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Toros

ERC presenta una enmienda para evitar que los toros sean Bien de Interés Cultural

ERC presenta una enmienda para evitar que los toros sean Bien de Interés Cultural

Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha presentado una enmienda a la totalidad a la Proposición de Ley para declarar a los toros Bien de Interés Cultural con el fin de evitar la protección de lo que consideran "una salvaje herencia ancestral".

En su escrito, la formación describe las corridas de toros como "espectáculos violentos" y pone de manifiesto la "cínica ironía" que supone "en época de recortes en todos los ámbitos de la cultura, destinar dinero a este supuesto e impuesto 'arte' en detrimento de todos los demás". En este sentido, el partido asegura que "la Administración General del Estado ha estado subvencionando generosamente la tauromaquia e incluso impulsando su financiación mediante fondos europeos (en detrimento del campesinado productivo)". Así, proopnen prohibir las ayudas y subvenciones "a las corridas de toros y a la cría de toros de lidia", así como "a la difusión y publicidad de los espectáculos taurinos".

ERC también considera que "las corridas de toros causan gran sufrimiento a los toros y desensibilizan a las personas y en especial a las menores de edad ante la violencia", ya que estas conllevan la "tortura de los animales con instrumentos de acero cortantes". Por ello, proponen limitar la exposición de los menores a los actos taurinos, para evitar "perjudicar seriamente su desarrollo físico, psíquico, mental y moral". En este sentido, la enmienda también propone prohibir la emisión televisiva en abierto de corridas de toros.

50.000 personas asisten al alanceamiento del Toro de la Vega

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El documento no escatima detalles a la hora de describir la agonía de los astados mientras son lidiados en la plaza. En esta línea, se afirma que "durante las corridas, los toros son picados, banderillados, traspasados con el estoque y descabellados y apuntillados. Entre otros, para ello se utiliza la puya, un instrumento cortante y punzante con tres aristas afiladas de 2,9 cm de largo y 1,9 cm de ancho, con 5 cm de cuerda encolada. La puya es utilizada para seccionar y cortar los músculos, tendones, ligamentos, arterias, venas, nervios y estructuras óseas del toro", además de provocar a los toros "la perdida de entre un 8 y un 18% del volumen sanguíneo".

"Según cientos de estudios post mortem realizados en toros lidiados y muertos en la plaza", continúa la enmienda, "la puya profundiza en el cuerpo del toro una media de 17 cm y cada puyazo abre en el animal siete trayectorias diferentes que le provocan neumotórax y que dañan seriamente el plexo braquial, un importante paquete nervioso indispensable para que el toro pueda moverse con normalidad". Después de describir con detalle varias fases más de la corrida –que ERC califica de "calvario"–, el documento asegura que la estocada final "provoca la agonía del toro por la asfixia que padece mientras el tórax se inunda de sangre".

La enmienda reconoce el arraigo que tiene en la Península la tauromaquia, aunque aseguran que "eso no quita que sea una salvaje herencia ancestral". "Las corridas de toros son un vicio de nuestra sangre envenenada desde antiguo", asegura el documento, citando al dramaturgo Jacinto Benavente, para después hacer hincapié en el rechazo internacional que, a su juicio, tiene la pretensión de declarar los toros Bien de Interés Cultural.

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