Políticas de austeridad

La austeridad provocará que 1 de cada 3 europeos esté en riesgo de pobreza en 2025

La austeridad provocará que 1 de cada 3 europeos esté en riesgo de pobreza en 2025

Ibon Uría

Las medidas de austeridad son las culpables del aumento de la pobreza en Europa. Es la principal conclusión del estudio de la agencia internacional Oxfam difundido este jueves. El documento lanza una clara advertencia: si no se revierten las políticas de recorte que se han impuesto en los últimos años, en 2025 habrá entre 15 y 25 millones de nuevos pobres en el Viejo Continente. En total, 146 millones de ciudadanos en riesgo de pobreza, prácticamente un tercio de la población de la Unión Europea.

El informe recuerda que, al tiempo que se han gastado 4,5 billones de euros en los rescates a la banca (el 36,7% del PIB del conjunto de la Unión), apenas se han dedicado 200.000 millones en estímulos para fortalecer el crecimiento. Y mientras muchos se van quedando atrás, una mayoría privilegiada apenas nota la crisis. Según el documento, "son los más pobres quienes asumen el coste de la deuda pública generada por las ayudas a la banca", algo en lo que también incide Teresa Cavero, autora del informe: "Hay unas élites que se benefician de las medidas con las que se está abordando la crisis", insiste.

En paralelo al empobrecimeinto generalizado, Oxfam llama la atención sobre factores adicionales que no hacen sino empeorar la situación de los más débiles. Así, se han deteriorado los servicios públicos a través de recortes y privatizaciones, se ha mermado la protección social y se ha debilitado la capacidad de negociación colectiva de los trabajadores. Sobre esto último, el diagnóstico que se efectúa es preocupante: "Grecia, Portugal y España han aplicado política para desmantelar la negociacion colectiva, lo que probablemente se traducirá en el continuo descenso del valor real de los salarios".

En realidad, lo que habría que hacer es precisamente lo contrario, argumenta Cavero: "Se está desmantelando el sistema de bienestar con una ligereza que ronda lo irresponsable, cuando habría que focalizar el gasto en la protección social para evitar que nadie quede atrás, y en Sanidad y Educación, las partidas que mayor impacto tienen a la hora de reducir la desigualdad a medio plazo".

El enésimo fracaso

Oxfam también llama la atención sobre un hecho relevante: no es la primera vez en la que las políticas de austeridad se revelan inútiles. En América Latina, en Asia y en África, entre los años 80 y 90, estas mismas recetas retrasaron el desarrollo 20 años, asegura el estudio. "Se agudizó la pobreza, se incrementó la desigualdad y se debilitaron enormemente las instituciones democráticas", añade Cavero.

Estos mismos resultados se están repitiendo ahora en Europa, según el texto, que también señala la inutilidad de las medidas planteadas a la hora de reducir el ratio de deuda sobre el PIB o el déficit: "Estamos lejos de los objetivos de Maastricht", se recuerda. Además, aquellos países en los que las medidas de austeridad no han sido "tan drásticas", ha habido "un mayor nivel de crecimiento", se defiende. Es el caso de Noruega y Alemania, que vendría a soportar la tesis de que los recortes no son la receta adecuada.

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Entonces, ¿cómo salimos de esta? El informe plantea una serie de medidas que apuntan hacia un objetivo final: "Un cambio de rumbo que evite a Europa una década perdida". El camino, eso sí, no será sencillo: "La ciudadanía debe aumentar su participación política, y necesitamos un nuevo modelo económico y social", se señala. "La ciudadanía necesita tener control sobre las decisiones políticas", dice Cavero.

En el terreno de lo concreto, el documento trata de ofrecer "alternativas políticas viables". Por ejemplo, la puesta en marcha de un sistema que garantice los ingresos mínimos "a 1.178.000 personas que actualmente están fuera del sistema", la aplicación de una tasa sobre las transacciones financieras, la apuesta por servicios públicos "universales y de calidad", la reforma del sistema fiscal para hacerlo más progresivo y la intensificación de la lucha contra los paraísos fiscales y la evasión de impuestos.

Por último, se plantea una mayor regulación del sector financiero y el inicio de "un proceso de arbitraje" para "una amplia reestructuración o cancelación de la deuda". "La deuda de la eurozona es insostenible, y lo que nos enseña la experiencia es que cuanto antes se ateje el problema, mejor", sentencia Cavero.

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