Gallardón justifica liberar narcos: “España no es el gendarme del mundo”

El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, ha afirmado este martes, en referencia a la reforma de la justicia universal que en la práctica liquida la capacidad de los jueces españoles de investigar hechos delictivos en el extranjero y la consecuente liberación de narcotraficantes, que España no puede ser "el gendarme del mundo": "Si pretenden convertirnos en los gendarmes internacionales en aguas internacionales no puede hacerse", ha insistido.

El titular de Justicia ha respondido así a los senadores Antonio Julián Rodríguez (PSOE) y Joan Saura (Entesa). El socialista lo ha acusado de ser "un verdadero peligro" para la calidad democrática y de convertir la "impunidad" de los criminales en la verdadera marca España. "Váyase ya", le ha espetado. Saura, por su parte, ha tachado de "fiasco" la reforma de la justicia universal. "Su Ministerio va a ser el de la injusticia y la impunidad", le ha dicho al ministro.

Ante las críticas, Gallardón ha afirmado que la nueva norma se asemeja a las de "los grandes países civilizados del mundo": Alemania, Francia, Reino Unido y Estados Unidos. En esta misma línea, el ministro ha calificado de "perfectamente inútil" la justicia universal anterior a su reforma y ha preguntado si quienes a la modificación legal se oponen buscan acaso "ser los gendarmes del mundo única y exclusivamente para ponerse la chapa".

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Gallardón ha pasado por alto, sin embargo, la reciente puesta en libertad de varios narcotraficantes a consecuencia de la reforma que él mismo ha abanderado. Sin embargo, ha subrayado que "los narcos no están impunes", al tiempo que ha dicho que los tribunales españoles tampoco investigarían, por ejemplo, movimientos de droga entre extranjeros en un tercer país.

Hace dos semanas, el juez Andreu se vio obligado en aplicación de las nuevas condiciones impuestas por la reforma de la justicia universal a dejar en libertad a ocho marineros egipcios que habían sido detenidos en aguas de Almería cuando transportaban en un pesquero un total de 9,8 toneladas de hachís distribuidos en 450 fardos.

La oposición no se ha dado por satisfecha con estas explicaciones y han ahondado en las críticas al ministro, a quien han acusado de intercambiar derechos por "contratos suculentos" con China, Israel o Estados Unidos. También han denunciado que ahora los jueces están "atados de pies y manos", mientras que las actuaciones policiales son "estériles" gracias a la norma de los conservadores.