Entrevista

Elpidio Silva: “En España la corrupción sale gratis, en los juzgados nunca pasa nada”

El juez Elpidio José Silva, en rueda de prensa el pasado 23 de enero en Madrid.

Con La justicia desahuciada, Elpidio Silva ajusta cuentas. Pero no tanto con Miguel Blesa, el financiero cuya querella –secundada por la Fiscalía madrileña– sentará al juez en el banquillo en un proceso por el que se arriesga a ser inhabilitado. Las ajusta con un sistema judicial al que define como "trinchera del sumidero" y al que, vaciado "el concepto de responsabilidad política", se le envían los casos de corrupción "porque saben que ahí no va a pasar nada". "En España –dice Silva– la corrupción sale gratis". La entrevista se hizo el viernes 21 de febrero, un día antes de que anunciase que si finalmente se presenta a las elecciones europeas de mayo lo hará con el llamado "Movimiento Red".

PREGUNTA: En el libro usted ha ido dejando miguitas de pan, como las del cuento, sobre el banco de Miami que compró Caja Madrid. Menciona a Aznar, a su yerno, pero son solo eso: miguitas. ¿Las va a hilvanar?

RESPUESTA: Eso lo contaré y lo contestaré cuando escriba el libro sobre el caso Blesa para defenderme de las acusaciones de prevaricación. En el momento en que escribo La justicia desahuciada yo no estoy acusado de prevaricación y tenía por tanto deber de reserva.

P: Pero como ahora está acusado y ya no tiene deber de reserva podrá decir algo más, ¿no? En su libro emerge el nombre de la familia Mas Canosa, furibunda detractora del régimen cubano… Reseña la historia del caso Sintel.caso Sintel.

R: Detractores del régimen castrista, ¿eh? Porque en Cuba hubo un régimen anterior que fue el régimen de Batista.

P: Vale. Pero cuente qué es lo que hay en Miami. 

R: No, no, eso habría que explicarlo detenidamente, no se puede explicar en un corto espacio de tiempo y yo me lo reservo…

P: ¿Para otro libro?

R: Para otro libro sobre el caso Blesa y el caso Banco de Miami.

P:¿Para qué compró Caja Madrid, bajo el mando de Miguel Blesa, ese banco? 

R: No lo sabemos. Hay una parte ahí que hay que investigar a fondo.

P: ¿Y entonces menciona usted a Mas Canosa solo por casualidad?

R: Es una persona [Jorge Mas Canosa falleció en 1997; sus hijos continúan en su senda] relacionada con intereses que tienen que ver con personas que se mueven por allí que están conectadas con el PP. Qué tiene que ver con todo esto hay que investigarlo. A día de hoy, datos penales claros sobre esto por lo que me pregunta no hay. Lo que pasa es que lo que nosotros llamamos el espacio criminógeno en derecho penal hay que estudiar ese espacio ampliamente, ampliamente, para ver después dónde se colocan las alertas o indicios para que tengan sentido. Por tanto, el espectro de los intereses económicos de Miami, las manifestaciones de Mas Canosa ante la Cadena SER de que le apoyaba Aznar, la relación que pueda tener la compra del banco con todo esto, pues habrá que verlo, habrá que investigarlo.

P: Cuando usted declaró como imputado ante el juez que instruyó la querella de Blesa, a la que se sumó el fiscal, dijo que envió a Blesa a prisión no tanto por el riesgo de fuga como por el peligro de destrucción de pruebas. E introdujo el nombre de Alejandro Agag en ese contexto. ¿Qué elementos vinculan a Agag con el banco de Miami? ¿Algo relacionado con la empresa de armas que ofreció un contrato a Aznar? empresa de armas que ofreció un contrato a Aznar

R: No, sobre eso no me voy a pronunciar. Hay que esperar un poco.

P: ¿Al siguiente libro?

R: Hay que esperar: al siguiente libro, a cómo se van desarrollando los acontecimientos, y hay que ver qué va pasando.

