La Comunidad de Madrid quiere acabar con las manifestaciones en Sol

La Comunidad de Madrid quiere acabar con las manifestaciones y protestas en la Puerta del Sol. Este jueves, el Consejo de Gobierno del Ejecutivo regional ha pedido al Ministerio del Interior y a la delegación del Gobierno en Madrid, en manos de Cristina Cifuentes, que emita una valoración sobre la "reiteración de manifestaciones y concentraciones" en ese punto

El encargado de explica la posición de la Comunidad ha sido Salvador Victoria, consejero de Presidencia y Justicia y portavoz del Gobiernor regional: "Desde el máximo respeto al derecho de huelga, al derecho de manifestación constitucionalmente protegido, esa reiteración en un único punto de la ciudad como es la Puerta del Sol está ocasionando notables perjuicios a comerciantes, a turistas, a trabajadores, a empleados, a familias..." ha dicho.

Victoria ha afirmado que en ese punto concurren "una media de tres concentraciones o manifestaciones" diarias y ha añadido a renglón seguido que "Madrid es muy grande" y que se están ocasionando "graves perjuicios a la economía de la zona". "Hemos pedido a Delegación del Gobierno y al Ministerio del Interior que tome cartas en el asunto", ha zanjado.

Finalmente, ha incidido en que Interior debería velar porque "se respeten también los derechos del resto de los ciudadanos", y no sólo los de aquellos que se manifiestan. Manifestarse, ha dicho, es un "derecho constitucional" pero "el lugar de las concentraciones lo dispone el Ministerio del Interior". Victoria ha descartado que la concentraciones se produzcan en Sol porque es donde se encuentra la sede del Gobierno autonómico.

Lugar emblemático

A lo largo de los años, la Puerta del Sol ha sido el escenario de numerosas protestas contra los recortes, el terrorismo, la guerra y el Prestige entre otras cuestiones, además de convertirse en el emblemático epicentro del movimimiento 15-M. 

La primera ocasión en la que una gran manifestación terminó en la Puerta del Sol tuvo lugar con motivo del asesinato del expresidente del Tribunal Constitucional, Francisco Tomás y Valiente a manos de la banda terrorista ETA. Las concentraciones contra el terrorismo se repitieron en el mismo emplazamiento con motivo de la muerte de Miguel Ángel Blanco.

La guerra de Irak fue también congregó a muchos españoles que mostraron su repudio al conflicto. La Puerta del Sol se convirtió en testigo del "no a la guerra" en al menos dos ocasiones, el 15 de febrero y el 15 de marzo de 2003. Ese mismo año, varios centenares de miles de personas se concentraron al grito de "Nunca mais" contra el vertido del petrolero "Prestige". 

Un año después, los atentados del 11-M de 2004 movilizaron a los ciudadanos, quienes de forma espontánea hicieron una vigilia esa noche en la Puerta del Sol, se concentraron en señal de duelo en el mismo lugar y posteriormente se manifestaron allí contra el terrorismo y en protesta por la ocupación de Irak. 

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Ya a finales de 2006, miles de jóvenes se concentraron en octubre y en diciembre de 2006 en la Puerta del Sol convocados por la Asamblea contra la precariedad y por una Vivienda Digna en demanda de este derecho constitucional, y más recientemente, en 2010, los sindicatos CCOO y UGT convocaron manifestaciones en defensa de las pensiones y contra el retraso de la edad de jubilación.

El mismo lugar, pero por motivos diferentes, ha congregado numerosos actos a lo largo de la historia, el levantamiento contra la invasión francesa en 1808, que Goya inmortalizó en el cuadro conocido como "la carga de los mamelucos" en la Puerta del Sol, o la proclamación de la II República en 1931.

No es la primera ocasión en la que miembros del PP madrileño hacen referencia a posibles cambios en la Puerta del Sol. A finales de 2012, apenas tres años después de que el anterior alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón reformara por última vez la plaza con un gasto de 4,6 millones de euros, el Ayuntamiento de Madrid anunció su intención de instalar un quisco con terraza, veladores y árboles en el lugar. Algunos señalaron entonces que esa reforma podría responder a la intención de dificultar las protestas.