Memoria histórica

Franco o Suárez: un alcalde del PP apuesta para una plaza por el Generalísimo

Un alcalde del PP se niega a cambiar el nombre de la Plaza del Generalísimo por Plaza Adolfo Suárez

Un vestigio de la dictadura franquista vuelve a crear polémica. En este caso, la controversia se ha desatado en la localidad toledana de Segurilla, donde el alcalde Pablo Barroso (PP) ha rechazado a cambiar el nombre de la plaza del Generalísimo de la localidad tras una moción presentada por el PSOE local.

La propuesta se remonta al pasado 12 de abril, cuando el grupo socialista en el Ayuntamiento presentó una moción para sustituir el nombre de paza del Generalísimo por el de plaza de Adolfo Suárez. Según indicaban en el documento que se llevó ante el pleno, el PSOE pretendía conseguir dos objetivos: por un lado, eliminar "una referencia a la dictadura franquista, que es ilegal" y, además, realizar un homenaje a "la figura del primer presidente del Gobierno de la democracia, tal y como hoy la conocemos todos".

No obstante, el PP –que goza en el consistorio de una mayoría absoluta de 6 concejales frente a 3 de los socialistas– rechazó la moción. ¿El motivo? Según asegura la oposición, el regidor argumentó que "mientras él sea alcalde, el nombre de la plaza del Generalísimo no se va a cambiar, el alcalde que venga detrás si quiere, que lo cambie”. Barroso, sin embargo, asegura por su parte que la iniciativa presentada promovía homenajear a Suárez otorgándole su nombre a algún emplazamiento de la localidad, pero no sustituir el de la polémica glorieta.

El regidor, además, niega haber pronunciado las palabras que le atribuyen los socialistas, e insiste en que tanto él como su grupo municipal rechazaron el cambio de denominación porque la propuesta planteaba poner el nombre de Adolfo Suárez a una plaza –una medida que, asegura, apoya–, pero sin especificar cuál. "Hay que separar una cosa de la otra", remacha, y emplaza a los socialistas a que "si quieren que se abra el debate del nombre de esta plaza que lo presenten en otra moción". Los documentos, sin embargo, le contradicen: el título exacto de la iniciativa presentada es "Moción del Partido Socialista Obrero Español para el cambio de nombre de la plaza del Generalisimo por plaza de Adolfo Suárez".

"Los ayuntamientos tenemos que basarnos en el criterio del ciudadano", se defiende Barroso, que insiste en que la oposición debe presentar una propuesta "concreta" para que "el pleno se moje" y manifieste su postura. Preguntado por su parecer, el regidor se limita a señalar que, en caso de que se presentase –de nuevo– una propuesta para retirar el título de Francisco Franco del nombre de la plaza, su grupo municipal lo "estudiaría", y critica al PSOE local porque, a su juicio, busca "aprovecharse" de la memoria de Suárez para conseguir eliminar la alusión franquista del nombre de la plaza, algo para lo que, vuelve a señalar, habría que presentar "otra moción" más específica. No obstante, la que se debatió el día 12 es taxativa en este sentido.

La Ley de Memoria Histórica se cumplirá "cuando corresponda"

Pero la plaza del Generalísimo no es el único lugar del pueblo en el que hay reminiscencias de la dictadura. El propio alcalde –que niega que exista ninguna polémica entre los vecinos a causa del tema– relata que también existe una travesía José Antonio, en referencia a José Antonio Primo de Rivera, y reconoce igualmente la presencia en otra plaza de la localidad de un monumento a los "caídos por Dios y por la patria", según reza la inscripción, en la que también se nombra a José Antonio Primo de Rivera.

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Cuestionado por si estos símbolos vulneran la Ley de Memoria Histórica –que en su artículo 15 señala que "las Administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura"–, Barroso reconoce que "las leyes están para cumplirlas" y que "cuando las cosas maduren" se establecerá un debate en este sentido. No obstante, el alcalde asegura que aún no es el momento, y que la norma se cumplirá "cuando corresponda".

"Es una cosa que me preocupa lo justo", explica Barroso, que considera que "hay cosas mucho más importantes para favorecer el bienestar de los ciudadanos". No obstante, y a regañadientes, el regidor se moja –sin dar fechas concretas– y asevera que el Ayuntamiento tiene la "predisposición" de "valorar" este tema para entablar un debate en el que, incide, primará la opinión de la mayoría de los vecinos. En cualquier caso, Barroso aclara que cualquier tipo de cambio "hay que hacerlo con cabeza", y es ambiguo al señalar que no hay que "alargar en el tiempo" el tratamiento de estas cuestiones, pero tampoco "acelerar y provocar enfrentamientos en un pueblo que es muy tranquilo".

La interpretación del PSOE de Segurilla, sin embargo, es radicalmente diferente. En un comunicado, los socialistas han rechazado la "defensa a ultranza" que, a su juicio, hace el alcalde de la "no retirada de los símbolos franquistas", una negativa que, señalan, es producto del "miedo a cambiarlos por si su granero de votos se le echara encima".

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