P: Pero su sucesor en la instrucción de la causa…

R: No sé quién es. Porque ya no es Juan Antonio Toro [titular del juzgado de instrucción 36, que sustituía a Silva en la instrucción del caso Blesa]. El caso del banco de Miami cada vez se parece más a un parque que se visita para pasear, dado el número de jueces que circulan por allí… Uno espera que en una causa tan importante todo el aparato judicial tan caro como es el español que sea capaz de generar una cierta estabilidad, ¿no?, una cierta permanencia, pero no. Ahora ya hay otra jueza. No sé quién es. Es la cuarta magistrada. Otra sustituta.

P: ¿Qué tiene Miguel Blesa? ¿Por qué nada menos que el fiscal jefe de Madrid secunda su querella contra usted? También la red de Gao Ping planteó una querella contra el juez que los había enviado a prisión. La Fiscalía se opuso. Y el Supremo no la aceptó.

R: Esta es una querella política. Yo soy un represaliado político en términos claros, y habrá que ver la camarilla de personas que se mueven alrededor de la imputación. Desde luego estoy seguro de que estamos hablando de imputados cuyo nombre a día de hoy se desconoce. Porque Blesa es la punta del iceberg. Y el iceberg penetra en el mar. Claro, la gente que sabe que lo ha hecho mal sí sabe que lo ha hecho mal. Yo, no. Y usted, tampoco. Pero ellos, sí. Claro.

P: ¿Y no ha llegado el momento de que usted pase de las insinuaciones a las afirmaciones?

R: Ah, no, es que yo no lo sé esto. Hay que investigarlo. Yo no sé todo lo que está debajo. Todo, todo, no.

P: Pero en su libro, insisto, usted mete en escena a Aznar. Y a Gallardón, cuya "amistad con Blesa" menciona. ¿Qué significa todo eso?

R: Yo creo que las obras tienen que generar contextos explicativos. Por ejemplo, si digo que un barco va navegando no he dicho mucho. Si digo que va por un mar, ya he dicho que no es un río. Y si digo que es un océano, y que es el Pacífico y que la navegación es de cabotaje, ya sé que está a unas 50 millas de la costa. El contexto es muy importante. No solo cuenta quién es el piloto ni la tripulación.

P: O sea, que usted cree que debe dosificar la información.

R: Creo que hay que generar un contexto importante para que se entiendan los asuntos.

P: Usted, por ejemplo, llega a decir en el libro que abordó el caso con “un enfoque penal demasiado óptimo”. ¿No le preocupa proyectar una imagen de engreído o soberbio?

R: Cuando escribo que hice un trabajo óptimo lo hago porque es que es el trabajo que hice. Pocas veces tiene uno la oportunidad de repasar tanto lo que ha hecho. Fue un trabajo muy correcto y bastante óptimo. Y es de sentido común: si el trabajo hubiera sido malo, si todo estuviera mal, me habrían tirado la causa entera y punto. Cuando alguien lo hace tan mal no hay que liar este alboroto. Nadie lía este linchamiento si no tiene miedo de que se haya hecho muy bien. Es evidente. Blesa se ha expuesto mucho y también lo explico en el libro. Y me permito afirmar que la defensa de Blesa está muy desenfocada: está defendiendo a otro tipo de gente.

P: ¿A quiénes?

R: A otro tipo de gente. A Blesa no.

P: Pero, a ver, usted no puede decir eso y a renglón seguido afirmar que no sabe de quiénes está hablando, ¿verdad? Usted debe de tener un relato de hechos con final.

R: No tengo el relato completo. Pero creo que en el círculo indiciario de favorecidos por el banco de Miami debe de haber muchas personas. Y no las conozco a todas, claro.

P: ¿A alguna?

R: A las que están citadas en el auto de imputación.

P: Pero, siguiendo su razonamiento, esas estarían en la parte superior y visible del iceberg. ¿Y en la inferior?

R: No lo sé. Ahora, ¿por qué no penetra usted en lo que sabemos? Y lo que sabemos es que si uno ha ganado un recurso en la Audiencia no tiene sentido montarte este número y este amedrentamiento contra los jueces. Mire, todos los días se revocan autos. Por amor de Dios, toda la doctrina parot está revocada. ¿Y ahora qué? ¿A por todos los magistrados que la han aplicado? No, hombre, no.

