El voto nulo y en blanco se dispara

Los ciudadanos que acudieron el domingo a votar depositaron en las urnas 647.528 papeletas nulas o en blanco (4,11%), según los datos del escrutinio oficial publicados por el Ministerio del Interior. Del volumen que esto representa da idea que la cifra equivale a los sufragios obtenidos por la Coalición por Europa (CiU, PNV y CC), gracias a los cuales han conseguido tres escaños en Estrasburgo.

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La cifra de voto en blanco aumentó un 62% en comparación con las elecciones de 2009. Hace cinco años fueron 220.471 las papeletas en blanco contabilizadas en las urnas. Ahora esa cifra ha aumentado hasta las 357.339. Todo ello sin contar los 115.308 sufragios que consigió la candidatura de protesta En Blanco, que elección tras elección trata de trasladar a escaños vacíos la desafección creciente de los ciudadanos.

Con todo, lo más llamativo es la evolución de los sufragios declarados nulos: entre 2009 y 2014 han aumentado un 192%. Esto quiere decir que el número de ciudadanos que han modificado o tachado las papeletas depositadas en las urnas, normalmente con la intención de hacer visible su protesta, se ha disparado. Hace cinco años fueron 99.380; el pasado domingo la cifra llegó a 357.339, bastantes más que los que consiguió la coalición Los Pueblos Deciden (Bildu y BNG) y que la han hecho merecedora de un escaño en Estrasburgo.

El porcentaje de votos en blanco, con ser elevado (1,39%), ha sido mayor en otras ocasiones, especialmente en elecciones municipales. Sin embargo, no existe precedentes en lo que se refiere a los votos nulos. El 2,29% alcanzado del domingo está muy por encima de cualquer cifra anterior (hasta ahora el récord estaba en las generales de 1982 y se había quedado en un 1,95%).