El Gobierno intenta dar carpetazo a la tragedia de Ceuta sin asumir responsabilidades

La tragedia de Ceuta, que se ha cobrado la vida de, al menos, doce inmigrantes, es un tema incómodo para el Gobierno. Pese a que sus integrantes se empeñen en negar la existencia de contradicciones a la hora de rendir cuentas, la sucesión de los hechos y los datos evidencian lo contrario.

Un día después de que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, compareciese ante la comisión correspondiente del Congreso de los Diputados para ofrecer explicaciones, la vicepresidenta del Gobierno las dio por buenas y las consideró suficientes. "Es una muestra de transparencia", llegó a decir al mismo tiempo que aseguraba desconocer la existencia de vídeos de la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en el momento de la tragedia. En la mencionada comparecencia en la cámara Baja, los grupos de la oposición fueron muy insistentes a la hora de exigir al ministro que no se guardarse ningún tipo de dato que pudiese después ser contrastado con nuevos vídeos o nuevas informaciones. La exigencia llegó al punto de reclamarle la asunción de responsabilidades políticas, incluso la dimisión, en el supuesto de que se llegase a demostrar que había mentido en sede parlamentaria.

"Desconozco los [vídeos] que hay y los que puede haber. La de ayer [por el jueves] fue una muestra de transparencia en un plazo muy breve de tiempo", respondió Soraya Sáenz de Santamaría en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

Consciente de la cascada de desmentidos y contradicciones en el relato de lo sucedido, la videpresidenta intentó trasladar la idea de que las explicaciones buenas fueron las de Jorge Fernández Díaz y que el resto de lo dicho desde diferentes instituciones era sólo provisional. "El ministro dio explicaciones cuando tenía un conocimiento exhaustivo. Lo demás eran explicaciones parciales", sostuvo. 

Paralelamente, eludió contestar a las preguntas sobre la destitución del director General de la Guardia Civil, que dijo que no se había disparado material antidisturbios en dirección al agua y que fue desmentido por Fernández Díaz en la citada comisión parlamentaria. Sí sostuvo que se había actuado "con proporcionalidad y respetando derechos fundamentales". Y reconoció "la labor que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado están haciendo en este ámbito".

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Otro de los mensajes que trasladó Soraya Sáenz de Santamaría  fue que, a su ententer, existen "deficiencias" en la aplicación de la Ley de Extranjería en el caso de Ceuta. Un texto normativo que, según recalcó no corresponde a su Gobierno, sino al anterior. "Se está aplicando la Ley de Extranjería, que en este punto tiene alguna deficiencia en su aplicación, pero se ha venido haciendo la aplicación del sistema del modo similar desde el año 2005, es decir que se están siguiendo los mismos criterios de actuación".

En este contexto, avanzó que Interior "está analizando no sólo la tragedia en sí, sino cuantas medidas puedan adoptarse para garantizar tanto la seguridad de las fronteras, como la adecuación de la regulación de las mismas y los procedimientos a las normas a las que España está obligada en el seno de la Unión Europea".

Un día antes, Jorge Fernández Díaz justificó que se devolviera a Marruecos a los 23 inmigrantes sin el preceptivo procedimiento administrativo por un "concepto operativo" de aplicación de la legislación en Ceuta: se "retrotrae" a la costa la línea imaginaria que separa las aguas marroquíes de las españolas, la delimita con agentes de la Guardia Civil y establece que mientras el cordón policial no se supere no se ha entrado en España. Basándose en ello, devuelve a los que han llegado a la costa como si no hubieran entrado en el país.