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Galicia

Feijóo impulsa una reforma electoral para blindar su mayoría absoluta

Feijóo impulsa una reforma electoral para blindar su mayoría absoluta

Ibon Uría

El PP se ha quedado solo una vez más en el Parlamento gallego, pero sus votos han bastado este martes para que la cámara autonómica admita a trámite su propuesta de reforma electoral. Si los planes de los conservadores salen adelante, algo que da casi por seguro la oposición, la próxima legislatura habrá 61 diputados en lugar de los 75 actuales. Una medida que el presidente Feijóo justifica por la necesidad de recortar gastos y que PSdeG, BNG y AGE consideran un intento de blindar la mayoría absoluta del PP

La propuesta admitida supone reducir a 61 el número de diputados. El cupo fijo que elige cada provincia pasaría de 10 a 8, y los 29 escaños restantes se repartirían en función de la población de cada territorio. En el debate parlamentario, el portavoz del PP gallego en la cámara, Pedro Puy, ha asegurado que la medida no afecta a la representatividad y que "no alteraría" ningún resultado electoral previo. La medida, ha zanjado, tiene que ver con "la ejemplaridad" de los cargos públicos ante los ciudadanos en tiempos de crisis y con lanzar a familias y empresarios un mensaje de contención.

La oposición opina justamente lo contrario. El texto impulsado por el PP hace que las provincias rurales, Lugo y Ourense –feudos del PP–, ganen peso frente a Pontevedra y A Coruña. Extrapolando los resultados de 2012 a un parlamento de 61 diputados, los conservadores mejorarían sus resultados y las fuerzas más pequeñas saldrían perjudicadas. Y, por supuesto, los partidos que se quedaron fuera de la cámara, a los que unos 100.000 gallegos votaron en 2012, lo tendrían aún más difícil. Para PSdeG, BNG y AGE, la reforma es un traje a medida para que el PP conserve a toda costa su mayoría absoluta.

Sin consenso

Para José Luis Méndez Romeu, portavoz parlamentario de los socialistas gallegos, otra cuestión fundamental es la falta de consenso. "Las reglas de juego del sistema democrático se aprueban normalmente por consenso –asegura a infoLibre–, y ahora el PP no acepta ni sugerencias ni diálogo. Se está coronando en cuanto al rodillo parlamentario". En la misma línea, la viceportavoz de AGE, Yolanda Díaz, señala que es "poco usual" que un sólo grupo promueva una reforma "de esta entidad y carácter estructural": "El PP quiere conservar provincias con redes caciquiles para garantizar su mayoría absoluta", dice.

De aprobarse, Méndez Romeu explica que "se reduciría el pluralismo" y que "habrá más ciudadanos cuya opinión no vaya a estar presente en la cámara". Francisco Jorquera, portavoz parlamentario del BNG señala que aumentaría la "sobrerepresentación de los grandes partidos", la "desproporción entre el voto en las urnas y el parlamento", y calcula que sería necesario un 6% o un 7% de los votos para lograr un diputado, estimación que comparte Díaz. "En un momento de desgaste electoral, el recorte de escaños está pensado para ponerle al PP más barata la mayoría absoluta", concluye Jorquera.

En paralelo a las críticas a la reforma del PP, la oposición ha presentado planes alternativos. El PSdeG ha pedido una comisión para estudiar canales de participación ciudadana, revisar los gastos electorales y hacer obligatorio el uso de la cabina electoral. El BNG propuso una reforma basada en un sistema que elimina la barrera de entrada. Y AGE, entre otras cuestiones, pide un debate sobre listas cerradas desbloqueadas. Resultado: el PP ha rechazado todas las iniciativas. "Sólo quieren hablar del número de diputados", lamenta Méndez Romeu.

Ahorro insignificante

La reducción del gasto que esgrime el PP para justificar la medida tampoco convence a la oposición. "El pretendido ahorro es el 0,01% del presupuesto anual", dice el portavoz socialista, que recuerda que "se gastan 100 millones en publicidad y propaganda por legislatura frente a los 4 millones que se pretende ahorrar". "El ahorro es rídiculo en comparación con el coste de los más de 20 asesores de designación de Feijóo", destaca por su parte Jorquera. Díaz, más contundente, zanja la cuestión: "Un millón de euros –el ahorro anual que implicaría la medida– se lo ventila Feijóo en cualquier campaña publicitaria".

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La representante de AGE también plantea el debate en otros términos, y ve "peligroso" basar el valor de la democracia en los costes de la representación política. Además, considera que la cifra de 61 diputados propuesta por el PP es "arbitraria" y afirma que los planes del PP "caminan claramente hacia el fascismo". "El principio básico que debería imperar –añade– es el de 'un hombre, una mujer, un voto'".

Finalmente, si la cuestión es el ahorro, Jorquera menciona una larga lista de gastos que el BNG propone reducir o suprimir: "La administración periférica del Estado (Delegaciones y Subdelegaciones del Gobierno central) gastan 40 millones al año, las cuatro diputaciones gallegas, que apostamos por suprimir, 462 millones, y tampoco se cuestiona una cámara completamente inservible como el Senado ni lo que nos cuesta a todos la Casa del Rey", enumera. "Se puede racionalizar, pero de otra manera –sentencia–. Lo que intenta el PP a toda costa es fija la idea de que el estado autónomico es despilfarrador".

Frente a la crítica unánime, Pedro Puy (PP) ha defendido que no hay "pucherazao ni trampa" alguna en la reforma, y ha reiterado los argumentos de los conservadores. También ha censurado las propuestas de la oposición y en especial las del BNG porque, en sus palabras, la oposición busca impedir una mayoría del PP, lo que dificultaría un gobierno estable y "condenaría" al Parlamento gallego a una "sopa de letras", en referencia a una representación plural.

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