Tribunal Supremo

Gil Marín intenta seguir en el Atlético alegando que el juez que le condenó es socio del club y enemigo suyo

Estadio Vicente Calderón

Miguel Ángel Gil Marín y Enrique Cerezo, los principales accionistas del Atlético de Madrid, han acusado este jueves al magistrado de la Audiencia Provincial de Madrid Alberto Arribas, que formó parte del tribunal que les condenó en 2011 por hacerse con la mayoría del club de forma fraudulenta, de ser socio del Atlético de Madrid y simpatizante de la asociación Señales de Humo, que es su principal antagonista en el seno del clubAtlético de Madrid. Y lo han hecho por mediación de sus representantes legales, que este jueves han participado en la vista celebrada en la Sala Primera de lo Civil del Tribunal Supremo, que tendrá que confirmar si el equipo es propiedad de los seguidores, tal y como se recoge en una sentencia de 2011; o por el contrario es de la familia Gil y de Cerezo.

El Tribunal Supremo ha celebrado este jueves una vista en la que las partes en conflicto, Señales de Humo y la familia Gil, han podido presentar sus argumentos en favor y en contra de la mencionada sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Madrid el 4 de marzo de 2011. En la misma, el tribunal anulaba por "patente fraude de ley" los acuerdos adoptados por la Junta General Extraordinario del club del 27 de junio de 2003 en la que se celebraba una ampliación de capital, que a la postre sirvió para que Gil y Cerezo se hicieran con la mayoría de las acciones del Atlético de Madrid.

"Amigo" en Facebook

Los actuales propietarios del equipo basan su crítica al magistrado en una fotografía y enlaces de Facebook, explicaron fuentes del caso, asegurando que al menos uno de los hijos del juez es "simpatizante" o "amigo" de Señales de Humo en la conocida red socialamigo".

No es la primera vez que alguno de los actuales accionistas del equipo rojiblanco destaca que el juez Alberto Arribas es abonado del club y que al menos uno de sus dos hijos es simpatizante de la asociación Señales de Humo. En octubre de 2012 la Audiencia de Madrid ya rechazó una petición de Cerezo de apartar a Arribas de un procedimiento relacionado con una de sus empresasCerezo . En un auto, la Sección Novena de la Audiencia madrileña desestimó la recusación planteada por Cerezo, y le condenó al pago de las costas, apreciando además "una evidente mala fe" en el presidente del Atlético, por lo que le impuso una multa de mil euros, informó El Mundo Deportivo.

Para los magistrados, el hecho de que el hijo del juez simpatice con Señales de Humo no debe llevar a la conclusión de que también lo haga el padre. Así, en un auto, sostienen que Cerezo, "olvidando que dicho hijo es mayor de edad", ha pretendido "trasladar la opinión o pensamiento de aquel al magistrado por el mero hecho de ser su padre, soslayando que las personas forman sus propios criterios, opiniones y voluntades".

Nula de pleno derecho

En concreto, la sentencia recurrida por la familia Gil y cuya vigencia ha valorado el Tribunal Supremo consideraba nula de pleno derecho la ampliación de capital que la familia Gil y Enrique Cerezo celebraron en 2003 tras la sentencia de la Audiencia Nacional del conocido como caso Atlético. La decisión judicial consideraba que los mandatarios rojiblancos habían cometido "un delito de apropiación indebida" de las acciones del club cuando éste se transformó en sociedad anónima deportiva en 1992.

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Además de la supuesta simpatía del juez por los enemigos de la familia Gil, los actuales accionistas de Atlético de Madrid explicaron que la sentencia utilizaba unos hechos probados de una resolución anterior, dictada en 2003. Pero en este caso para reseñar que la condena había prescrito. Asimismo, también indicaron que la Audiencia Nacional les obligó en 2003 a desembolsar el dinero de las acciones. Por su parte, Señales de Humo aseguró en la vista que pese a que algunos delitos habían prescrito la sentencia consideró probados los hechos. Además, destacó que tanto Gil como su hijo, Miguel Ángel, fueron condenados a penas de cárcel. Y en el caso de éste último, al ser de un periodo inferior a los dos años, le permitió eludir el ingreso en prisión, según explicaron fuentes del caso.

Vuelco en el accionariado

La sentencia, si es ratificada ahora por el Tribunal Supremo, supondría un vuelco en la estructura del accionariado del club, así como el fin de la propiedad de la familia Gil y de Enrique Cerezo sobre el Atlético de Madrid.

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