Los efectos de la crisis

¿Hay niños que pasan hambre en España?

Comedor, infancia, nutrición

Ibon Uría

El portavoz adjunto del PP en el Congreso de los Diputados, Rafael Hernando, ha insistido este viernes: alimentar a los hijos es una tarea de los padres y la desnutrición infantil es, por tanto, una responsabilidad que sólo a ellos les corresponde. Hernando ha salido así al paso de las críticas que ha recibido tras afirmar que los casos de desnutrición infantil son "puntuales" en España y que algunos utilizan a los niños para hacer "demagogia política".

Pero, más allá de las polémicas palabras del diputado conservador, ¿hay niños en España con problemas de nutrición? Según Diego Valderas (IU), vicepresidente de la Junta de Andalucía, hay "niños que lo están pasando mal". Valderas recordó que las ONG apuntan que hay un número importante de familias con problemas para alimentar a sus hijos. Y aunque los expertos coinciden en señalar que los datos de desnutrición –la imposibilidad de acceder a una cantidad adecuada de alimentos– no son alarmantes, sí que existe un creciente problema: la malnutrición infantil, es decir, la ausencia una dieta equilibrada y saludable por motivos económicos.

Sólo en Cataluña, el Síndic de Greuges –el equivalente al Defensor del Pueblo– ha denunciado esta semana que hasta 50.000 niños tienen privaciones alimenticias en esa comunidad, y que 750 menores de 16 años están diagnosticados por problemas nutricionales relacionados con la pobreza extrema y los bajos ingresos. Si se extrapolan esos datos a nivel nacional, puede calcularse, a modo orientativo, que más de 300.000 niños en España sufren carencias en su alimentación por las dificultades económicas que atraviesan sus familias.

En esta misma línea, el informe del Síndic apunta que 1 de cada 25 niños no pueden permitirse comer carne o pescado al menos una vez cada dos días. Esta proporción se ha multiplicado por seis desde el año 2008. Y se ha triplicado el número de hogares que atraviesa una situación calificada como de "privación materia severa". Fuentes de Cruz Roja en Cataluña aseguran que, ante la complicada situación que atraviesan muchas familias, se atendió el pasado año a 86.000 menores en riesgo de exclusión.

Pobreza infantil

Según datos de 2010 publicados por Eurostat, España es el octavo país de la Unión Europea con más niños en riesgo de pobreza, una situación que afectaba entonces a 2.200.000 menores, un 10% que en 2008. Las cifras de España sólo están por delante de las de países como Rumanía, Bulgaria, Letonia, Hungría, Irlanda, Lituania y Polonia. Con un 29,8% de niños en situación de pobreza, España se situa 2,7 puntos por encima de la media de la UE, casi 7 por encima de Francia (23%), 8 por encima de Alemania (21,7%) y prácticamente dobla a los mejores países de la clasificación (Suecia, 14,5% y Finlandia, 14,2%).

Más allá de los datos ofrecidos por el Síndic, es complejo obtener cifras concretas sobre la malnutrición infantil en España, como reconoce Dailo Allí, portavoz de UNICEF. Allí señala que la desnutrición no es un problema preocupante por el momento, pero resalta, eso sí, que "la pobreza infantil ha aumentado en los últimos años". Según el último informe de esta organización, casi cuatro de cada diez familias con hijos (37%) no puede afrontar gastos imprevistos, frente al 28% de 2008. Además, el 41% de las personas encuestadas admitieron en 2011 haber cambiado sus costumbres de consumo en alimentación.

UNICEF también recuerda en sus informes que, en plena crisis, las partidas destinadas a proteger a los más pequeños han sufrido recortes importantes. Ya en 2012, los Presupuestos Generales del Estado mostraban un descenso considerable en capítulos como la atención a la infancia y las familias (-42,5%) o los programas de servicios sociales de las comunidades autónomas (-43,2%). En el contexto de una situación económica cada vez más complicada, entre 2006 y 2010 cayó más de diez puntos el porcentaje de niños de entre 11 y 17 años que desayuna cada día (del 72,5% al 62,3%).

"Hay niños que se van a la cama con las manos en la barriga diciendo 'Tengo hambre', como hace 50 años", asegura el padre Ángel, fundador de Mensajeros de la Paz y conocedor de la actual problemática. "No podemos disimular que hay un millón de personas en los comedores sociales porque en sus casas no pueden comer. Y aunque tampoco hay que hacer una tragedia para alarmar, hay que recordar que los más alarmados son los que no pueden comer a final de mes", añade.

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Comedores también en verano

Ante esta situación, son varias las comunidades autónomas en las que los comedores escolares permanecen abiertos durante los meses de verano para garantizar que los menores reciben una alimentación adecuada. Por ejemplo, el Gobierno de Extremadura mantiene operativos 18 centros en las ocho ciudades más importantes de la comunidad tras aceptar una propuesta de Izquierda Unida a la que se sumó el PSOE. El objetivo, según el Ejecutivo autonómico, es garantizar la correcta nutrición de hasta 2.500 menores.

Por su parte, la Administración catalana ha señalado, en palabras de su consejera de Educación, Irene Rigau, que se pondrá en marcha un protocolo para detectar las necesidades alimentarias de los niños en los centros escolares. Y en Andalucía, un decreto garantiza desde finales de abril tres comidas diarias a los escolares más pobres. En esa fecha, la consejera de Presidencia e Igualdad, Susana Díaz, aseguró que uno de cada seis menores andaluces vive en una situación de pobreza extrema.

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