P: O sea, que se reafirma en que su procesamiento es un aviso a navegantes.

R: Creo que como se instruyó bien había que tomar medidas. Blanco y en botella.

P: Entonces, ¿no admite ni una sombra de error? Mandó a Blesa a la cárcel sin que se lo pidiera la Fiscalía.

R: Estaría bueno que me lo tenga que pedir la Fiscalía. Había una parte personada que ejercía la acusación y me lo pidió.

P: Y la ley se lo permitía, quiere decir.

R: Por supuesto.

P: A usted le han impuesto una fianza de 60.000 euros. Y usted le impuso una a Blesa de 2,5 millones que pagó de inmediato. ¿Tiene alguna idea de cómo la depositó con tal rapidez, de dónde sacó el dinero?

R: No, no me dio tiempo a investigarlo. Y hay que investigarlo de cara a un posible blanqueo.

P: ¿Y sabe quién le paga su defensa o si se la paga él?

R: En parte se la está pagando con un seguro de Mapfre que pagó Caja Madrid.

P: ¿Me está diciendo que el abogado de Blesa lo paga la misma entidad que la gestión de Blesa hundió?

R: Creo que sí, que había una cobertura de seguro. Pero eso lo he leído.

P: ¿Pero a usted le consta?

R: No, no me consta. No lo he podido investigar. Pero no me parecería tampoco raro. Otra cosa es la fianza: tendría que explicar cómo la consiguió. Pero no me dio tiempo porque me quitaron de en medio. Yo iba rápido.

P: Usted cierra su libro con unos versos de César Vallejo: “Hay golpes tan duros en la vida”. Escuchándole, se diría que tendría que haber usado unos de Gil de Biedma: “¿De qué sirve, quisiera yo saber?”

R: Ja, ja, ja. Era un gran poeta Gil de Biedma.

P: No se escape. ¿De qué le sirve haber llegado hasta aquí, de qué les sirve a los ciudadanos?

R: Creo que los ciudadanos están hoy más cerca del estado de la cuestión de la justicia, tienen un relato para empezar a debatir o a contrastar, para empezar a comprender este universo caótico de la realidad judicial española, lo cual es un gran paso adelante pese a las grandes dificultades. Y a mí me ha servido para poner a prueba ante mí mismo mi integridad.

P: Pues pinta un retrato desolador de la justicia. Prácticamente solo ve de pelotas y trepas, algunos ángeles y muchos demonios.

R: ¿Sí?, ¿así lo ve? Puede ser, puede ser. Es triste pero… ¿Y qué podíamos esperar de un país que no ha tenido nunca poder judicial?

P: ¿Quiere decir que nos faltó la Revolución Francesa?

R: Bueno, no hubo revolución francesa en Alemania y hay justicia. Ni en Holanda, y la hay. Ni en Italia, y la hay. La Fiscalía italiana ha sentado a Berlusconi en el banquillo y lo ha condenado.

P: ¿Y eso aquí sería imposible, opina usted?

R: Algo más que imposible. Hay países que son capaces de ajustar cuentas entre el equilibro de poderes y sentar a una persona en el banquillo y condenarla y aquí no hacemos nada con nadie. Aquí nadie dimite. Aquí todo el mundo se permite el lujo de vaciar el concepto de responsabilidad política y mandarlo a esa trinchera de sumidero que son los juzgados. ¿Por qué? Porque saben que ahí no va a pasar nada. ¿Por qué no lo hizo Nixon? ¿Por qué no le dijo al FBI: "Mira, no me molestes más, cuando veáis que soy culpable venís, pero ya me vais dejando tranquilo”? ¿Lo hizo porque da todo igual allí? No, porque sabe que a la siguiente habría entrado un coche con lucecitas en la Casa Blanca y lo habrían sacado esposados. Aquí, no.

P: ¿Está afirmando que en España los corruptos se sienten impunes porque controlan el Poder Judicial?

