El
Consello de la Xunta de Galicia ha aprobado este jueves un acuerdo con las constructoras del complejo de la
Cidade da Cultura por el que Copasa, Acciona y OHL acceden a rescindir sin indemnización los contratos de construcción de la parte aún no ejecutada:
de los seis edificios proyectados inicialmente no se levantarán dos.
A cambio, el Gobierno da a esas empresas de plazo hasta finales de año para que presenten algún proyecto para su explotación sobre las parcelas en las que iban a construir mediante una concesión para su uso de 35 años.
Con esta medida, según el
Ejecutivo de Alberto Núñez Feijóo, se dejarán de gastar de 150 y 170 millones, sin contar la inversión futura necesaria para mantenimiento y programación. La factura del complejo diseñado por el arquiteto Peter Einsenmann se eleva así a 295 millones, cuando el presupuesto inicial fijado en 1999, en el mandato de Manuel Fraga como presidente, era de 108.000 euros.