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Conflictos en IU

IU Madrid se acerca al fin de su larga guerra interna

Cayo Lara y Eddy Sánchez, líder de IU-CM, atienden a los medios en Leganés (Madrid), el pasado 19 de enero de 2014.

La paz interna en Izquierda Unida-Comunidad de Madrid (IU-CM), la segunda federación de mayor peso de toda IU, está ya definitivamente más cerca. Al alcance de la mano. En poco más de 24 horas, si nada se tuerce, la Presidencia Regional santificará el preacuerdo suscrito por las grandes familias, poniendo fin a una extenuante lucha intestina que se arrastró desde la última asamblea, en diciembre de 2012. Un pacto por el que la minoría, el 49% que perdió ese cónclave, consigue buena parte de sus demandas y, sobre todo, se integra en la Comisión Ejecutiva Regional, el órgano cotidiano de gestión. IU-CM, por tanto, está a punto de componer una dirección plural pilotada, eso sí, por el mismo coordinador, Eddy Sánchez. El consenso se plasma en un documento que mañana votará la Presidencia que, en su último borrador, consta de 13 páginas y al que ha tenido acceso infoLibre. Un texto que fue ultimado ayer en un encuentro a varias bandas.

De aquella IX Asamblea Regional salió una IU-CM dividida en dos mitades casi perfectas. Ganó el 51% de Sánchez, que a su vez alojaba a varias familias en su interior: el sector más próximo al portavoz en el Ayuntamiento de Madrid y excoordinador, Ángel Pérez; la dirección del Partido Comunista de Madrid (PCM), Izquierda Abierta, la corriente trotskista Redes y el núcleo bisagra capitaneado por Julián Sánchez Vizcaíno (de ahí su apodo, los vizcaínos). Y perdió el 49%, formado a su vez por dos grandes corrientes: Cambiar IU-CM (que obtuvo el 37% en el cónclave de 12%) y Frente Amplio (que representa el 12%). A partir de esa traumática asamblea, Sánchez dio vida a una ejecutiva monocolor, compuesta sólo por su 51%. Y ese fue el foco de todos los males. 

IU-CM, una federación tradicionalmente muy fragmentada, entró desde entonces en una envenenada espiral de ruido interno, en una dinámica de gobierno-oposición. Los problemas se fueron multiplicando: desde las cuentas –las dificultades económicas radicadas por las deudas con Hacienda y con la Seguridad Social–, la pelea por el liderazgo de Mujeres de IU-CM, la redacción de los estatutos, la forma de elección del candidato en la capital, el estallido del caso EMV de Rivas Vaciamadrid... Todo ello aderezado con resoluciones de los órganos de garantías regional y federal y con presiones por parte de la dirección federal de Cayo Lara, que empujaba hacia el consenso. 

Fractura dentro de la propia mayoría

Las conversaciones informales entre mayoría y minoría para intentar acercar posiciones comenzaron a últimos de 2013, pero ganaron fuerza a primeros de este 2014. Pero de camino se cruzó otro conflicto: la fractura dentro del propio bloque del 51%, a cuenta de la lista europea. Una parte del sector de Pérez y los vizcaínos –situados en la órbita del socialismo democrático– se separaron. Entre otras razones, por estas dos: no compartían la protesta airada que dirigió el coordinador regional contra el equipo federal de Lara por la confección de la candidatura a los comicios del 25 de mayo, ni tampoco la forma en la que el núcleo duro estaba conduciendo las negociaciones con el 49%. Al final, las diferencias se saldaron con una maniobra de Sánchez, que destituyó a mediados del mes pasado a su responsable del Área Interna, Carlos Gutiérrez. O sea, su número dos orgánico. 

El diálogo, no obstante, siguió. Los segregados de la mayoría –capitaneados por Gutiérrez– pidieron entrar en ese marco de conversaciones. Hubo plácet, con lo que se consiguió enderezar la negociación en los últimos días. El producto es el documento Una propuesta para la estabilidad y el relanzamiento de la política, que aún se está peinando y que deberá validar la Presidencia en la tarde de mañana jueves. Su parte mollar es la última, la que se refiere a la "normalización" de IU-CM y al guión de trabajo de los próximos meses, entre los que se encuentra la composición de la nueva ejecutiva. 

El texto subraya que "no es posible hacer política con el freno de mano echado", que no es posible dirigirse a la sociedad madrileña si la organización sigue "preocupada por sus conflictos internos". "Tenemos el deber y la obligación de superar la situación generada tras la última asamblea regional [la de diciembre de 2012] y avanzar con firmeza y respeto a la pluralidad por el camino del encuentro". La fórmula es superar la discrepancia "desde el diálogo, la búsqueda del consenso y la unión en la movilización social". Trabajar "construyendo acuerdos y no imponiendo números", desahuciando "la lógica de mayorías-minorías". 

