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Memoria histórica

Isabel de Palencia, la mujer que presentó la II República al mundo

Isabel de Palencia rodeada de periodistas en un viaje a EEUU en 1936.

MARÍA M. LANZA

Embajadora. Periodista. Traductora. Novelista. Inspectora de Trabajo. Política. Activista. Actriz. Y, sin embargo, su nombre continúa siendo desconocido para muchos. La malagueña Isabel Oyarzábal Smith (1878-1974), o Isabel de Palencia, tuvo una dilatada vida profesional que se vio truncada con la llegada del franquismo. En 1939 tuvo que huir, como otros tantos españoles leales al régimen legítimo, al exilio.

Estamos ante la primera mujer que ocupó el cargo de embajador de España. De una mujer que defendió y luchó por la II República en el extranjero cuando la mayor parte de los diplomáticos habían abandonado la causa para unirse al bando golpista. Estamos hablando de una mujer con valores firmes, valiente, que se atrevió a navegar sola en un mundo de hombres.

Cuando se cumplen 75 años del final de la guerra y del exilio de Isabel a México, Matilde Eiroa San Francisco, doctora en Historia Contemporánea y profesora titular de la Universidad Carlos III de Madrid, publica Isabel de Palencia. Diplomacia, periodismo y militancia al servicio de la RepúblicaIsabel de Palencia. Diplomacia, periodismo y militancia al servicio de la República, un recorrido por su trayectoria profesiona alejado de los aspectos más personales, que la propia diplomática volcó en sus dos autobiografías, Hambre de libertad y Rescoldos de libertad, la segunda a la espera de publicarse en castellano. La investigadora obtuvo el premio Victoria Kent por esta obra, editada por la Universidad de Málaga.

Una guerrera “en pos de la libertad”

La obra divide la actividad pública de Isabel de Palencia en tres campos: su papel pionero como representante de la República en el extranjero, su faceta de periodista y escritora y finalmente su lucha política, donde adoptó posturas socialistas: militó en el PSOE y UGT. Siempre se posicionó del lado de la mujer, de la infancia y de la causa republicana. En pocas palabras, la trayectoria de Isabel Oyarzábal podría sintetizarse como una lucha “en pos de la libertad”. Eiroa destaca lo representativo que resulta el uso de esta palabra en los dos títulos de sus autobiografías.

El marco jurídico y social que Isabel encontró para defender esta libertad fue la II República, que supuso un reconocimiento inédito en España de los derechos de las mujeres: “Ella fue la representante más visible de ese afán del Gobierno republicano por homologarse a los países más avanzados”, explica Eiroa. Isabel fue nombrada ministra plenipotenciaria a cargo de la legación española en Suecia en octubre de 1936 –estrictamente embajadas solo existían en las grandes capitales como París, Londres o Washington– pocos meses después de la sublevación militar que desencadenó la Guerra Civil. A sus 57 años, su función fue la de explicar, primero en este país y más tarde en los estados nórdicos en general, la situación política de la II República y la verdad de la insurrección rebelde. Su lealtad y su fe en un régimen democrático fueron inquebrantables, como demuestra su ingreso en 1933 en el Comité Nacional de la Asociación de Mujeres Antifascistas, presidido por Dolores Ibárruri.

Credenciales como corresponsal del Daily Herald. ANC (Cedida por M.Eiroa)

Miembro de varias asociaciones feministas y ecologistas y representante de la República Española en foros internacionales como la Sociedad de Naciones o la Organización Internacional del Trabajo, como periodista destacaron sus colaboraciones en El Sol o Heraldo de Madrid –que vuelve a estar en los quioscos en una edición especial–, así como por su puesto de corresponsal en Madrid del británico Daily Herald.

Una figura arrebatada por el franquismo

Su nieto, Carlos Alberto Palencia García, residente en México, recuerda que su abuela, una vez llegada a este país, continuó forjando su faceta más social y se rodeó de artistas como David Alfaro Siqueiros o Diego Rivera, marido de Frida Kahlo. Andrés Arenas, traductor de las dos autobiografías escritas por Isabel Oyárzabal en inglés, destaca además que continuó frecuentando a muchos intelectuales de la República que tuvieron que emigrar a México.

Isabel siempre anheló volver a su país natal pero su marido, Ceferino Palencia, no se mostraba tan dispuesto: “Mi abuelo siempre estuvo resentido por lo que sucedió en España. Escogió el país que lo acogió frente al que lo expulsó”, señala Carlos. Arenas destaca que Rescoldos de libertad, a la espera de publicarse en castellano, refleja el “ansía que sentía por volver” a España.

El último barco republicano

El último barco republicano

La autora de esta reciente biografía destaca que el franquismo arrancó a una mujer que perfiló el camino hacia el progreso y la modernización de la sociedad española. “Mientras que la República marcó la senda de las mujeres hacia la consecución de la dignidad como personas, el franquismo significó para la mujer volver a la sumisión, nunca poder estar en el texto, siempre en las notas al pie”. Carlos evoca cómo su abuela, a pesar de su avanzada edad, tampoco abandonó su lucha al otro lado del Atlántico: “Mi madre siempre me cuenta que aprendió mucho de ella sobre la mujer y la libertad. La ayudó a entender que había que superar la represión machista”. “Es muy probable que hoy fuéramos de otro modo –explica Eiroa– si todo el elenco de profesionales, intelectuales, creadores, profesorado, científicos y trabajadores en general que tenían claro en qué consistía el sistema democrático en los años 30 se hubieran podido quedar en España. El daño que ocasionó el franquismo prohibiendo a este enorme colectivo permanecer en el país es realmente incalculable”.

Isabel Oyarzábal fue una mujer todoterreno cuya figura no ha sido objeto de muchas investigaciones. Matilde Eiroa denuncia el retraso en los estudios de nombres propios de la democracia del 31. La investigadora lo achaca tanto al descontrol en los archivos históricos como a “la herencia del franquismo”, que dificulta rescatar los logros conseguidos durante aquellos años. Los papeles privados de Oyarzábal se encuentran en el Archivo Nacional de Cataluña (las fotos que acompañan este texto pertenecen al fondo Isabel Oyarzábal del ANC y han sido cedidas a infoLibre por Matilde Eiroa), comunidad con la que ella nunca tuvo nada que ver. La entidad se enteró de que México subastaba los documentos personales y decidió comprarlos. “¿A qué se dedica el Ministerio de Cultura? ¿Cuánto nos estaremos perdiendo?”, lamenta la historiadora.

Al ser preguntado por la postura que adoptaría Isabel de Palencia ante la situación actual de España, su nieto no tiene ninguna duda: “Mi abuela hubiera sido la primera en acudir a las plazas a armar borlote (bulla) para reivindicar esa libertad e igualdad”. Eiroa está de acuerdo: “Isabel hubiera estado en las Marchas de la Dignidad del 22MMarchas de la Dignidad del 22M”.

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