Una mujer se suicida en Madrid por temor a perder su vivienda

Tenía 45 años, seis hijos y estaba a punto de perder su vivienda. Amparo A., de 45 años y vecina del barrio madrileño de Carabanchel, se quitó la vida este martes según han confirmado a infoLibre fuentes del Ayuntamiento de Madrid y de la Platataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). Vivía en alquiler en un piso público con una renta antigua en este barrio modesto de la capital. La Empresa Municipal de la Vivienda le comunicó por carta el pasado 28 de agosto que su contrato no se prorrogaría a partir del 19 de octubre, cuando llegaba la fecha de su finalización. Y que ese día, por tanto, debía abandonar la casa en la que vivía junto a su familia. 

Feli Velázquez, portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Madrid, aseguró que esta mujer, de la que sólo ha trascendido su nombre de pila y la inicial de su primer apellido, no había acudido al colectivo. No obstante, los activistas, que ya se han comunicado con la familia, culpan directamente al Consistorio. "El Ayuntamiento de Madrid, responsable de la EMVS, no solo desahucia, sino que provoca la desesperación de los ciudadanos a los que debería proteger", señala una de las portavoces del movimiento antidesahucios en Madrid. 

En el ayuntamiento insisten en que el litigio no estaba judicializado y todavía no había orden de desalojo. Sin embargo, según la carta remitida a la familia y a la que ha tenido acceso Público.es, la empresa pública instaba a Amparo A. y a su pareja José C. a "poner a disposición de esta entidad la vivienda arrendada, libre en enseres y ocupantes, y en perfecto estado de uso". "La iban a desahuciar, que lo llamen como quieran", lamenta Velázquez. 

A las 18 horas de este martes estaba convocada una concentración a las puertas de la empresa que gestiona la vivienda pública en la capital. Varios centenares de personas se concentraron en este lugar en señal de repulsa por lo que consideran un "asesinato". 

Otros casos de suicidio

La muerte de Amparo A. no es la primera de las que se ha tenido constancia en los últimos meses en circunstancias semejantes. No obstante, establecer una relación entre suicidios y desahucios es complicado. El pasado 9 de noviembre, Amaia Egaña, vecina de la localidad vizcaína de Barakaldo y exedil socialista, se quitó la vida momentos antes de que una comisión judicial la obligase a abandonar su casa. Llevaba meses sin pagar la hipoteca que había contratado con CaixaBank aunque tanto ella como su pareja tenían trabajo. Fuentes de la entidad consultadas por infoLibre aseguraron que el suicidio de Egaña "no tuvo que ver con su situación económica".

El 8 de febrero, Francisco J. Lema Bretón, de 36 años, perdió la vida tras arrojarse desde el piso que tenía alquilado en Córdoba. Un portavoz de la PAH de esa ciudad confirmó que Francisco, que sí formaba parte de la plataforma, estaba en el paro y no podía hacer frente a las deudas de 25.000 euros que le reclamaban las entidades Cajasur y Caja Badajoz, a las que había pedido sendos créditos para construir una vivienda que, como no podía pagar, había entregado a una de las entidades.

Cuatro días después, en Calvià (Mallorca), un matrimonio de jubilados se suicidó tras recibir la orden del juzgado de que su vivienda entraba en un proceso de subasta. Según informó Diario de Mallorca, dejaron escrito en una carta que se quitaban la vida porque no podían hacer frente al crédito que habían firmado con Caixabank para comprar su vivienda, ubicada en un barrio turístico de la localidad. Miguel Coll, portavoz de la PAH de Mallorca, confirmó que la pareja no había acudido al colectivo a pedir ayuda.

Estos son sólo algunos casos, pero la dureza de la crisis deja otros episodios como el de José Miguel Domingo, de 54 años, que se ahorcó en Granada el 25 de octubre de 2012 una hora antes de que fuera desahuciado de su vivienda, por la que había formalizado una hipoteca en 2007 de 240.000 euros, según fuentes de la Policía Nacional citadas por Europa Press.