R: Campan a sus anchas, claro, hay impunidad. Porque hay un 40% de economía sumergida, porque el sistema tributario no funciona, porque las grandes riquezas no son tocadas, porque donde hay tanta economía sumergida lo que hay es paraíso fiscal, porque esa economía sumergida significa una movilización de recursos ingentes que no es tocada por el Estado. Y eso es corrupción. Una economía que vive así vive en la corrupción.

P: En el caso de Caja Madrid no encontró usted ningún paraíso fiscal, ¿verdad?

R: El concepto de paraíso fiscal hay que revisarlo seriamente. Porque paraíso fiscal es aquel país donde no se controla lo que está pasando. ¿Qué, es más paraíso fiscal Suiza que España? Hombre, seamos serios. En cada uno de los estados de la confederación se sabe qué pasa. Aquí, no. Es que además lo ha dicho el ministro. ¿Qué es esto, qué pasa aquí?

P: ¿Qué va a hacer cuando lo condenen?

R: Eso es una opinión suya.

P: O un pronóstico. Muchos se lo temen.

R: Pero no es verdad, eso es imposible. El Supremo nunca confirmaría una sentencia de condena del Tribunal Superior de Madrid que tampoco la veo claro.

P: Si lo absuelven finalmente, ¿se podría concluir entonces que no es cierto que sea tan dantesco el panorama?

R: ¡Cómo no va a ser cierto si ya se ha conseguido apartar al juez! Y, perdone, me salvarán a mí a nivel personal, no a la justicia. A la justicia ya se le ha hecho un daño irremediable porque se ha cortado el ritmo de cómo yo investigaba. ¡Cómo no va a haber un daño a la justicia, por favor!. Como le decía antes, el caso ya va por el cuarto juez. O el quinto.

P: Me dijo antes el cuarto.

R: Bueno, donde hay cuatro puede haber cinco.

P: Por el caso Fabra pasaron nueve. El último fue quien terminó la instrucción. Y quien se quejó al Poder Judicial porque aseguraba que la Audiencia de Castellón le estaba presionando para que cerrase el caso. A los jueces de la Audiencia no les pasó nada.caso Fabra

R: ¡Vaya! Ese es otro tema: que salga gratis.

P: ¿Sale gratis?

R: Presionar, amedrentar…, la corrupción en España sale gratis.

P: Creía que en realidad iba a escribir un libro sobre los correos secretos de Blesa. ¿Por qué son secretos, por qué la Fiscalía se opone a su difusión y tanto la Audiencia de Madrid como el Tribunal Superior la prohíben?

R: Ya se lo decía al principio, que no hay quien lo entienda: si está todo tan mal instruido, si esos correos no sirven para nada, si no hay ninguna prueba contra este señor, si todo es un desastre y no pasa nada…

P: En su querella el juez instructor permitió la incorporación de dos correos. Referidos a Díaz Ferrán, ¿no?

R: No. De ninguno al final, no sé, no valía nada…, además, en la causa contra mí, el juez instructor incurrió en lo que podríamos llamar el trastorno adaptativo procesal, porque dijo que no se podían ver los correos, luego que se podían ver, luego que no, que sí y que no. Eso está documentado. Fue para adelante y para atrás varias veces. Sufre el trastorno obsesivo procesal…, el TOP, en vez de conductual, procesal.

P: ¿TOP? ¿Eso es un juego de palabras en referencia al temible Tribunal de Orden Público franquista?

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R: También. En el sentido de que estamos ante un juez que cambia de criterio inesperadamente y que tiene un comportamiento no democrático, propio de los tribunales de orden público. Hay una judicatura y lo explico en el libro que tiene un carácter prerrenacentista.

P: Habla de querella política. Y permítame ahora el juego de palabras pero sí que parece que al final entrará usted en política.

R: Si yo iniciara un trabajo como político sería porque lo pensara muy detenidamente, porque entendiera que prácticamente me lo exigen los ciudadanos –son miles los que me lo piden– y porque entendiera que puedo aportar algo ahí, porque a mí la política en general me produce bastante rechazo. He tenido todas las posibilidades del mundo para dedicarme a la política y lo rechacé en su momento. Si lo hago ahora es porque entiendo que tengo una función que prestar y por eso lo haría. Pero todavía no lo he decidido.

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