La
Fiscalía de la Audiencia Nacional ha solicitado al juez Ismael Moreno que cierre el sumario que sigue contra
China por el genocidio que se habría producido en el Tíbet para que sea la Sala de lo Penal, órgano superior jerárquicamente al instructor, la que valore si procede llevar al
Tribunal Constitucional la reforma que limita la justicia universal.
En un escrito remitido este jueves, el fiscal Pedro Martínez Torrijos sostiene que procede "de forma urgente" acordar la conclusión de esta causa y su elevación a la Sala de lo Penal, a fin de que "
se pronuncie sobre la concurrencia de los requisitos" que motivarían o no su archivo o bien proceda a "adoptar la decisión que estime procedente en relación con la constitucionalidad de la citada forma".
Siguiendo el planteamiento que expuso este miércoles con el
caso Couso, la acusación pública recuerda en su escrito que el
sobreseimiento provisional de las actuaciones corresponde a la Sala de lo Penal, encargada del enjuiciamiento de los hechos, y no al juez instructor.
La limitación de la justicia universal, aprobada por Congreso y Senado a partir de una proposición de ley del Grupo Popular tramitada con carácter de urgencia,
obliga a que los procedimientos por genocidio o lesa humanidad tengan que dirigirse contra un ciudadano de nacionalidad española o extranjero que resida en España y cuya extradición hubiera sido denegada por las autoridades españolas. También será requisito imprescindible que exista una querella del agraviado o del Ministerio Fiscal.
El juez Moreno preguntó el pasado martes a la Fiscalía
si debe archivar las dos causas que instruye contra China en virtud del principio de justicia universal después de la limitación de la norma impulsada por el Grupo Popular en el Congreso, que entró en vigor el pasado sábado.
En la causa sobre el Tíbet, Moreno investiga el genocidio,
las torturas y los delitos de lesa humanidad que se habrían producido en los últimos cincuenta años y que habrían causado la muerte a un millón de personas. En el marco de esta causa están imputados los expresidentes chinos Jiang Zemin y Hu Jintao.
En febrero el juez ordenó
la detención del expresidente chino Jiang Zemin, el exprimer ministro Li Peng, el jefe de la seguridad china y responsable de la Policía Qiao Shi, el exsecretario del partido en el Tibet Chen Kuiyan y el exministro de Planificación familiar Peng Pelyun.
El titular del Juzgado Central de Instrucción número 2 también p
reguntó si debe archivar las investigaciones que sigue sobre el Holocausto nazi, en la que imputó a cuatro antiguos miembros del denominado Batallón de la Calavera de las SS; los vuelos de la CIA con parada en el aeropuerto de Palma; y la muerte en 2010 del ciudadano español Babi Hamdai Buyema en el campamento saharaui de El Aaiún.
La Fiscalía debe ya saber que para el PP la Constitución está al servicio de sus inicuos intereses. Que el PP ha decidido, porque le sale de los cataplines, que no haya separación de poderes. Vivimos en un puteo continuo. El puteo continuo de determinadas instituciones judiciales que, lejos de la separación de poderes propugnada por la prostituida Constitución, se arrodillan sumisas ante los espurios intereses de los políticos de turno, o dudan de las inicuas decisiones de un Ejecutivo-genocida-social. Es decir, lo judicial está, en gran parte, vendido al poder político. Ahí está el ejemplo de la justicia universal (ámbito exclusivo del poder judicial), machacada exclusivamente por la mayoría absoluta de un sólo partido político en el Parlamento (ámbito del poder legislativo) a instancias del partido que gobierna (ámbito del poder ejecutivo). Puteo que continuará, sin duda, DADA LA INDIGNIDAD DE ESTE CORRUPTO RÉGIMEN INICUO Y ANTICONSTITUCIONAL DE HECHO.
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