La parálisis interna se adueña del Partido Popular

La irrupción de novedades judiciales sobre el caso de los papeles de Bárcenas ha vuelto a marcar el paso al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y al PP, el partido que preside. A mediados de la semana pasada, cuando todavía no se conocía que el juez Pablo Ruz apuntaba a pagos en negro al arquitecto que se encargó de las obras de la sede nacional del PP, el líder de los conservadores convocó para este lunes a su Comité Ejecutivo Nacional. Un órgano que celebra reuniones mensualmente y al que pertenecen, entre otros cargos, los barones regionales.

Las alarmas internas se dispararon de nuevo el viernes, cuando se conocieron nuevos avances del juez instructor. No obstante, hasta este lunes no hubo un pronunciamiento público oficial del partido respecto a estos hechos. Fue la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, la que se encargó de trasladar los asistentes un mensaje que no pocos en el PP llevaban esperando desde el mismo viernes. "La totalidad de los pagos", dijo Cospedal cifrando la cantidad en algo más de 5,6 millones de euros, "están en la contabilidad del PP. La totalidad", insistió ante el Comité Ejecutivo Nacional sobre estas obras en la sede nacional del partido que se extendieron entre los años 2006 y 2010.

Cuando la número dos del partido dio una explicación, barones, diputados, senadores y otros cargos públicos del PP ya se habían enfrentado a esta pregunta en sus respectivos territorios.

Si alguien esperaba un pronunciamiento de Mariano Rajoy al respecto, no lo consiguió. Para él, desde que llegó al Palacio de la Moncloa, el partido es territorio casi exclusivo de Cospedal. El presidente del PP y del Gobierno se limitó a hablar de economía. No en vano, su intención era la de hacer balance de sus dos años al frente del Gobierno después de que la semana pasada se cumpliera el segundo aniversario de su mayoría absoluta. Su balance, el informe de la secretaria general y una breve intervención de Esperanza Aguirre sobre la sentencia que tumba la doctrina Parot se resolvieron en algo menos de una hora. Concretamente, en 40 minutos.

Sin debate interno

Es precisamente esta dinámica en la que el debate interno es cada vez menor y la ausencia de explicaciones claras y puntuales por parte de la dirección nacional del partido cuando saltan novedades judiciales lo que irrita a los dirigentes del partido consultados por infoLibre.

Es en este contexto en el que interpretan gran parte de las ausencias de barones regionales en el último comité, al que sólo acudieron el cántabro Ignacio Diego y María Dolores de Cospedal, que compatibiliza su cargo de número dos del partido con el de presidenta de Castilla-La Mancha. "Estamos en la estrategia de que nada se discute y no se opina de casi nada", valora un dirigente regional que recuerda que, salvo cuando se debate de financiación autonómica, los dirigentes del PP con voto en el Comité Ejecutivo Nacional tienden a reservar sus opiniones.

Como ejemplo, citan que, de todos los asistentes, sólo la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, solicitara el lunes la palabra para valorar un asunto que afecta al partido. Según fuentes conocedoras del contenido de esta reunión, cuando Mariano Rajoy terminó su intervención, la líder de los conservadores madrileños reclamó una explicación de por qué no había sido apartado de sus funciones el magistrado español del Tribunal Europeo de Derechos Humanos Luis López Guerra. Este juez votó en contra de la denominada doctrina Parot.

El encargado de responder a Aguirre fue el titular de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, que explicó que España puede promover candidatos, pero que no puede retirarlos puesto que son elegidos por un mandato de nueve años.

 Y hasta aquí las intervenciones. Nadie más alzó la voz, pese a que en las últimas semanas la reacción del PP y del Gobierno a la sentencia de Estrasburgo había levantado ampollas en varios sectores del partido. De hecho, ha sido este episodio el que ha hecho que el exdiputado vasco Santiago Abascal, integrante del denominado sector duro del partido, anunciase este mismo lunes su baja del partido en una carta dirigida al diario El Mundo.

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Otro de los asuntos que desespera a los cargos del PP es la resistencia de Mariano Rajoy a tomar decisiones sobre las asignaturas pendientes del partido. La más urgente, según apuntan todas las fuentes consultadas, es la de plantear ya el relevo de Juan Ignacio Zoido al frente del PP andaluz.

Mientras los conservadores de la región lanzan casi a diario mensajes a la dirección nacional del PP que apuntan a que el sustituto de Zoido debe ser designado cuando antes, máxime después del peso y poder dentro del PSOE que acapara la socialista Susana Díaz, Rajoy salió este lunes a pedir "calma". 

Algo similar ocurre con la candidatura a las elecciones europeas. Los conservadores dieron este lunes el pistoletazo de salida a las elecciones europeas del próximo mayo con la designación del comité de campaña. Se trata de un proceso abierto sin que, hasta la fecha, Rajoy haya manifestado si seguirá apostando por Jaime Mayor Oreja como cabeza de lista.