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Cataluña

Rubalcaba reprueba al Gobierno por “minimizar” la cadena por la independencia de Cataluña

Alfredo Pérez Rubalcaba, este jueves en los pasillos del Congreso, durante su comparecencia ante los medios.

Este jueves, en el primer día de resaca de la multitudinaria Diada de Cataluña 2013, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, invocó a la "mayoría silenciosa" que se queda en su casa. Peligro, interpreta el PSOE. Y en trillar ese mensaje se afanó horas después Alfredo Pérez Rubalcaba en una comparecencia ante los medios en los pasillos del Congreso. Manifestó su "respeto" por los ciudadanos que formaron parte de la exitosa cadena humana que cubrió ayer 400 kilómetros de norte a sur de Cataluña. "A esos ciudadanos hay que escucharles, sin duda, porque se manifestaron de forma muy multitudinaria y pacífica, planteando un conjunto de aspiraciones políticas. Creo que haríamos mal en no escucharles, en minimizar el asunto, en entrar en una discusión absurda de cifras. Había muchísimos catalanes. El Gobierno intenta minimizar esta situación, y creo que se equivoca", declaró. El secretario general del PSOE subrayó que es erróneo pensar que aquellos que no se sumaron a la Vía Catalana per la Independència "no quieren que no haya cambios", porque esa lectura simplista –la que a su juicio pregona el Gobierno– supone "mirar para otro lado", no afrontar el problema.

Rubalcaba recordó que hace un año, tras la marcha en Barcelona en la Diada 2012, que finalmente condujo a la celebración de unas elecciones anticipadas que ganó CiU –y en la que se dejó no pocos pelos en la gatera– analizó que la situación estaba "mal", conminó a Mariano Rajoy y a Artur Mas a que se "sentaran a dialogar" y pronosticó que iría a peor. Y ahora el líder socialista siente que el tiempo le ha dado la razón. Como ya dijo ante los suyos en el último Comité Federal, España padece tres "volcanes en erupción" (paro, caso Bárcenas y Cataluña), y para combatirlos no se puede responder ni con la "indolencia política" del presidente ni con una "reunión apresurada y concreta" entre Rajoy y Mas (la del pasado 29 de agosto) de la que se filtraron versiones distintas. "Eso no vale. A Rajoy, que es muy aficionado a pensar que el tiempo resuelve los problemas, le digo que ese problema no se va a resolver con el paso del tiempo. El año que viene será peor, se va a empeorar". Pero también le mandó un recado al jefe de la Generalitat: "Él es el president y debe encauzar este sentimiento de forma que no conduzca a Cataluña a un callejón sin salida". 

En el PSOE existe el convencimiento de que la encrucijada tiene muy complicada solución por los caminos que están explorándose. En particular, por una consulta tolerada por el Estado, porque a la postre no cabrá en el marco constitucional. Una vía plausible, para los socialistas, es la pista de despegue que ofrecieron con su Declaración de Granada, aprobada por el Consejo Territorial del partido el pasado 6 de julio, que apostaba por la reforma de la Carta Magna de 1978 en clave federal. "Una fórmula –insistió hoy Rubalcaba– para seguir viviendo juntos, para revisar las normas de convivencia que nos hemos dado porque están agotadas, revisarlas, ponernos de acuerdo y llevarlo al máximo rango, que es la Constitución". Una reforma "meditada, pactada, consensuada". El secretario general hizo hincapié en que el PSOE se esforzará por divulgar su propuesta en Cataluña, porque la va a defender "claramente". 

La reforma constitucional imposible (por ahora)

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Condena al ataque de "puro fascismo" en Madrid

Rubalcaba también se refirió al ataque ultra ayer en la sede de la Generalitat en Madrid. Lo condenó –es "puro fascismo" y sus responsables deben "estar estar en los tribunales y si los jueces lo deciden, en la cárcel"–, pero lo encadenó con una advertencia al Gobierno: es una "minoría", sí, "pero aquí y allá hay síntomas que preocupan, porque el verano ha sido pródigo en este tipo de exaltaciones, y hay que tomárselo en serio" y "cortarlo de raíz". El secretario general hacía así referencia a las muestras de apoyo al franquismo de miembros de Nuevas Generaciones del PP. En ese sentido, alertó contra la "equidistancia", porque es "intolerable" que se lance la idea de que puede haber un estallido si Cataluña se segregara, ya que el ataque en Blanquerna de ayer "sólo merece una condena radical, una persecución policial y la puesta a disposición de los jueces".

Sobre posibles reformas, Rubalcaba se movió en la prudencia. El PSOE no descarta nada, y promete que tomará "decisiones". La posibilidad de ilegalizar a los partidos a los que pertenecían los asaltantes podría ser posible con el Código Penal en la mano, pero es algo que hay que "meditar". Los socialistas creen que lo que más urge ahora no son tanto "reformas legales", que tardan tiempo en tramitarse, sino "actuaciones policiales". Y mucho "cuidado". Porque lo de ayer "es un pasito que el Gobierno debería tomarse en serio, porque estas cosas hay que cortarlas de raíz". 

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