Debate del estado de la nación

El PSOE se abstendrá en las propuestas que piden una consulta legal en Cataluña

Alfredo Pérez Rubalcaba y Soraya Rodríguez, este miércoles 26 de febrero en el Congreso, en la segunda jornada del debate del estado de la nación.

El derecho a decidir vuelve a planear sobre PSOE y PSC. Aunque esta vez la noticia no estará en la división de voto, sino en la decisión de votar abstención mañana, una postura que hasta ahora no era nada pacífica en el PSOE. 

Hace un año, en el primer debate del estado de la nación de la legislatura, 13 de los 14 diputados del PSC (Carme Chacón no votó) apoyaron las propuestas de resolución de CiU e Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) a favor de comenzar un diálogo con la Generalitat para posibilitar la celebración de la consulta soberanista. El PSOE votó en contra. Por primera vez en treinta años de convivencia juntos, los socialistas catalanes rompieron la disciplina de voto.

Ahora, la jugada se repite en el segundo debate de la nación. Los convergentes registraron este jueves el mismo texto que el año pasado. Calcado: "El Congreso de los Diputados insta al Gobierno a iniciar un diálogo con el Govern de la Generalitat, en aras a posibilitar la celebración de una consulta a los ciudadanos y ciudadanas de Catalunya para decidir su futuro". Y ERC, que en 2013 presentó una propuesta algo más rupturista, suaviza este año los términos e imita la redacción de CiU: insta al Gobierno central a "negociar con las fuerzas parlamentarias de Catalunya y el Govern de la Generalitat para posibilitar la celebración de la consulta que, utilizando los mecanismos legales previstos, permita conocer la voluntad de la ciudadanía de Catalunya sobre su futuro político". La de ICV es algo más completa: además de empujar al Ejecutivo a dialogar con Cataluña para poder celebrar el referéndum, le pide que transfiera a la Generalitat la capacidad de convocar referendos, utilizando para ello el artículo 150.2 de la Constitución. O sea, lo que pactaron los promotores de la consulta y avalaron en el Parlament el pasado 16 de enero y trasladaron al Congreso

La semana pasada, después de que todo el Grupo Socialista apoyara una moción de UPyD en la que se rechazaba "tajante y expresamente" el proceso soberanista impulsado por Artur Mas, Alfredo Pérez Rubalcaba anunció que su partido no volvería a respaldar ninguna iniciativa sobre la consulta que no fuera previamente negociada. Ello anticipaba la abstención en los siguientes textos que llegaban a la Cámara. 

Y esa era la postura esta mañana, al término del debate del estado de la nación. La dirección del Grupo Socialista mantuvo un encuentro con los periodistas para explicarles sus 15 propuestas de resolución. Entonces, PSOE y PSC defendieron que se emplearían en "trabajar" para que su propia moción saliera adelante. Moción en la que demanda la creación de una subcomisión dentro de la Comisión Constitucional para abrir el diálogo sobre el modelo territorial de España. La dirección prometió que no entraría en los "juegos" de otros grupos que quisieran confrontar sin ofrecer "soluciones". Ese "no entrar en el juego" significa que el grupo, todo el grupo, votará abstención a las demás iniciativas relativas a la consulta catalana. Las propuestas de resolución se discuten y votan mañana jueves en el pleno del Congreso. 

"Ya está bien, ya está bien"

Sin embargo, esa posición, abstención, no era hasta ahora nada fácil ni pacífica. Precisamente por el tenor de los textos de CiU y ERC, en los que simplemente se apoya el derecho a decidir bajo los cauces legales y negociados, algo con lo que el PSC está de acuerdo y que, de hecho, ya votó a favor el año pasado. El PSOE, en cambio, está radicalmente en contra de la consulta, porque entiende que la soberanía nacional no es divisible. Más aún: en octubre pasado se produjo la segunda fractura de voto entre PSOE y PSC. La dirección del grupo, que en principio apostaba por la abstención para evitar la quiebra con los socialistas catalanes, al final tuvo que alinearse con UPyD –quien presentó la moción– por la presión interna y, singularmente, de los presidentes de Andalucía y Asturias, Susana Díaz y Javier Fernández. No obstante, a diferencia de lo que ocurrió en febrero de 2013, en esta última ocasión no hubo multas ni sanciones para los diputados díscolos

