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Ley del Aborto

Los críticos en el PP con la Ley del Aborto piden cambios tras el cierre de filas en el Congreso

El ministro Gallardón durante la votación secreta en el Congreso.

De cara a la galería, el Grupo Parlamentario Popular, el Gobierno y el Partido Popular intentan vender la votación del martes a favor de mantener la reforma de la ley del aborto presentada por el Ministerio de Justicia como una muestra de unidad interna. Lo que no ocultan, en privado, es que el hecho de que la práctica totalidad de diputados del PP votaran en contra de la propuesta signifique que la división interna existente desde que el pasado 20 de diciembre el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, llevó su iniciativa al Consejo de Ministros, ha desaparecido. De hecho, ahora la presión es mayor.

Las fuentes consultadas por infoLibre subrayan que el martes se puso de manifiesto que los parlamentarios del PP son disciplinados y no dejan que una propuesta de la oposición agrande una herida interna que no deja de crecer casi a diario. Pero tras ese respaldo también ven la confianza de la totalidad del Grupo Parlamentario Popular en las palabras del propio presidente del Gobierno cada vez que señala que su intención es trabajar para que ese texto concite el mayor consenso posible. "Somos muy disciplinados, pero no tontos", resume un parlamentario.

De verbalizar en público este sentimiento se encargó este mismo miércoles la vicepresidenta del Congreso, y diputada del PP, Celia Villalobos en los pasillos de la Cámara baja. Antes de entrar al hemiciclo para asistir a la sesión de control al Gobierno, Villalobos manifestó que en la citada sesión votó "lo que tenía que votar". En este sentido, se mostró convencida de que si el debate hubiese sido con votación no secreta, ella y otros de sus compañeros habrían votado en conciencia.

No obstante, mostró su confianza en que esta polémica ley, tal y como está redactada, no llegue al Congreso. Es decir, que espera que se introduzcan cambios en el texto antes de que este sea remitido al Parlamento.

La vicepresidenta del Congreso ha sido una de las voces conservadoras más críticas con el anteproyecto elaborado por el Ministerio de Justicia.Ministerio de Justicia Nada más culminar las vacaciones de Navidad, el presidente del Gobierno convocó al Comité Ejecutivo Nacional en la sede del partido para analizar las prioridades del nuevo año. Cuando el tema de la ley del aborto se puso sobre la mesa, Villalobos pidió libertad de voto para cuando llegase a la cámara. 

Desde que se conoce el texto del anteproyecto, la de Villalobos no ha sido la única voz en contra. El extremeño José Antonio Monago es el barón que más férreamente se ha opuesto a la reforma llegando incluso a plantear al PSOE extremeño plantear una iniciativa conjunta en contra de la iniciativa. También han sido críticos el gallego Alberto Núñez Feijóo, el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera.En público toca sacar pecho

Ya dentro del hemiciclo, la votación en urna del día anterior fue uno de hilos conductores de la jornada. Independientemente de que tocase o no en la pregunta, los socialistas intentaban hurgar en la herida de la imposición de la disciplina de voto. Por el contrario, el Gobierno, sacaba pecho de la unidad exhibida.

Los conservadores saben que tienen un problema importante y de difícil solución entre manos pero creen que el martes sumaron una pequeña victoria después de que los socialistas, forzando una votación secreta, no consiguieran que de esta jornada saliera la imagen de un PP dividido.

El principal protagonista de esta reforma, el ministro Ruiz-Gallardón, tuvo que responder sobre las últimas manifestaciones contra su iniciativa legislativa. “Respetamos cualquier manifestación”, dijo. Y, a renglón seguido, mantuvo que el Gobierno, además de respetar las protestas tiene que actuar conforme al mandato de los ciudadanos y el mandato del Parlamento.

Cuando el ministro se refiere al mandato de los ciudadanos, alude al cumplimiento del programa electoral con el que el PP se presentó a las elecciones en noviembre de 2011. Y cuando se refiere al mandato del Congreso, quiere dar a entender que su texto, este mismo martes, recibió el aval de la cámara gracias a los votos de mayoría absoluta de su partido.

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En clave de argumentario para la opinión pública y para el resto de partidos, las palabras de Ruiz-Gallardón tienen sentido, según sostienen las fuentes consultadas. Lo que no compartirían es que el ministro hubiese interpretado la votación como un “cheque en blanco” para proseguir con el texto que presentó en el Consejo de Ministros sin introducir cambios.

"Ustedes no pueden vencer en las votaciones porque perdieron. Y ustedes lo único que intentaron ayer [por el martes] es dividir", respondió el ministro a la socialista Carmen Montón. "Les voy a dar las gracias porque ayer dieron nos dieron la oportunidad de demostrar que estamos por encima de las divisiones", insistió.

Prácticamente la totalidad del PP comparte que Justicia ha ido muy lejos con la supresión del supuesto de malformación del feto. También es compartida la idea de que con exigir el permiso paterno para que las menores aborten habría bastado.

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