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Caso Gürtel

El PP usó cuatro fundaciones para falsear facturas por al menos 600.000 euros

José María Aznar y Esperanza Aguirre, en una imagen de archivo.

Alicia Gutiérrez/Tono Calleja

Cuatro fundaciones dependientes del PP aceptaron entre 1999 y 2004 facturas de la trama Gürtel por al menos 600.000 euros –100 millones de las antiguas pesetas– y que en realidad se correspondían con trabajos para el partido. Así se desprende de uno de los informes entregados el lunes por la Brigada de Blanqueo de la UDEF al juez Pablo Ruz y de otros documentos sobre una de esas fundaciones, la madrileña Fundescam, que previamente constaban incorporados a la causa.

La Policía considera acreditado que las pretendidas ONG del PP abonaron gastos del congreso nacional de 1999, de los regionales de Madrid, Extremadura, Castilla-La Mancha y Cataluña celebrados en 2002 y del que en 2004 aupó a Esperanza Aguirre a la cúpula madrileña del partido. Y que al menos los gerentes regionales de Madrid, Castilla-La Mancha y Cataluña estaban al tanto de la operación de desvío. La documentación que lo prueba permanecía oculta en una nave de Alcorcón donde el grupo de Francisco Correa guardaba algunos de los papeles más comprometedores para el PP.

Desde 2009 ya era conocido que Fundescam había asumido entre 2003 y 2004 facturas de las campañas de Esperanza Aguirre, así como de las generales y europeas por 307.000 euros. Pero que otras tres fundaciones del partido –FAES y dos de sus precursoras, Fundación Popular Iberoamericana e Instituto de Formación Política– participasen en los pagos sugiere que el falseamiento de facturas era una práctica habitual. Los congresos regionales de Madrid, Extremadura, Castilla-La Mancha y Cataluña, así como actos en Valencia y Vitoria, fueron sufragados en parte con fondos de esas asociaciones sin ánimo de lucro. De esa forma, y aunque la UDEF no analiza por qué se modificaban o falseaban las facturas, el PP no solo ampliaba su margen de maniobra sino, sobre todo, ocultaba al Tribunal de Cuentas a cuánto habían ascendido realmente los gastos del partido.

De las cuatro fundaciones examinadas por la Policía, la más señera es sin duda FAES. Mascarón de proa ideológico de José María Aznar, la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales aceptó 39 facturas emitidas por Special Events en vísperas de las elecciones autonómicas de Madrid de octubre de 2003 -los segundos comicios del año, repetidos tras el golpe de mano del tamayazo-. Cada una de esas 39 facturas plasmaba un importe idéntico: 1.230,76 euros. Según la Policía, se correspondían con reuniones con apoderados e interventores electorales de distintas zonas de Madrid. Pero en el concepto aparecía otra cosa: "Organización y montaje de escenario, luz, sonido y medios audiovisuales del curso Principios y Valores Constitucionales”.

La Policía sostiene que el falseamiento de facturas -el adjetivo "ficticias" se repite 12 veces en el informe- se hizo para dar "apariencia de veracidad" a los documentos. FAES, en cambio, sostiene que "ninguno de esos 39 actos se refiere a actividades de formación técnica electoral para interventores y apoderados".  En un comunicado difundido este martes, la fundación que preside el anterior líder del PP se reafirma en que las 39 facturas reflejan otras tantas actividades "de promoción de los valores democráticos y principios constitucionales con motivo del 25 aniversario de la Constitución española". 

Pero el falseamiento y la operación para "camuflar" gastos del partido comenzó varios años antes. Exactamente, en 1999. Constituida en octubre de 1993 y con José María Aznar como presidente, la primera fundación que asumió gastos orgánicos del PP fue la Popular Iberoamericana, que una década más tarde se integró en FAES. En marzo de 1999, y “siguiendo instrucciones de D. Luis Bárcenas, gerente nacional del partido”, Special Events giró contra la fundación una factura de 142.100 pesetas (854 euros de entonces) por el montaje de un stand en el XIII Congreso del PP. La factura fue modificada para que en el concepto no figurase ningún rastro partidario. Y, una vez corregida, llegó de nuevo a la ONG como derivada del “traslado de ponentes y participantes seminario Cartagena de Indias”, en Colombia.

