Expertos médicos tachan de “crueldad” obligar a la madre a ver la ecografía del feto

La iniciativa registrada el pasado viernes por el diputado de UPN Carlos Salvador, que ha propuesto reformar la Ley del Aborto para que sea obligatorio mostrar una ecografía del feto a la mujer que se dispone a interrumpir su embarazo, no solo ha sido rechazada por la oposición e incluso por el PP –cuyo portavoz, Alfonso Alonso, ha declarado que "a bote pronto" no lo ve claro–: los expertos médicos también se han mostrado contrarios a la iniciativa, llegando a tacharla de "crueldad".

Para Empar Pineda, portavoz de la madrileña Clínica Isadora –que se encarga entre otros servicios de realizar interrupciones voluntarias del embarazo–, la medida limita "la autonomía de la mujer embarazada". "A una mujer hay que reconocerle la suficiente madurez para respetar su decisión", asegura Pineda, que cree que obligar a las mujeres a que vean la ecografía del nasciturus "es considerar que las mujeres que deciden abortar no son suficientemente capaces de informarse y tomar la decisión"". "Me parece muy cruel que a esa mujer se le enseñe esa ecografía, porque se la está intentando coaccionar", remacha la especialista.

El expresidente y miembro de la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del embarazo (ACAI), Santiago Barambio, va en la misma línea. Barambio, que hace hincapié en que su opinión se basa en su "experiencia" –es ginecólogo–, manifiesta que la propuesta de Salvador tan solo persigue "culpabilizar" a las mujeres que acuden a abortar, "porque ellas ya saben lo que es esto y que si continúan con el embarazo nacerá un niño vivo: no es una información que la mujer no conozca". De esta forma, el doctor asegura que esta iniciativa tan solo contribuiría a "culpabilizar" a la mujer embarazada, lo que incrementa su sufrimiento. 

La medida, según Barambio, aumentaría "el duelo, el sentimiento de pérdida" que tiene la mujer después de abortar, además de incrementar las posibilidades de que termine sufriendo el llamado 'síndrome posaborto', las alteraciones psíquicas que pueden afectar a la mujer tras interrumpir su embarazo. Por ello, el ginecólogo no duda en calificar la medida de "tortura psicológica" y la acusa de "perversa", al tiempo que insiste en que, al aumentar "el tormento psicológico" de la mujer, la iniciativa terminaría redundando en un mayor número de mujeres afectadas por el síndrome posaborto, lo que ofrecería más argumentos a los sectores antiabortistas para denostar la interrupción del embarazo.

En el mismo sentido se ha expresado la vicepresidenta de ACAI, Francisca García, que ha declarado a este diario que la propuesta puede aumentar las posibildades de sufrir el síndrome posaborto. García cree que la iniciativa ostenta un marcado "carácter disuasorio", pero que bajo su punto de vista resultaría infructuosa. "No creo que una imagen ecográfica pueda hacer que una mujer cambie de opinión” con respecto a su decisión de abortar, ha manifestado la doctora, que también ha resaltado que la ecografía devuelve una imagen "irreal" del feto, ya que puede aumentar "hasta cinco veces" el tamaño del nasciturus.

UPN plantea que sea obligatoria ver la ecografía del feto antes de abortar

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Salvador asegura que "una imagen vale más que mil palabras"

Carlos Salvador ha fundamentado su propuesta en que "una imagen vale más que mil palabras". El diputado por Navarra ha asegurado que le "parece oportuno" plantear la entrega de una imagen del no nacido a través de una ecografía que muestre la "realidad vital y humana de su existencia" y que, unida al resto de la documentación, sirva a la madre y, en su caso, al padre, para poder tomar una decisión "con toda la información relevante a su alcance y sin censuras". Según UPN, la entrega de una ecografía evitaría también "equívocos interesados" sobre el origen de la vida humana, además de justificaciones "abracadabrantes" sobre la naturaleza no humana del no nacido.

En Navarra las mujeres no pueden abortar en los hospitales públicos, y aquellas que deseen hacerlo son derivadas por la sanidad pública a otras comunidades o a la única clínica –privada– que realiza interrupciones voluntarias del embarazo a nivel foral, la Clínica Ansoáin. La diputada Uxue Barkos, de Geroa Bai, asegura que su grupo rechaza esta situación, ya que "impone una circunstancia que solo puede redundar en hacer doblemente duro este tema, ya que a ninguna mujer ni a ninguna pareja le resulta grato" el aborto. En este sentido, Barkos también se muestra contraria a la propuesta de Salvador, y afirma que, de tramitarse finalmente, la "combatirán" con su voto.