Caso Bárcenas

Posada expulsa del pleno a cuatro diputados de Izquierda Plural

Alfredo Pérez Rubalcaba y Eduardo Madina, este martes durante el pleno en el Congreso.

INFOLIBRE

El presidente del Congreso, Jesús Posada, expulsó este martes de la tribuna de oradores del hemiciclo a cuatro diputados de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), por tratar de leer la moción que fue vetada ayer por el PP sobre las "mentiras" de Mariano Rajoy en el caso Bárcenas.

El último fue Alberto Garzón, el portavoz de Economía.

Pero antes les había pasado lo mismo a Ricardo Sixto, Caridad García y Joan Josep Nuet

Los diputados de Izquierda Plural habían abandonado este martes el hemiciclo en protesta por esa decisión de la Mesa del Congreso de impedir el debate y votación de las mociones del PSOE e IU-ICV-CHA . Sólo quedó en el hemiciclo Nuet, que debía intervenir en el debate sobre una proposición de ley de CiU para exigir el catalán como requisito para ser juez en Cataluña. Al subir a la tribuna, y tras confirmar su voto a favor de la iniciativa, Nuet pasó a leer la moción vetada sobre el caso Bárcenas, lo que motivó una primera llamada de atención de Posada: "Si sigue por ese camino le tendré que llamar al orden", le dijo.

El diputado de Esquerra Unida i Alternativa (EUiA-IU) insistió y Posada le llamó al orden una vez, luego otra y a la tercera, conforme establece el Reglamento, le echó de la tribuna. Nuet apenas leyó una frase: "El Congreso manifiesta su rechazo al comportamiento al presidente del Gobierno...".

"Miedo" del PP

A continuación le tocó el turno al portavoz del PSOE en el debate, Àlex Saez, que comenzó protestando por el hecho de que el PP hubiera hecho uso de su mayoría para impedir el debate de las mociones para exigir responsabilidades políticas a Rajoy. "Ándese con ojo, que si sigue el mismo camino le tendré que llamar al orden", le avisó Posada. En el caso del PSOE, la llamada de atención del presidente de la Cámara resultó efectiva y el diputado socialista catalán pasó a hablar de la iniciativa que se estaba debatiendo.

La segunda, Caridad García. La diputada subió a la tribuna para hablar sobre el préstamo gratuito de libros de texto, de UPyD. La portavoz de Educación de Izquierda Plural siguió la misma estrategia asegurando que "mentir y engañar es grave, y hacerlo en sede parlamentaria es gravisimo".

Posada la conminó a centrarse en la cuestión, pero García insistió en que "de lo que hay que hablar en este Parlamento es de democracia y transparencia": "Creo que aquí hubiera sido necesario hablar de las mentiras que aquí se han dicho en sede parlamentaria", añadió, aludiendo al caso Bárcenas. Tras la segunda llamada al orden, la diputada persistió: "Me pregunto qué miedo tienen ustedes a hablar de democracia y transparencia". Posada entonces hizo la tercera llamada al orden y la expulsó de la tribuna. 

Cuarto, Sixto. Le tocaba intervenir sobre el cumplimiento del Estatuto de Gernika en materia de seguridad. El parlamentario de IU comenzó subrayando que el Reglamento del Congreso, al igual que las leyes, están para cumplirlas y para expresar, a renglón seguido, su "más profundo rechazo" por el "incumplimiento" de la mayoría del PP de las normas que rigen el funcionamiento de la Cámara. Fue entonces cuando el presidente del Congreso le llamó al orden por primera vez, pese a reconocer que había tenido "un buen comienzo". "Presidente, voy por el camino que tenía que ir, no podría ir por otro", le replicó enseguida el diputado de IU, y apuntó, además, que no había faltado en ningún momento al "decoro" del Congreso con sus palabras. Posada procedió a explicarle que le había llamado al orden porque se había apartado de la cuestión que se estaba debatiendo en esos momentos en el hemiciclo y porque preveía que iba a seguir el mismo camino que sus otros dos compañeros anteriormente expulsados.

"¿Qué democracia es esta?"

