Cataluña

El PSOE exime a los diputados del PSC de la multa por votar distinto en el derecho a decidir

Soraya Rodríguez y Alfredo Pérez Rubalcaba, durante la sesión de control en el Congreso del pasado 27 de noviembre.

Se veía venir que el PSOE no tenía intención de multar a los diputados del PSC que rompieron el pasado 29 de octubre la disciplina de voto en el Congreso en la moción de UPyD sobre el derecho a decidir. Y así ha sido finalmente. Un mes después, la dirección del Grupo Socialista en el Congreso ha decidido eximir del pago de una multa a sus compañeros catalanes. Sólo les hace llegar un apercibimiento por escrito. La sanción mínima que prevé el reglamento interno. La razón clave es que situación política ha "cambiado" en las últimas semanas, pues el PSOE reafirmó su apoyo al PSC de forma cerrada en la Conferencia Política y el PSC, a su vez, se apartó de la hoja de ruta soberanista en Cataluña. 

Dos han sido las ocasiones en las que los dos partidos hermanos, en más de treinta años de convivencia, han votado de forma distinta en la Cámara baja, ambas este 2013: en febrero y en octubre. Las dos a cuenta de la consulta a la que el PSOE se opone y que el PSC sí defiende y llevó en su programa electoral. En febrero, la dirección del Grupo Socialista impuso la mayor multa, 600 euros, a los 14 diputados del PSC que apoyaron el derecho a decidir, incluida Carme Chacón, que no votó, e incluso forzó la salida de la cúpula del representante del PSC, José Zaragoza. Ahora, ha optado por remitir una advertencia por escrito a los 12 parlamentarios que se abstuvieron en la iniciativa de Rosa Díez (dos diputadas faltaron), que el PSOE respaldó. Aplica así el artículo 33 del reglamento interno. Es el escalón más bajo de las sanciones, que comprende desde el apercimiento leve (este es el caso), grave y muy grave, y multa económica leve, grave y muy grave (los 600 euros de febrero). Lo único que dice ese escrito es lo obvio, que el grupo debe "votar unido". 

Como explicaron a los periodistas Soraya Rodríguez, la portavoz en el Congreso, y Albert Soler, el coordinador de los parlamentarios catalanes en las Cortes, la primera diferencia respecto a febrero es el "nuevo tiempo político, muy claro", porque en las cuatro semanas que han transcurrido desde la votación "han pasado muchas cosas". Singularmente, la confirmación de la alianza de los dos partidos que se evidenció en la Conferencia Política, capitaneado no sólo por Ferraz, sino también por Andalucía, la federación clave. Y, en Cataluña, la reunión, el pasado 17 de noviembre, del Consell Nacional, el máximo órgano de poder del PSC, en el que ganaron, por una abrumadora mayoría del 83,5%, las tesis del primer secretario, Pere Navarro. El PSC se comprometió entonces, en una resolución, a votar en contra de "cualquier iniciativa" relacionada con la consulta que no esté negociada previamente con el Estado. En síntesis, los socialistas catalanes se bajaban del tren del soberanismo, un frenazo que el PSOE acogió con evidente alivio

"No era un tema prioritario"

PSOE y PSC tratan de pactar una respuesta coordinada a la consulta

La segunda coordenada que explica el viraje del PSOE, según alegaron, reside en las condiciones en las que se produjeron las dos votaciones. En febrero, la dirección tomó la decisión de oponerse a las propuestas de resolución de CiU e ICV sobre el derecho a decidir, lo debatió en el grupo y se apoyó esa postura. En octubre, en cambio, la dirección "no tenía la decisión tomada", pues había presentado una enmienda transaccional a UPyD y confiaba en que Díez la aceptase, cosa que no ocurrió. En realidad, el PSOE, en un principio, se inclinaba por la abstención al texto de la formación magenta, pero, tras la presión decisiva de Susana Díaz y de Javier Fernández –los dos únicos presidentes autonómicos socialistas–, además de otros dirigentes territoriales y de la vieja guardia, se inclinó por el voto en contra. El PSC sintió que no podía actuar del mismo modo. Al final, los diputados catalanes acusaron recibo de la indicación de Barcelona: había que abstenerse

El PSOE creyó que era mejor no resolver la indisciplina de voto del PSC en caliente, y por eso dejó pasar el tiempo. "No era un tema prioritario, porque no era un problema", dijo Rodríguez. Así que sólo el pasado martes abrió el expediente, ayer los 12 diputados catalanes presentaron alegaciones conjuntas y hoy se solucionó y cerró el expediente de forma pacífica. Como bromeó la portavoz, la dirección manda a los parlamentarios del PSC al "rincón de pensar". 

Rodríguez y Soler insistieron una y otra vez en que las relaciones entre PSOE y PSC son "estupendas", y que en todo momento ambos trabajaron "mucho" para que no se produjera una votación discrepante. Y seguirán haciéndolo, porque "lo más importante" es la "confianza" y la "lealtad" que las dos formaciones se tienen, su "voluntad mutua" de trabajar codo a codo para evitar que haya más rupturas en el futuro. "Nadie duda de dónde estamos. Nuestro posicionamiento es claro y es el mismo [la reforma federal del Estado]. Y es difícil que algo así vuelva a repetirse", señaló Soler, quien recalcó que "quien busque un conflicto entre PSOE y PSC no lo va a encontrar porque no existe". Pero garantías totales no las hay, porque la diferencia a cuenta del derecho a decidir sigue ahí. El riesgo es menor, no obstante, precisamente por el volantazo impuesto y ganado por Navarro.

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