El futuro del PSOE

Los barones presionan para que Rubalcaba aclare ya su futuro y fije la fecha de las primarias

El eterno laberinto de las primarias desborda todas las esquinas del PSOE. La sensación de hastío con un tema que, a juicio de muchos dirigentes, está devorando el discurso público del partido, está precipitando los pronunciamientos, públicos y privados, de los barones de mayor peso y también de los que en las quinielas están marcados como protagonistas del proceso, caso de Patxi López. La demanda extendida es que se clarifique “de una vez por todas” el calendario, como ayer miércoles dijo sin ambages el secretario general del PSE, y también que el propio Alfredo Pérez Rubalcaba defina su futuro, si aspira o no a ser candidato a la Moncloa. Pero antes habían manifestado su inquietud el extremeño Guillermo Fernández Vara, el manchego Emiliano García-Page o, más crípticamente, el madrileño Tomás Gómez. Hay cuadros relevantes y diputados que creen que lo mejor es que el líder despeje dudas antes incluso de la Conferencia Política de noviembre, con el fin de que no la empañe, de que no arruine el mensaje de renovación ideológica que el cónclave debe proyectar hacia el exterior.

Pero el principal movimiento se está produciendo en el sur. El PSOE andaluz se está empezando a cansar del manejo de los tiempos de Rubalcaba. Y ese sentimiento de cierto hartazgo no es para nada irrelevante, dado el gran peso de la federación andaluza, tanto por militancia como por la fuerza que le confiere tener las riendas de la Junta. La reflexión que está cuajando, según las fuentes consultadas por infoLibre, es que el secretario general debe definir ya su futuro, si es candidato a las primarias abiertas o no, y debe también aclarar el calendario, conduciendo él el proceso. Obrar, en definitiva, como ha hecho José Antonio Griñán, que está trasvasando todo el poder del Gobierno y de la Junta, de forma "ordenada" y rápida, a su heredera, Susana Díaz.

Hasta ahora, Andalucía había actuado de potente cortafuegos para Rubalcaba. Aunque la dirección se había volcado en sumar apoyos para Carme Chacón en el congreso de Sevilla de 2012, Griñán se comprometió a estabilizar el liderazgo del secretario general, quien le había situado en la presidencia federal del partido. Ese pacto no escrito había superado varias pruebas de resistencia, tantas como las repetidas convulsiones internas que han ido salpicando el trayecto de Rubalcaba desde 2012. Griñán había frenado decisivamente la ansiedad de no pocos dirigentes que se mostraban preocupados por la marcha del partido, por su inexistente remontada en las encuestas, y les había dicho que todavía no tocaba hablar de primarias ni de relevos. Coincidía, con Rubalcaba, en que convenía situar las elecciones internas después de las europeas del próximo año, incluso en el horizonte de 2015, para que sirviesen de efecto movilizador del electorado. "Cuando toquen. Primero tenemos las europeas, después ya veremos", verbalizó el lunes. 

Mario Jiménez: "Lo debe hacer Rubalcaba"

Andalucía, sin embargo, está comenzando ya a girar. El detonante fue el último movimiento propiciado por Ferraz, el pasado lunes. Agobiada por la presión interna, y por la vuelta del eterno debate sobre cuándo serán las primarias, la dirección de Rubalcaba confirmó que pretendía pactar la fecha de las elecciones internas para designar al candidato a la Moncloa en el Comité Federal de finales de año o principios de 2014. Así, confiaba, se pondría fin al culebrón del calendario. Pero esa decisión no se pactó en la reunión de la ejecutiva celebrada ese lunes por la mañana, en Toledo. Trascendió después.

