Medio ambiente

El Gobierno endurece los requisitos para obtener la máxima protección medioambiental

El Gobierno endurecerá los requisitos para obtener la máxima protección medioambiental

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este viernes, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha anunciado la aprobación del Anteproyecto de Ley de Parques Nacionales, que, entre otras cosas, aumentará la superficie mínima que ha de tener un territorio para ser declarado Parque Nacional –la máxima figura en cuanto a protección medioambiental en España– de las 20.000 hectáreas actuales a 25.000.

La vicepresidenta ha afirmado que la nueva norma se enmarca en la “conservación de los valores medioambientales". Sáenz de Santamaría ha informado, asimismo, de que el Anteproyecto busca "reforzar la eficacia del papel del Estado" en la gestión de los Parques Nacionales, aunque ha hecho hincapié en que las competencias siguen siendo de las comunidades autónomas. Sin embargo, ha incidido en la creación de un comité para la colaboración entre las comunidades y el Estado que garantice "la correcta conservación" de los Parques, y ha declarado que el propio Estado central podrá intervenir en caso de catástrofes o situaciones extraordinarias que pongan en peligro estos espacios.

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De igual manera, Saénz de Santamaría ha informado de que la futura Ley creará la marca "Parques Nacionales de España", ya que, según el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, "los Parques Nacionales deben constituir un referente no solo en su forma de hacer conservación sino también en su manera de gestionarse y de implicar a la sociedad en sus actividades". Asimismo, el Ministerio también informa de que "el Anteproyecto de Ley contempla la caza deportiva y comercial como una actividad incompatible en los Parques Nacionales, así como la pesca deportiva y recreativa y la tala con fines comerciales", aunque asociaciones ecologistas han mostrado su temor de que la "ambigüedad" con la que está formulada la regulación de las "actividades de control de poblaciones y de restauración de hábitats” puedan suponer precisamente una “puerta giratoria” para permitir la caza.

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