Los abusos de la banca

Un documento inédito con sello de Caja Madrid prueba el engaño al vender preferentes

Miguel Blesa junto a Rodrigo Rato durante la inauguración de un foro financiero en 2008.

Un documento inédito al que ha tenido acceso infoLibre prueba cómo Caja Madrid engañó a sus clientes suministrándoles información presuntamente falsa durante la emisión en 2009 de participaciones preferentes por un valor de 3.000 millones de euros. La importancia de esta prueba, que está incluida en un proceso judicial que se sigue en el Juzgado de Primera Instancia número 8 de Madrid, viene dada por su singularidad, pues incorpora un sello de la oficina 4401 de Caja Madrid en Guadalajara, bajo el cual se pueden leer diversas informaciones dirigidas a uno de sus clientes. "En un lenguaje más coloquial es como si la caja diera la posibilidad a sus clientes preferenciales de formar parte de su capital social, la emisión, por supuesto está 100% garantizada por la caja", asegura de forma torticera el escrito que completa: "No existe plazo definido de la inversión, no obstante, se trata de la tercera emisión de estas características que hace Caja Madrid, y siempre se ha culminado/amortizado reintegrando el 100% de la misma a los suscriptores a los cinco años de la emisión".

Este documento, que no tiene parangón pues hasta el momento ningún cliente había podido aportar una comunicación oficial de Caja Madrid sobre la comercialización de las preferentes, podría ser utilizado en otros procedimientos judiciales, e incluso en la Audiencia Nacional, aseguran fuentes consultadas por este diario. Este escrito corrobora las versiones de miles de afectados por el presunto engaño de las preferentes, ya que las declaraciones de los preferentistas no habían podido ser contrastadas de manera documental. "Y gracias a documentos como este se puede apreciar que así era", asegura Manuel Chamorro, abogado especialista en demandas de preferentes, y que es el defensor del preferentista que ha tenido acceso al texto sellado por Caja Madrid.

"Mala fe de Caja Madrid"

"Podemos afirmar que este documento es una prueba fehaciente más de la mala fe de Caja Madrid. La cual era totalmente conocedora del devenir futuro del producto que colocó a millones de ahorradores y lo que es más grave, era sabedora del destino final de los millones de ahorros de todas estas personas, pese a lo cual no tuvo ni el más mínimo escrúpulo en seguir adelante", sostiene Chamorro, especializado en la defensa de los afectados por preferentes.

El escrito da a entender que las preferentes, que en su mayor parte tenían una vigencia vitalicia, podrían revenderse de forma fácil. "Liquidez. En cualquier momento, si necesitaras deshacer una inversión, lo que haríamos sería poner a la venta tus participaciones para que sean adquiridas por otros interesados en la misma, teniendo en cuenta que Caja Madrid se compromete en un plazo de siete días a llevar a cabo dicho proceso y abonártelo en tu cuenta", resalta el documento de la entidad financiera madrileña, que pone de manifiesto que el empleado de la caja trató de ponerse en contacto con la madre del cliente: "Este aspecto era en lo que le incidía a tu madre, que en caso de querer rescatar la inversión las participaciones se venderían en un mercado interno al precio que los compradores estén dispuestos a comprar, teniendo en cuenta la alta rentabilidad del producto, la demanda va a ser notable por lo que las participaciones, mientras los tipos estén por debajo del 3%, estimamos que están en el 100%, incluso algo por encima". Pero el precio de venta de las preferentes están siendo objeto de las críticas de los afectados. En este sentido, el Banco de España reconoció en un informe del 17 de marzo de 2012 que si el auténtico valor del producto trascendía el banco podría enfrentarse a "riesgo comercial de retirada de depósitos muy importante".

Ventas a las familias

Según un informe de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que consta en el sumario del caso Bankia en la Audiencia Nacional, el 98,9% de las participaciones preferentes vendidas en 2009 por Caja Madrid tuvieron como destino las familias con fondos en la entidad financiera.

De forma paralela a la comercialización de las preferentes a clientes minoristas hasta alcanzar casi los 3.000 millones de euros, Caja Madrid se vio obligada en 2009 a comunicar a la CNMV que las preferentes se estaban degradando. Y lo hizo con los conocidos como hechos relevantes (entre abril de 2009 y el año 2011), en los que especificaba que este producto financiero llegó a considerarse como bono basura. Es decir, mientras en las oficinas bancarias se vendían las preferentes, en la dirección de la caja se tenía conocimiento de que este producto se estaba degradando. 

Validez jurídica del sello

Caja Madrid, según explica el letrado Manuel Chamorro, no ha impugnado el documento sellado por Caja Madrid aportado por su cliente, por lo que tiene validez jurídica al ser admitido como prueba. "Gracias al documento podemos comprobar que son totalmente ciertas aquellas historias donde el afectado contaba que le habían llamado de su caja de toda la vida, aprovechando el vencimiento de un plazo fijo o la existencia de ahorros sin rentar, para premiarle con la posibilidad de adquirir un producto destinado a clientes especiales, concretamente clientes preferenciales. Para ello no dudaban en recalcar las bondades del producto, señalando aspectos cuanto menos cuestionables: como por ejemplo 100% garantizado, liquidez en cualquier momento, etc.".

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La considerada por partidos políticos y asociaciones como "estafa" de las preferentes se completa con los diferentes argumentarios conocidos para la venta de estos productos financieros. En la Audiencia Nacional la asociación 15-M pa Rato ha aportado uno de estos documentos, en el que destaca que los clientes no deberían tener acceso al argumentario utilizado por los empleados de Caja Madrid durante la comercialización: "No enseñar a los clientes", llega a asegurar el escrito, que tiene sobre su mesa el magistrado de la Audiencia Nacional Fernando Andreu.

Clientes indefensos

"Todo este sistema pone de manifiesto el modus operandi de la entidad Caja Madrid, hoy Bankia, la cual con el fin de cumplir sus objetivos no dudó en ofertar este producto a sus clientes más indefensos, sus clientes minoristas", destaca Chamorro, que considera que la entidad financiera era consciente de que nadie, en su sano juicio, hubiera depositado de forma voluntaria sus ahorros en ese producto de haber sabido las características y perspectivas reales del producto".

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