Frente a esto, Sixto se defendió echando en cara al presidente del Congreso que en el pasado no llamara la atención a una diputada de UPyD que aprovechó su alocución para desviarse del tema que se estaba discutiendo y, por el contrario, ahora no permita este tipo de digresiones. "Lamentamos que no continúe con esa política y que la costumbre de la Cámara cambie en este momento", prosiguió. Y, hecha esta aclaración, el diputado de IU continuó con el "ritual" de sus compañeros y pasó a tratar de leer la moción vetada, pero volvió a ser llamado al orden dos veces más y acabó siendo expulsado de la tribuna.

Pero la tarde también se calentó con el PSOE. Celia Villalobos, la vicepresidenta primera de la Cámara, irritó al Grupo Socialista al pedir que en Andalucía, donde gobiernan PSOE e IU, se aplique la democracia y la libertad que reclamaba un diputado socialista en medio de la sesión plenaria. La airada queja del PSOE se debe a que Villalobos no estaba en un escaño del Grupo Popular, sino que estaba presidiendo el pleno en ausencia del presidente, Posada.

El incidente se desató en medio de la trifulca desatada por las reiteradas protestas de la oposición por el veto del PP a las mociones de PSOE e Izquierda Plural. El diputado Chesús Yuste, de Chunta Aragonesista (CHA), estaba siendo llamado al orden por Villalobos cuando ponía ese veto como ejemplo para ilustrar su posición en favor de una reforma reglamentaria defendida por el PNV para evitar que el grupo mayoritario impida unilateralmente debatir propuestas de la oposición.

En medio de las protestas desde los bancos de la oposición se oyó al diputado socialista Manuel Pezzi exigiendo a Villalobos que dejara hablar al diputado de la CHA. "¿Qué democracia es ésta? Libertad", exclamó desde su escaño. Villalobos se revolvió y replicó: "¡A ver si lo aplica usted en Andalucía!", lo que enardeció al Grupo Socialista, exigiendo una rectificación. "Silencio, por favor –dijo la vicepresidenta, tratando de calmar los ánimos–. Por gritar más no van a tener la razón".

El secretario general del Grupo Socialista, Eduardo Madina, pidió la palabra para denunciar el "papelón" de la vicepresidenta y preguntarle por qué menciona a Andalucía en un debate sobre el Reglamento del Congreso. Villalobos explicó que acababa de leer una noticia acerca de que la Mesa del Parlamento de Andalucía había rechazado por mayoría una iniciativa del PP y que por eso quería decirle al diputado que hablaba de libertad que se lo aplicara en su comunidad. Como los socialistas seguían protestando y también pedía la palabra la portavoz del Grupo Socialista, Soraya Rodríguez, la vicepresidenta optó por retirar su comentario y dar por zanjado el incidente. "Si les ha molestado, pido disculpas", añadió.

La sesión había comenzado con las protestas desde el escaño de los portavoces de PSOE e Izquierda Plural, Soraya Rodríguez y José Luis Centella, que llegaron a calificar la decisión del veto a las mociones de "golpe institucional" propio del franquismo, pero Posada renunció al debate y pasó al siguiente punto. Rodríguez aseguró que excluir esas dos mociones del orden del día del pleno supone "mutilar" la sesión y dejar sin propuestas a dos fuerzas políticas que suman más de ocho millones de votos. A su juicio, Posada debe configurar el orden del día de acuerdo con los grupos parlamentarios porque hacerlo en coordinación con el Gobierno es propio del "franquismo".

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"No tienen candidato, ni programa ni apoyos"

Centella afirmó que vetar esas mociones supone "secuestrar" el Parlamento y "dar un golpe institucional muy grave": "Es un grave atentado a la democracia", proclamó, advirtiendo al PP de que tarde o temprano se debatirá en el Congreso la decisión de Rajoy de "ocultar la verdad" al Parlamento sobre el caso Bárcenas.

Desde el PP, el secretario general del Grupo Popular, José Antonio Bermúdez de Castro, replicó que las mociones son un "fraude de ley" que la Mesa del Congreso "se ha visto en la obligación" de rechazarlas porque la única forma de pedir responsabilidades al presidente del Gobierno es presentando una moción de censura. El dirigente del PP acusó a la oposición de incumplir el Reglamento "deliberadamente" y ha vuelto a retar a presentar esa moción de censura. "No lo hacen porque no tienen candidato, ni programa ni apoyos", remachó. Pese a las acusaciones vertidas y la exigencia de que se leyera el acuerdo de la Mesa del Congreso vetando las iniciativas, Posada se negó a responder y dio por resuelta la discusión, pasando al siguiente punto.

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