La hoja de ruta se compone de ocho puntos en los que se nota la impronta del 49%. El más importante, obviamente, es el acuerdo para la ejecutiva de integración. Aunque todavía faltan por cerrar algunos flecos (el más importante, si se incorpora o no el sector de Gutiérrez), sí hay ya algunas cuestiones asentadas. De una cúpula de 30 miembros (incluido el coordinador) se pasará a otra de 20. El grupo de Pérez pondría cinco nombres, aparte de Sánchez; el PCM, dos; Izquierda Abierta, otros dos; Cambiar IU-CM, cinco; Frente Amplio, siete, y el núcleo segregado, tres. El 49%, por tanto, se hace con siete de las 19 sillas en juego (si se descuenta al líder).

Los nombres que circulan

La nómina de dirigentes no está acabada del todo, y tampoco el reparto de carteras, aunque todas las fuentes consultadas apuntan que el sector de Pérez mantendrá a Carlos Paíno (Organización), Lidia Fernández (Comunicación y Electoral), Raúl Calle (Institucional), Libertad Martínez (Relaciones Políticas) y Jesús Sainz. Por el PCM, se quedarían su secretario general, Daniel Morcillo –que previsiblemente retendrá la Coordinación de la Presidencia, el número dos en el escalafón–, y Raquel López, edil en el Ayuntamiento de la capital. IzAb, el partido que a nivel federal copilotan Gaspar Llamazares y Montse Muñoz, mantendrá a Yaiza García y Joaquín Martínez, concejales en Rivas y San Fernando de Henares, sus dos bastiones históricos.

Por Cambiar IU-CM entrarían Teresa Fernández, vicealcaldesa de Fuenlabrada (y esposa de Miguel Reneses, secretario federal de Organización); Miguel Ángel Gómez (para la cartera de Convergencia Social y Política); la exdiputada Carmen Pérez Carballo, el concejal en Madrid Jorge García Castaño, que podría hacerse cargo de Programas, y Miguel Ángel García, representante de Mejorada del Campo. Frente Amplio, la corriente cuya cara más visible es la parlamentaria Tania Sánchez, colocaría a dos personas: Pepa Merín, que suena para Área Interna, y Pedro del Cura, coordinador de IU en Rivas, que podría asumir Política Municipal. El grupo de Gutiérrez, mientras, presiona para conseguir cinco sillas en la ejecutiva, en lugar de las tres con las que cuenta. Si no hay una nueva oferta, este sector está dispuesto a quedarse fuera. "No estamos dispuestos a que se dé la mayoría a quien no la tiene, y por otro lado no tiene sentido que se den nombres sin saber las carteras. Lo hemos trasladado a todas las partes", confiaba ayer un miembro de este núcleo. La nueva dirección plural, previsiblemente, se reunirá por primera vez el viernes.

Los otros siete puntos del guión de trabajo son los siguientes:

  • Madrid ciudad. Era uno de los puntos más calientes. Una reivindicación histórica de la minoría es que el Consejo de Madrid ciudad sea el competente para decidir sobre su acción política, listas electorales y trabajo en el Ayuntamiento. Más simple: que la capital pueda decidir a sus candidatos en las municipales, sin interferencia de la dirección regional. En la mente de todos está el sainete previo a los comicios de 2007, cuando la ciudad designó en primarias a su representante, Virginia Díaz, y luego el Consejo Político Regional (CPR), el máximo órgano de poder de IU-CM entre asambleas, acabó situando a Ángel Pérez. En el documento, se rubrica que el Consejo de Madrid ciudad es "la única estructura competente para la designación de candidaturas y coordinación del trabajo político e institucional". El CPR se limitará a ratificar las listas.
  • Conflictos locales. El lío interno en Rivas Vaciamadrid va a ser la primera tarea que tenga que resolver la nueva ejecutiva. Aunque se llegó a un acuerdo suscrito entre la dirección regional, el alcalde, José Masa, y el coordinador local, Pedro del Cura, ese pacto aún sigue sin llevarse a término. Fuentes próximas a Del Cura lo achacan al "empecinamiento" del regidor, que se ha quedado "aislado". 
  • Áreas. Aquí está el conflicto por el liderazgo de Mujeres de IU-CM. El CPR no ratificó en febrero a la única persona reconocida por la Comisión de Garantías Federal, Sara Porras. El texto asegura que se reunirá una comisión para acordar la coordinación de esta área, la dirección y el documento político. 
  • Finanzas. Se crea una Comisión de Finanzas en la que estén presentes todas las familias de IU-CM, para llegar a una "gestión normalizada de los recursos" de la federación. 
  • Censos. Se da la vuelta a lo aprobado en la Conferencia de Organización y Estatutos del pasado octubre, en la que no participó el 49%. Ahora, se reconoce que el único censo de militantes existente es el que obra en poder de la dirección federal. 
  • Estatutos. Se crea una Comisión de Estatutos que se encargue de armonizar las normas regionales con las federales y que modifique aquello que necesite ser actualizado. Hasta que el CPR apruebe los nuevos estatutos, será esta comisión la que arbitre todo conflicto que pueda surgir. 
  • Convergencia. Se potenciarán los procesos de confluencia con actores sociales y políticos de la Comunidad, para tejer alianzas y lograr un programa participativo. 

