Aguirre apunta al “dedo divino” de Rajoy en la designación del candidato del PP de Andalucía

"¿Qué opinión le merece la solución que ha dado la dirección nacional del partido al relevo en el PP andaluz? Utilizando sus propias palabras puede decirse que ha actuado el 'dedo divino' de Rajoy?" Esta fue una de las preguntas a las que respondió Esperanza Aguirre en la mañana de este martes tras la rueda de prensa posterior al Comité Ejecutivo Regional del PP de Madrid, la formación que ella preside.

Sin entrar en más materia, su respuesta fue contudente: "Sí". 

Fue la propia Aguirre quien, en plena crisis por la sucesión en la formación andaluza alertó hace poco más de una semana del peligro de que al final del proceso triunfase el "dedo divino" a la hora de elegir al sucesor de Juan Ignacio Zoido. A su juicio, la solución estaba en que el protagonismo lo tuviesen los militantes. Unas declaraciones que molestaron especialmente a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que salió a defender que ella no tenía "nada de divina".

Cuando la presidenta de los conservadores madrileños se pronunció en estos términos, su formación vivía un acalorado debate interno entre los partidarios de que el futuro del PP andaluz fuese a parar a manos de José Luis Sanz –Cospedal– y quienes creían que no era el mejor candidato. En este último grupo se ubicaba al vicesecretario de Política Autonómica y Local, Javier Arenas. Al final, a última hora del pasado lunes, Mariano Rajoy intervino en el debate interno e inclinó la balanza a favor de quienes no veían a Sanz, alcalde de Tomares (Sevilla) y número dos del PP andaluz, como el hombre más adecuado para conseguir que la formación llegue a la presidencia de la Junta de Andalucía, una decisión que fue interpretada como una desautorización en toda regla de Cospedal y una victoria de Arenas, de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y de Jorge Moragas, el director del gabinete del presidente del Gobierno.

Más contenida de lo habitual en sus declaraciones, la expresidenta de la Comunidad de Madrid, restó importancia a sus manifestaciones de hace una semana y sostuvo que su intención por entonces fue la de señalar que, a su juicio, era importante que los afiliados del PP de Andalucía pudiesen expresar su voz. "Tengo el máximo respeto por el candidato. Yo, personalmente, soy partidaria de que hubiera más candidatos".

Tampoco quiso posicionarse sobre la situación en la que ha quedado la secretaria general del PP tras su gestión de la crisis del partido en Andalucía –"No soy quien para añadir nada", sostuvo–, ni valorar la última entrevista de Cospedal en la que habló de las "intrigas" existentes en el PP. "Yo comparto todo lo que dice la secretaria general. Supongo que si lo dice...", añadió mientras reconocía que no estaba muy al tanto de las acusaciones vertidas por la secretaria general del partido en El programa de Ana Rosa.

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Aprovechando que la cosa iba de candidatos, Aguirre, que había admitido el 'dedazo' de Rajoy en Andalucía, añadió que "los candidatos a ocupar las instituciones" los propone el comité electoral regional, si se trata de candidatos a comunidades y ayuntamientos, y decide el órgano homólogo nacional. Su declaración sonó a advertencia a la dirección nacional respecto a lo que puede ocurrir en Madrid dentro de un año, cuando tengan que empezar a perfilarse las lista de cara a las autonómicas y municipales. La batalla interna por el control de ambas instituciones se prevé muy complicada.

Existe el convencimiento en el PP de que la presidenta del partido en Madrid, que se apartó de la primera línea de la política hace más de un año, vería con buenos ojos concurrir como cabeza de lista al Ayuntamiento de Madrid si Mariano Rajoy se lo reclama.

Hecha la advertencia, la líder de los conservadores madrileños, alabó la labor que están desarrollando tanto el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, como la alcaldesa de la capital, Esperanza Aguirre. Y señaló que a día de hoy es pronto hablar de lo que pueda pasar dentro de un año puesto que su partido no tiene ni siquiera todavía candidato para las elecciones europeas, previstas para el 25 de mayo.