Supuestas jornadas para el fortalecimiento institucional en Perú

En 2001, y sin que en el año electoral de 2000 se registrara un solo movimiento de camuflaje o falseamiento, la operativa se repitió. Por la Unión Intermunicipal Popular, celebrada los días 16 y 17 de enero de ese año en Valencia, Special Events libró contra el PP una factura de 12.598.441 pesetas (75.718 euros) que luego quedó encubierta como derivada de unas supuestas jornadas para el fortalecimiento institucional en Perú. Y así, dos veces más a lo largo del ejercicio: el cargo de 9.958.000 pesetas (59.849 euros) endosado originalmente al PP por un acto conmemorativo del primer año de Gobierno de la segunda legislatura de Aznar se convirtió en un seminario sobre las perspectivas energéticas de Brasil. Otro evento, realizado en diciembre de 2000, en Vitoria con motivo del día de la Constitución (1.914.000 pesetas) quedó oculto por la falsa compra de billetes de ida y vuelta a Lima para la fundación. Y, de nuevo, unos inexistentes pasajes a Caracas, Bogotá, Buenos Aires y Chile (sic) sirvieron de coartada para que la fundación pagase las 2.320.000 pesetas facturadas por Special Events por un acto del PP sobre el entonces controvertido Plan Hidrológico. En total, y computando las facturas de 1999 y 2001, la Fundación Popular Iberoamericana satisfizo pagos del PP por 161.871 euros de hace casi tres lustros.

El laboratorio iberoamericano de ideas del PP desapareció del mapa contable del conglomerado Gürtel para dar paso en 2002 a la siguiente fundación de la serie, el Instituto de Formación Política, que acabó también refundido en FAES un año después. Igualmente presidido por José María Aznar, el Instituto aceptó 12 facturas de Special Events por un monto de 89.212 euros. Todas, sin excepción, escondían bajo diversas fórmulas actos preelectorales del PP. Por ejemplo, la presentación del entonces candidato autonómico del partido en Castilla-La Mancha, Adolfo Suárez hijo. O el montaje de dos actos en Madrid –Menos impuestos, más empleo, que costó 7.668 euros de la época, y Nuestro compromiso con los autónomos, por el que la fundación pagó aún más, 10.109 euros– cuyos lemas reales fueron literalmente barridos de la factura para dar entrada a conceptos institucionales como la conmemoración del 25 aniversario de las primeras elecciones democráticas. En 2002, el Salario Mínimo Interprofesional se cifraba en 6.190,8 euros anuales.

Cuatro congresos

El congreso regional del PP extremeño, celebrado en septiembre de 2002 y en el que Carlos Floriano fue elegido presidente regional, también fue parcialmente sufragado con fondos del Instituto de Formación Política. Según la UDEF, la fundación asumió el 36% del coste total del congreso, lo que la llevó a pagar a Special Events 12.953 de los 36.061 facturados por aquel cónclave.

Pero ese no fue el único. Para el congreso de Castilla-La Mancha, y por indicación expresa del gerente regional del PP, Special Events cargó a Instituto de Formación Política 9.570 euros de los 49.412 en que la empresa de Correa cifró el coste.

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Documento interno de la trama 'Gürtel' que detalla las facturas del PP endosadas a Fundescam [PDF]

Por el de Cataluña, que tuvo lugar el 19 y 20 de octubre de 2002 en Barcelona, Special Events facturó 69.373,54 euros, aunque casi un tercio (22.041 euros) quedó como deuda pendiente. Pues bien, de lo efectivamente pagado (34.686 euros), casi la cuarta parte –11.315 euros– salieron de las arcas del Instituto de Formación Política. Como en Castilla-La Mancha, el “gerente provincial” del PP –el informe no especifica de qué provincia catalana– sabía que el presupuesto real eran 69.373 euros y no los 58.058 restantes tras descontar la parte pagada por la fundación.

En Madrid, fue mayor el porcentaje del congreso regional que ese mismo año sufragaron el Instituto de Formación Política y Fundescam, esta última la más prolífica de la serie en cuanto a abonar gastos del partido. La factura total ascendió a 39.666,79 (46.013 con IVA). Y el PP solo pagó con los fondos del partido el 34% del total: exactamente, 15.686 euros. El resto corrió a cargo del Instituto de Formación Política (9.316 euros) y, sobre todo, de Fundescam (21.009 euros), que abonaron esos gastos mediante facturas falsas.

En la factura de Fundescam, la Policía encontró una nota adjunta manuscrita. Y dice lo siguiente: “Es por la entrega a cuenta del Congreso Regional del 21-09-2002 y ha sido extendida con un concepto provisional el cual esta sujeto a ser modificado en su momento. Enviada a Beltrán Gutiérrez. Gerente Regional del Partido Popular de Madrid”. Beltrán Gutiérrez continúa hoy en su cargo.

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