El paso adelante dado por la cúpula de Rubalcaba sirvió en un primer momento para calmar las aguas y dar una perspectiva de salida. Pero Andalucía digirió el salto con cierta consternación. “No sabemos bien qué quiere hacer Alfredo, qué pasa por su cabeza. Se tiene que decidir ya. Estamos ya algo cansados con esto”, expresaba una dirigente muy influyente de la federación. Pero fuentes muy próximas a Griñán se mostraban ayer aún más elocuentes: “Que haga como en Andalucía, donde hemos hecho una sucesión ordenada, marcando los tiempos y los pasos desde la propia dirección. Y que diga ya claramente qué quiere hacer. Si va a ser candidato, que lo diga, para que sus posibles rivales sepan a qué atenerse y puedan prepararse. Y si no lo va a ser, que lo diga también y convoque las primarias ya, porque si no esto no se resiste”. Más aún, estas fuentes recalcaban que, cuando Rubalcaba requiera la opinión del presidente federal del PSOE, este le aconsejará que despeje su futuro, sin más dilaciones. No es la primera vez que el expresidente de la Junta exige claridad al líder: ya lo hizo cuando él mismo anunció que no sería de nuevo aspirante a la jefatura del Gobierno andaluz, el pasado junio. 

Esta reflexión tajante, que tiene muy en mente el propio Griñán, “está ya en la conciencia colectiva del PSOE-A”, según asumía una importante responsable de la federación. De hecho, estaba emboscada en las declaraciones públicas, en la televisión autonómica 8TV, de Mario Jiménez, el vicesecretario general de los socialistas andaluces. Jiménez insistió en la noche del martes en que la dirección federal era la que debía pilotar el proceso y marcar el rumbo, del mismo modo que Griñán había conducido su salida de la Junta y del partido a favor de Díaz. “Lo debe hacer Rubalcaba y esperamos que ese proceso culmine tan bien para el conjunto del PSOE como ha ocurrido en Andalucía. En Andalucía lo ha hecho Griñán, y en España le corresponde a Rubalcaba. Cuando él entienda que tiene que hacerlo. No vamos a marcarle los tiempos a nadie”.

En diálogo con los barones

La actitud de Ferraz, sin embargo, difiere. “Sí, compete a Alfredo… pero Alfredo toma las decisiones tras escuchar a todos. Siempre lo hace así”, analizaba una persona de la máxima confianza del secretario general. En otras palabras: la idea del estamento federal es que, tras la Conferencia Política de noviembre, Rubalcaba vaya conversando con los barones y que estos le digan qué creen que conviene más: si convocar las primarias antes o después de los comicios europeos y, en este último extremo, si es más oportuno hacerlas en el otoño de 2014 o a principios de 2015. En ese calendario hay que encajar otras elecciones internas: las primarias para elegir a los candidatos autonómicos y municipales. Esta cuestión no es baladí, porque los jefes de algunas federaciones –Valencia, Murcia, Aragón–quieren que sus elecciones se adelanten y se celebren en el primer semestre de 2014.

Respecto a su futuro, Rubalcaba se ha resistido siempre a desvelar sus cartas. Su eslogan, el que ha esgrimido cada vez que le han preguntado (y son incontables las ocasiones), es que lo dirá en su momento, y que se guiará por lo crea “útil” para el PSOE. Sin embargo, sí está bastante extendida en el partido la impresión de que al secretario general “le viene mejor personalmente cuanto más tarde sean las primarias” –según expresa un importante barón–, ya que si el horizonte es más lejano, más tiempo tendría para remontar en las encuestas y para coger aire. También se superpone otro factor, que observan diversas fuentes consultadas: si las elecciones internas se celebran muy pronto, sería inevitable convocar casi enseguida un congreso extraordinario para coronar al ganador como secretario general. “A Alfredo y a todos nos va bien que no haya bicefalia por mucho tiempo”, resalta un líder territorial. En el PSOE está grabada a sangre y fuego la anterior experiencia de doble jefatura, con Josep Borrell de candidato presidencial y Joaquín Almunia de capitán orgánico. "Los que piden primarias pronto, están pidiendo en realidad congreso extraordinario", resumía un miembro de la ejecutiva federal. 

Vara: las primarias llaman a la puerta "todos los días"

La corrosión interna que está produciendo el debate sin fin sobre la fecha de las primarias la evidenció ayer miércoles Patxi López. El secretario general del PSE aseguró en una entrevista en ETB que está “preparado para el debate de ideas y para que el PSOE, de una vez por todas, defina un calendario”. Las declaraciones de López, categóricas, adquieren más peso aún si se tiene en cuenta que es uno de los nombres probables de la carrera hacia la candidatura presidencial.

