Las citaciones judiciales a la cúpula del PP disparan la alarma en el partido

Las citaciones judiciales a la cúpula del PP disparan la alarma en el partido

El juez Pablo Ruz, instructor del caso Bárcenas, ha citado a declarar en calidad de testigos a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y a dos de sus antecesores en el cargo. Se trata del actual vicesecretario de Política Autonómica y Local de los conservadores, Javier Arenas, y del actual líder de Foro Asturias, Francisco Álvarez-Cascos. La número dos del partido que preside Mariano Rajoy se personará en la Audiencia Nacional el 14 de agosto; los otros dos tienen cita un día antes.

Este nuevo paso del magistrado, que integra las diligencias acordadas en respuesta a las demandadas por la acusación popular el 20 de junio, ha disparado las alarmas en el partido. Pese a que Cospedal y Arenas –Cascos es un episodio aparte porque dejó hace años la formación para fundar otro partido– acuden en calidad de testigos sin imputársele cargo alguno, dirigentes conservadores consultados por infoLibre exhiben su preocupación por la imagen que se traslada a la opinión pública de un partido cuya cúpula se pasea por los juzgados.

El juez entiende que estos tres testimonios resultan pertinentes, útiles y necesarios en tanto en cuanto todos ellos han estado al frente de la secretaría general del PP durante los distintos periodos a los que se extiende la presunta contabilidad B y los apuntes que en ella figuran. Al respecto, choca en la formación que Ángel Acebes, secretario general entre 2004 y 2008 no haya sido convocado por Ruz. Mariano Rajoy, presidente del Gobierno, también lo fue durante un año entre septiembre de 2003 y octubre de 2004.

"Aunque vayan como testigos, la imagen que se da, la foto que queda en la retina de los ciudadanos no es buena. No es lo más razonable", se lamenta un dirigente conservador que destaca, además, que "esto es sólo el comienzo de la instrucción de este caso".

Ligada a esta preocupación está la de que estas comparecencias van a centrar gran parte de la actualidad informativa del mes de agosto. Con ello, el deseo de Rajoy y su equipo de intentar rebajar la tensión que rodea a este escándalo a partir del día 1 de agosto, cuando comparece en el Senado, se evapora. "Últimamente se ha filtrado todo lo que ha ocurrido en los juzgados relacionado con este caso, por lo que, si sigue ocurriendo lo mismo, lo que digan Cospedal, Arenas o Cascos afectará al día a día del partido", mantiene un líder regional. 

En un sentido similar, un diputado nacional sostiene que lo que ocurra en la Audiencia Nacional los próximos 13 y 14 de agosto servirá para empañar aún más la actividad de un partido y un Gobierno que en los últimos meses han funcionado a expensas de los movimientos de su extesorero, Luis Bárcenas. "Hemos hecho una reforma local importantísima, una ley de emprendedores, estamos en la fase final de la ley de transparencia, lanzando la reforma de las administraciones públicas... Pero el caso Bárcenas lo invade todo. caso BárcenasNo sólo en Madrid, también en el día a día de nuestros pueblos", se queja un dirigente provincial.

El factor Álvarez-Cascos

Tampoco ha pasado inadvertido en el PP que uno de los citados sea Francisco Álvarez-Cascos, exministro de los Gobiernos de José María Aznar, exsecretario general de los conservadores y, ahora, presidente de Foro Asturias, el partido que creó tras abandonar las filas conservadoras el 1 de enero de 2011.

Nada más conocerse ayer su citación a declarar en calidad de testigo, algunos sectores del PP pusieron sobre la mesa la posibilidad de que el ahora diputado en el parlamento asturiano aproveche su declaración ante Ruz para "ajustar cuentas" con su antiguo partido. En este caso, todas las miradas se dirigían a la actual número dos. 

En el entorno del "general secretario", apodo que se ganó por su férreo estilo de ejercer el poder en la formación, atribuyen a María Dolores de Cospedal el hecho de que no fuese candidato a las elecciones autonómicas en Asturias en 2011, motivo por el que dio el portazo, y también el hecho de que el PP no le apoyara en su investidura como presidente ni posteriormente los presupuestos regionales. Esto llevó a Cascos a convocar de nuevo elecciones y perdió la presidencia del Principado.

No obstante, otras fuentes subrayan que el líder de Foro Asturias ya ha dicho en los últimos meses todo lo que tenía que decir sobre los papeles de Bárcenas y se ratificará en lo dicho ante Ruz. "En este caso, sembrar dudas sería pegarse un tiro en el pie porque él también quedaría en entredicho por mucho que los posibles delitos ya estuviesen prescritos".

El pasado mayo, el propio Álvarez-Cascos admitió que durante los años 90 cobró un sobresueldo en el PP de 10.000 euros al mes.

La actual número dos del PP y Arenas también están entre los perceptores de sobresueldos según la contabilidad del hombre al que Mariano Rajoy aupó a la tesorería del partido. Además, Bárcenas acusó al PP de Castilla-La Mancha, que preside Cospedal, del cobro de una comisión de 200.000 euros a cambio de una contrata de limpiezas a la firma Sufi, del grupo Sacyr.

Pedientes de Rajoy y de "posibles grabaciones"

En este contexto, el presidente del Gobierno acude este jueves al Senado –el Congreso está en obras– para, entre otros asuntos, rendir cuentas sobre el caso Bárcenas. Fuentes del PP consultadas por este diario reconocen que la comparecencia de Rajoy condicionará en cierto sentido las declaraciones de Arenas y Cospedal ante Ruz. Además, existe el temor más o menos extendido de que, días después de esta cita, el extesorero desmonte otra vez la estrategia del líder del Ejecutivo con nuevas revelaciones. 

Sería lo mismo que ocurrió hace unas semanas cuando la publicación de una cadena de SMS entre el extesorero y Rajoy echó por tierra la tesis que hasta la fecha siempre había defendido el partido: que el presidente del Gobierno cortó comunicaciones con Bárcenas cuando en el mes de enero El País publicó la contabilidad B.

El juez Ruz cita como testigos a Cospedal, Cascos y Arenas en el 'caso Bárcenas' en pleno agosto

En el PP están convencidos de que el presidente del Gobierno no entrará al fondo de esta cuestión. Pero también están convencidos de que Rajoy debe "tapar todos los agujeros posibles" que depués impidan "nuevos ataques" del extesorero.

"Sería un ejercicio de altísimo riesgo que hiciese afirmaciones que después pudiesen ser desmentidas, por ejemplo, por grabaciones", añade un dirigente conservador.

Mientras, desde el Gobierno son muy conscientes de que pese a que Rajoy pueda ganar el debate, en el sentido de que el resto de grupos dejen de pedir su dimisión y el PSOE retire la amenaza de la moción de censura, puede perder "la batalla de la opinión pública". Un riesgo que seguirá presente doce días después cuando Arenas, Cospedal y Cascos acudan a declarar a la Audiencia Nacional.

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