La parte primera del texto contiene las cuestiones más puramente políticas. Así, IU-CM se plantea como primer objetivo construir una "alternativa política capaz de llegar a las mayorías sociales". Ello supone edificar una propuesta electoral "real, sólida, posible e ilusionante en todos los sentidos (discurso, ejes programáticos de gobierno, candidaturas y política de alianzas)", sin perder de vista la importancia de la movilización social. No hay que olvidar que las encuestas sitúan a la federación al alza, muy cerca del PSOE, y con la posibilidad real de que ambas puedan desbancar al PP en el Ejecutivo autonómico y en la Comunidad. 

De ahí que el texto reclame que IU-CM se prepare para un lugar "completamente nuevo", "capaz de hacerse cargo de tareas de gobierno con un programa solvente y transformador desde el día después de las elecciones". La federación sostiene que las políticas de alianzas se verán en su momento, pero en la cultura de la dirigencia madrileña no pasa por la cabeza ningún tipo de pacto con los conservadores. De hecho, apenas hay críticas a los socialistas de Tomás Gómez en el texto. Sí se señala su "debilidad" y se atiza el bipartidismo. De UPyD aflora la desconfianza, por su "ambigüedad permanente", que le permite "atraer voto desde diferentes sectores de las capas medias y populares". El acuerdo subraya asimismo el valor de las europeas para intentar situar a IU como segunda fuerza en varios municipios y para crecer en afiliación. 

El documento también llama a la importancia de erigir un bloque social y político –en línea con lo que intenta hacer la cúpula de Lara– y de hacer partícipes del programa a diversos colectivos, con la mirada puesta en un "cambio radical" en Madrid. Los ejes prioritarios son el derecho al trabajo no precario, la garantía de una vivienda digna y accesible, la defensa de los servicios públicos y la reversión de las privatizaciones, una reforma fiscal progresiva, políticas de igualdad de género, potenciación de la democracia participativa, "revolución ecológica" y recuperación de la memoria histórica. 

Los llamamientos a la movilización son constantes. IU-CM considera que es una tarea "central", ya que no basta con el trabajo institucional –en el que se siente "más cómodo el bipartidismo"–. Además, tras el "reflujo" de la contestación a finales de 2013, observa una mayor intensidad en este primer tramo del año, con las manifestaciones contra la contrarreforma del aborto y del 22-M en un lugar destacado. "Una solución a la crisis política e institucional democratizadora y favorable a los intereses de las clases populares sólo va a ser posible en una dinámica de movilización permanente, vinculando movilización y acción institucional". 

El 49% se da por satisfecho

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Hasta la Presidencia de mañana seguirán las conversaciones, pero la fruta está muy madura, como se vio ayer en la reunión a tres bandas, en la que participaron Eddy Sánchez, Libertad Martínez –por la mayoría–, José Luis Martínez Cestao, Pedro del Cura y Álvaro Aguilera (por el 49%) y Carlos Gutiérrez, Antero Ruiz y Carlos Girbau (por el sector disidente de la mayoría). La víspera, los dos bloques de la minoría dieron el visto bueno al acuerdo, aunque se oyeron voces que expresaban recelos y temores al consenso. 

"Es un claro avance en todos nuestros planteamientos", celebraban sin ambages desde el 49%. Desde el núcleo duro, silencio. infoLibre intentó contactar, sin éxito, con el coordinador, así como con distintos cargos de su círculo de confianza. 

IU-CM empieza una nueva etapa. Logra la paz interna apenas un año antes de unas elecciones municipales y autonómicas decisivas, en las que tiene todas las papeletas para convertirse en un agente fundamental para tumbar a una derecha cuyo poderío ya se empieza a resquebrajar.

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