Desde el entorno de López se señalaba que esa “definición” debe producirse, en todo caso, después de la Conferencia Política del 8 al 10 de noviembre, una vez culminado el debate ideológico. Sin embargo, otros veteranos del partido contactados por este periódico confirmaban que se está “extendiendo” la demanda de que se vaya despejando la hoja de ruta incluso antes del cónclave, para que no lo “arruine” ni lo colonice. Cunde el temor a que, si no se pone freno y no se desbroza pronto el calendario, la discusión en la Conferencia quede copada por las primarias. Por la cuestión del liderazgo. En el círculo de García-Page, el que más ha empujado a favor de que las primarias se celebren antes de las europeas, reconocían que no "disgustaba" ese escenario, pero la dificultad estribaba en que no se reunirá el Comité Federal, el máximo órgano de poder, hasta diciembre-enero.

¿Cuándo designar al candidato, pues? No hay una opinión unánime, aunque parece que se aquilata la percepción de que deben hacerse, como tarde, en otoño de 2014, y no después. El barón manchego ha repetido por activa y por pasiva que las quiere a primeros de 2014 para que sirvan como un revulsivo y para que el partido se conduzca a la siguiente cita electoral, las autonómicas y municipales de mayo de 2015, con un líder claro. El madrileño Tomás Gómez ya pidió hace un año la salida inmediata de Rubalcaba y, aunque desde mayo las relaciones con Ferraz se han destensado, ningún alto dirigente del PSM oculta que lo mejor sería que se convocasen antes de las europeas. Gómez, el martes, afirmó que es en la Conferencia Política donde los socialistas deben "opinar" y sacar "algunas conclusiones"

Guillermo Fernández Vara, líder del PSOE extremeño, apremió también a clarificar el panorama para apagar la incertidumbre, porque tras la Conferencia Política, "los tiempos de las primarias van a estar llamando a la puerta todos los días". "Nos tendremos que sentar alrededor de una mesa los que tengamos algo que decir y tomar una decisión", arguyó. 

El valenciano Ximo Puig no tiene clara la fecha oportuna. Lo que desea es que las primarias del PSPV se hagan a principios de 2014 para disponer de un candidato a la Generalitat en caso de que Alberto Fabra convoque elecciones anticipadas. Y es de los que ha reiterado que el partido no puede envenenarse constantemente con el debate interno. "Que se deje de hablar de esto. Que cuando se decida, se cierre el asunto", abundan en su entorno. Aragón, una federación mediana, también ve "ventajas y desventajas" a unas primarias tempranas. Pros: "Se despejan las incógnitas y tenemos un aspirante legitimado". Contras: que pueda quemarse muy rápido si las europeas propinan un fuerte varapalo al PSOE. "No está claro porque ninguno tenemos bola de cristal. Todo tiene riesgos. Pero yo siempre me pregunto qué hace el resto de partidos, por qué nadie se plantea que no elegirán a sus candidatos en primarias abiertas", protesta una responsable próxima al secretario general, Javier Lambán. 

Factores visibles e invisibles

¿Qué ha ayudado a precipitar los movimientos? Un cúmulo de factores, unos más visibles y otros menos. Entre los primeros, la militante de Juventudes Socialistas que el domingo pidió a Rubalcaba, en su cara, "primarias ya" y fue aplaudida efusivamente por sus compañeros. También las entrevistas de Page en la Ser y Onda Cero del día siguiente, lunes, donde volvió a pedir elecciones internas previas a las europeas. Y las palabras de Eduardo Madina, otro de los posibles aspirantes, ese mismo día: que las primarias se convoquen "con tiempo suficiente" para que los competidores tengan "recorrido suficiente". 

Entre los segundos, el rápido relevo en Andalucía –ya sólo queda que Díaz asuma el liderazgo del PSOE-A en su congreso extraordinario del 23 y 24 de noviembre– y la "entrada con fuerza" de la presidenta, al igual que los "movimientos" de Patxi López, con los que buscaría ir ganando complicidades. 

El PSOE vuelve a estar, otra vez, pendiente del mismo hilo, el de las primarias, aunque parece que, ahora sí, el horizonte se despejará en cuestión de dos meses. 

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