Ciencia

Izpisúa, el último científico español en sumarse al éxodo provocado por los recortes

Izpisúa, el último científico español en sumarse al éxodo causado por los recortes

Ibon Uría

Su fichaje hace una década fue motivo de orgullo para la Generalitat de Cataluña, pero ahora Juan Carlos Izpisúa abandona España por falta de apoyo político y financiero. Con él se van la mayor parte de proyectos del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona (CMRB), creado en 2004 por el tripartito catalán para promover la investigación con células madre. En estos diez años de trabajo, Izpisúa ha sido reconocido por Science como protagonista de uno de los mayores hitos científicos de 2013, la creación de "mini-riñones".

Las reacciones no se han hecho esperar. El portavoz de Sanidad del Grupo Socialista en el Congreso, José Martínez Olmos, lo ha calificado de "pésima noticia". Olmos ve en la marcha de Izpisúa una "sangría" intolerable que debería poner al Gobierno a "reflexionar" sobre el apoyo que presta a la ciencia. "Supone una pérdida de capacidad de innovación para España. No es un buen ejemplo para nuestros jóvenes", ha agregado.

Similares críticas se han oído este miércoles desde las filas de IU e UPyD: "Es comprensible que se vaya y una desgracia para la ciencia española", ha dicho el diputado de IU Alberto Garzón. "No es una opción política de este Gobierno invertir en I+D+i", ha afirmado por su parte Carlos Martínez Gorriarán, número dos en el Congreso de la formación de Rosa Díez.

Claro que en los últimos cuatro ejercicios los ingresos del CMRB se han reducido un 16,8%: de 7,24 millones de euros en 2010 a poco más de seis presupuestados para 2014. Y aunque el Gobierno central y la Generalitat aseguran que su marcha no tiene nada que ver con motivos económicos, –insisten en que se ha producido "de mutuo acuerdo"–, reconocen que el cambio de modelo previsto para el centro, que buscará a partir de ahora "un nuevo modelo basado en financiación competitiva", disgustó al científico.

Fuga de cerebros

El caso de Izpisúa, aunque llamativo por su prestigio como investigador, no es único. "Hay mucha gente que aquí no tiene ninguna posibilidad, que se ve obligada a irse fuera", dice José Manuel Fernández, portavoz de la Federación de Jóvenes Investigadores. Fernández denuncia que los recortes en ciencia desde el cominezo de la crisis económica superan el 40%. "No hay una apuesta decidida por la ciencia", subraya.

En la misma línea, Carlos Andradas, presidente de la Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE) recuerda que incluso en plena bonanza la inversión en I+D estaba lejos de la media europea: "En 2009 llegamos al 1,4% del PIB, mientras que la media europea superaba el 2%". Además, ve "cortoplazista" la política de recortes en ciencia y compara la situación de España con la de otros países en los que "se ha apostado por la ciencia como sector para salir de la crisis".

"Nuestro drama es que es difícil convencer a la clase política. En España nunca hemos apostado por la innovación, sino por el turismo, la construcción y los servicios –añade–. Los efectos de la desinversión de años pasados se notan ahora, y los de ahora se notarán en el futuro". En resumen, Andradas se lamenta de que los efectos de los recortes no se vean "en la misma legislatura", lo que convierte a la ciencia en un sector "donde recortar es fácil".

Los jóvenes, los más afectados

La oposición sella un acuerdo por la Ciencia con apoyo de científicos y rectores

La oposición sella un acuerdo por la Ciencia

Aunque no hay datos exactos de los investigadores que han salido de España en los últimos años, Andradas explica que "a través de responsables de equipos de investigación" tiene la percepcion de que "la gente tiene que marcharse" de España. ¿Los motivos? La oferta de plazas en universidades y organismos públicos de investigación está cerrada a cal y canto. "Los jóvenes terminan su doctorado con contratos temporales y después encuentran cerrada la posibilidad de seguir adelante", resume.

"Los contratos para jóvenes investigadores, como el Juan de la Cierva o el Ramón y Cajal han sufrido un recorte del 35%, y eso los deja sin opciones", subraya Fernández. No son los únicos damnificados. Aquellos investigadores con plaza fija, dice Andradas, han visto reducidos a la mínima expresión los recursos a su alcance. "Intentan conseguir fondos como sea y se quejan de la falta de medios para investigar" apunta.

En este contexto, el colectivo Carta por la Ciencia recuerda el pacto suscrito por todos los grupos de la oposición en el Congreso, que se comprometieron en septiembre a trabajar por una mayor inversión en investigación en España. Sólo el PP hizo caso omiso a las reivindicaciones de este grupo, que reclama un plan de financiación trienal, la reactivación de las convocatorias de plazas para investigadores, fondos para instituciones "clave" como el CSIC y medios adecuados para la Agencia Estatal de Ciencia e Innovación.

Más sobre este tema
stats