Debate del estado de la nación

El presidente hace de la herencia recibida el eje de su respuesta

Rajoy hace de la crítica a la herencia recibida su eje a la respuesta a Rubalcaba

Economía, economía y economía. El presidente del Gobierno está convencido de que su futuro político más inmediato tiene que ver con una mejora de los indicadores económicos, con que el ciudadano de a pie perciba en el bolsillo los datos positivos que ya ofrecen, según el Ejecutivo, algunos indicadores macroeconómicos. Con este principio como base llegó este martes a su segundo debate sobre el estado de la nación como presidente del Gobierno. Así ocurrió en su intervención inicial, plagada de datos económicos. Y en su réplica a Alfredo Pérez Rubalcaba.

No pasa inadvertido que, frente a la frialdad de las cifras, el líder de los socialistas había demandado a Rajoy que se pronunciase sobre los recortes, sobre educación, sobre sanidad, sobre política migratoria y sobre la reforma de la ley del aborto que planea el Ministerio de Justicia, en manos de Alberto Ruiz-Gallardón.

Haciendo oídos sordos, el líder de los conservadores no tuvo ningún reparo a la hora de volver a leer en el hemiciclo del Congreso de los Diputados los mismos datos que había esbozado en su intervención inicial. Todo ello, trufado de críticas permanentes a la herencia recibida.

Un año de cifras para el debate

Un año de cifras para el debate

Si se trataba de hablar de copago farmacéutico, los primeros en instaularlo fueron los socialistas, según las palabras del presidente. Si se hablaba de recortes en las pensiones, también fueron los socialistas los primeros en meter la tijera. Si se hablaba de subidas de impuestos, el copyright también lo tiene el principal partido de la oposición. Y si se hablaba de seguridad ciudadana, los socialistas también les habían marcado el paso en este terreno con una restrictiva ley de seguridad en el deporte con sanciones por encima de la Ley de Seguridad Ciudadana que tiene ya esbozada el departamento de Jorge Fernández Díaz.

"La demagogia es mala consejera. Bajó [el Gobierno del PSOE] el sueldo a funcionarios, recortó pensiones, quitó el cheque-bebé, ¿qué pasó con los 400 euros? Todo eso son decisiones suyas. ¿No es un recorte la deuda de 16.000 millones del sistema sanitario español? No le reprocho que haya tenido que tomar decisiones difíciles. Le reprocho la demagogia", subrayó el presidente del Gobierno. Por momentos, parecía que el presidente del Gobierno y el presidente del principal partido de la oposición habían intercambiado los papeles y que el que gobernaba era Rubalcaba y Rajoy el que pedía explicaciones.

En materia de política migratoria, el presidente del Gobierno echó en cara a los socialistas que no estén a la altura de las circunstancias y les reclamó altura de miras en este debate. De lo que no quiso hablar es del aborto. Y eso que Rubalcaba se lo había reclamado en más de una ocasión.

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