Los socialistas confiaban en que su propia propuesta sea aceptada por CiU, ERC e ICV. Pero los tres grupos consideran que se queda corta y es "tramposa", así que es previsible que todos los textos se voten en sus términos. Fuentes del PSC y de la dirección del grupo confirmaron esta tarde que "ya está totalmente decidido" que se optará por la abstención, en coherencia con lo pactado la semana pasada por Rubalcaba y el coordinador de los socialistas catalanes en Madrid, Albert Soler. Dicho de otro modo: PSOE y PSC votarán a favor de su propia iniciativa y se abstendrán en las de CiU, ERC, ICV y, desde el lado opuesto, la del PP, que pide un blindaje de la Constitución frente a Cataluña. UPyD no presenta esta vez ningún texto relativo al desafío secesionista. 

"Ya está bien, ya está bien. No podemos estar siempre con este asunto, caer en las trampas de unos y de otros, porque esto no resuelve nada", señalaba un destacado miembro de la dirección a este periódico que hace meses defendió que esa era la postura idónea, y que ahora ha triunfado. "Hay que tener en cuenta que estamos en otro contexto distinto al de hace meses. Que pasó la Conferencia Política, que el PSC se apartó definitivamente de la hoja de ruta soberanista...", apuntó otro integrante del equipo de Soraya Rodríguez. 

Sin embargo, parlamentarios del PSOE consultados por este diario consideraron "difícil de creer" que se pueda votar abstención en una cuestión tan sensible como el derecho a decidir. 

"Instruir" a los agentes ante la entrada de inmigrantes

Cataluña centrará una parte importante del pleno de mañana. Pero no en exclusiva, claro. Los grupos presentaron sus propuestas de resolución sobre distintas cuestiones, como inmigración, fiscalidad, reforma energética, libertades o aborto. Sin embargo, sólo las iniciativas del PP pasarán el filtro cómodamente, dada su mayoría absoluta. 

Así, el PSOE propone "respetar los derechos fundamentales de las personas inmigrantes", "instruyendo" a los agentes "sobre los procedimientos y actuaciones que deben seguir en relación con personas en situación irregular o que intenten acceder a territorio español". Los socialistas no hacen referencia expresa a la tragedia de Ceuta, porque creen que no se trata de un agujero en la Ley de Extranjería, sino un suceso que debe ser investigado. Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) demanda que se ponga fin a los controles basados en "rasgos étnicos y raciales" y que se cierren los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), así como acabar con las devoluciones en caliente. También aboga por informar a ACNUR ante cualquier entrada masiva de iante nmigrantes. El PP pide al Gobierno que impulse "medidas precisas" para adaptar las políticas a "la realidad de un fenómeno cambiante como es el migratorio", y le urge a defender "de manera rotunda" ante la UE la aportación de más medios para garantizar la seguridad en las fronteras.

Reprobación del Gobierno y derogación de la LOMCE

PSOE e Izquierda Plural también vuelven a reclamar la retirada de la Ley del Aborto de Alberto Ruiz-Gallardón, así como el enterramiento del anteproyecto de Ley de Seguridad Ciudadana de Jorge Fernández Díaz. Algo a lo que se ha negado el Gobierno, si bien el presidente ni siquiera se ha molestado a defender la norma en el debate del estado de la nación, pese a la presión de los grupos. 

IU-ICV-CHA reclama al Congreso que vote este jueves la reprobación de Rajoy y de todo su Gobierno "por situar a España en un retroceso económico y social y una involución democrática sin precedentes", y también por los casos de corrupción, con Gürtel-Bárcenas a la cabeza. 

La ley Wert une a varios grupos de la oposición. PSOE, Izquierda Plural, CiU, PNV y UPyD exigen, de una forma u otra, la derogación y retirada de la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa, que los conservadores aprobaron en solitario.  

La Assemblea Nacional Catalana fija el 23 de abril de 2015 como fecha de la independencia

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