Análisis

Cinco noticias que pasarán ahora en Cataluña

Cientos de personas participan en la cadena humana entre las localidades de Avinyonet del Penedès y Cantallops.

Sergi Picazo

Hoy Cataluña, después de una Diada especialmente reivindicativa, con centenares de miles de personas en las calles y una cadena humana que recorrió 400 kilómetros de norte a sur, afronta una triple encrucijada: social, democrática y nacional. Primero, el drama económico, con la Generalitat rescatada de facto por el Estado español y la UE, suma ya 611.658 parados, y 205.000 de ellos no cobran ninguna prestación. Segundo, el desencanto con la democracia realmente existente está en máximos históricos: según las encuestas del Centro de Estudios de Opinión, organismo público catalán, los ciudadanos poco o nada satisfechos con el sistema democrático han pasado del 41% en 2006 al 78% actual. Y tercero, pero no último: el encaje de Cataluña dentro de España ha saltado en mil pedazos. Enric Juliana, conservador articulista de La Vanguardia, concluía en su última columna: “El independentismo es hoy la expresión más directa y dinámica del cúmulo de malestares que se concentran en Cataluña como consecuencia de la crisis económica y de la desgraciada revisión del Estatut”.

La cadena humana independentista, tal y como se preveía, fue un éxito de participación en una movilización masiva, pacífica y original. Las costuras del estatus quo catalán y español están más tensas que nunca. Pero... ¿y ahora qué? ¿Qué pasará a partir de mañana?

1.- De momento, ahora mismo, no pasará nada. Todos los partidos en Cataluña, desde el PP a la CUP, sabían que la movilización ciudadana iba a ser un éxito. Todos ya tenían escrita anteayer su reacción de mañana. Teatro verbal, mayorías silenciosas, guerra de cifras, declaraciones de respeto y poco más. La ANC, convocante de la cadena humana que unió de la mano a 1'6 millones de personas según la conselleria de Interior de la Generalitat, lanzó un mandato claro a CiU y ERC: convocar ya un referéndum. La fecha en la que se está pensando es septiembre de 2014, antes de la consulta de Escocia, que está prevista para el 18 de septiembre.

2.- En breve, sí habrá movimientos. El gobierno catalán, que tiene con apoyo de ERC la mayoría en el Parlament, ha confirmado que en los próximos dos meses anunciará una pregunta (o preguntas) y una fecha para realizar una consulta no referendaria en Cataluña sobre la independencia. El acuerdo de estabilidad firmado por escrito por Artur Mas y Oriol Junqueras ya decía que antes de final de año el gobierno debe convocar una consulta para el 2014 “con la salvedad de que el contexto socioeconómico y político requirieran una prórroga”. Esta frase es la más importante del pacto CiU-ERC. Los republicanos aseguran hoy que no seguirán dando apoyo al gobierno de Mas ni a los presupuestos del año próximo (que seguirán con los recortes) si no hay fecha para la consulta.

La reforma constitucional imposible (por ahora)

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3.- Pasada la Diada, la cadena humana independentista y la tensión en la calle, volverán los despachos. Las reuniones entre los enviados de CiU y del PP, en Moncloa o en Barcelona, en público o en secreto, se intensificarán en los próximos días. Algún ministro del gobierno de Rajoy ya ha sugerido el deshielo: reforma de la organización territorial del Estado, cambiando la Constitución, y una mejora sensible en el modelo de financiación de la Generalitat. Sin embargo, las reuniones, contactos y contraofertas no apagaran los ánimos de la sociedad civil catalanista. El PP sigue con el marco mental del pujolismo: dinero y competencias a cambio de unidad. La resolución del conflicto ya no está sólo en manos de los partidos. El globo sonda lanzado por Mas de aplazar el proceso hasta 2016 no ha tenido demasiado éxito en la calle aunque todos los dirigentes políticos, off the record, explican que el proceso será largo y complejo. El independentismo reclama velocidad consciente de que mantener el nivel de compromiso y activismo patriótico durante más de tres años será complicado.

4.- A seis meses vista, el Parlament catalán ya prevé tener su propia ley de consultas. Ante la posibilidad que el gobierno español rechace cualquier convocatoria bajo la ley de referéndums española, CiU y ERC aprobarán una legalidad catalana para dar cobertura a la consulta. 107 diputados de los 135 están de acuerdo en el derecho a decidir: todos, menos el PP y Ciutadans. La ley ya está en un trámite bastante avanzado. Los partidos cuentan que será previsiblemente recurrida al Tribunal Constitucional por el gobierno del PP. Dirigentes de ERC y CiU admiten que realizar la consulta en 2014 es extremadamente complicado. Políticamente, y logísticamente. Pero, como mínimo, quieren tener una cobertura legal, aunque sea sólo parcialmente legal porque el Estado suspenda la ley.

5.- El plan de gobierno catalán, también firmado por escrito con ERC, incluye "hacer efectiva" durante 2013-2014 la Administración Tributaria catalana -que se considera clave para el proceso soberanista-, crear un banco público de Catalunya, trazar un plan para la transición jurídica de la Administración de Justicia y tener preparada ya la logística para que la ahora comunidad autónoma pudiera "asumir la gestión del transporte –ferroviario y por carretera-, la energía –la nuclear, incluida- y el ciclo del agua”. El llamado Consejo Asesor para la Transición Nacional, formado por académicos catalanes de prestigio, escogidos por los partidos políticos catalanistas, ya prepara 19 informes sobre “los problemas con los que se puede encontrar un futuro estado catalán en sus primeros meses”. Estos documentos se entregaran a la Generalitat entre finales de año y marzo de 2014.

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