Elecciones europeas

Los líderes europeos buscan cómo ignorar al Parlamento y decidir el presidente de la Comisión

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Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE iniciarán la renovación de los altos cargos de la UE durante una cumbre extraordinaria que se celebra mañana en Bruselas, apenas dos días después de las elecciones a la Eurocámara, en las que el PP europeo ha obtenido la victoria pero con un fuerte auge de las fuerzas euroescépticas y de extrema derecha.

En virtud de esta victoria, el candidato popular, el luxemburgués Jean-Claude Juncker, ha reclamado la presidencia de la Comisión, pero no ha logrado de momento el apoyo de los socialistas y los liberales, imprescindible para conseguir una mayoría suficiente. Los presidentes de los grupos políticos de la Eurocámara se reunirán por primera vez este martes justo antes del inicio de la cumbre para tratar de acercar posturas y presentar un candidato común.

La rapidez en la convocatoria de la cumbre, orquestada por el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, permitirá en todo caso a los líderes europeos recuperar la iniciativa en la elección del sustituto de José Manuel Durao Barroso al frente del Ejecutivo comunitario. En su carta de invitación a los jefes de Estado y de Gobierno de los 28, Van Rompuy explica que el objetivo de la cumbre es "discutir los resultados de las elecciones y examinar qué podemos aprender de ellos". "Será muy pronto para decidir sobre nombres", resalta el político belga.

Van Rompuy espera obtener de los líderes europeos un "mandato" para negociar con la Eurocámara durante las próximas semanas el nombre del presidente de la Comisión. Según el Tratado de Lisboa, son los líderes europeos los que deben designar por mayoría cualificada al candidato al cargo de presidente de la Comisión, pero "teniendo en cuenta" el resultado de las elecciones a la Eurocámara. Después, el candidato debe ser confirmado en el Parlamento por mayoría.

Pero los grupos políticos de la Eurocámara han aprovechado este cambio para presentar por primera vez candidatos a presidir la Comisión, en un intento de personalizar las elecciones, movilizar más participación y aumentar el poder del Parlamento. Sin embargo, el principal rival de Juncker, el alemán Martin Schulz, actual presidente del Parlamento, se niega de momento a aceptar la victoria del conservador, ha puesto en duda los resultados, y ha anunciado que él también intentará lograr una mayoría en el Parlamento.

La falta de acuerdo entre los principales partidos de la Eurocámara, sumada a la baja participación que apenas superó el mínimo del 43%, allana el camino para que los líderes europeos descarten tanto a Juncker como a Schulz y busquen un candidato tapado alternativotapado, y la primera señal podría salir ya de la cumbre de este martes.

De momento, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, del PPE, ha dicho que no acepta a Juncker. También el primer ministro holandés, Mark Rutte, ha puesto en duda a los candidatos de la Eurocámara, mientras que el británico David Cameron ha filtrado que rechaza tanto a Juncker como a Schulz. Y la canciller alemana, Angela Merkel, también ha dejado claro en el pasado que no hay automatismo.

Desde hace meses se dice en Bruselas que la candidata preferida de Merkel es la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde. También se mencionan los nombres de los primeros ministros de Finlandia, Jyrki Katainen, o de Irlanda, Enda Kenny. O el de la primera ministra danesa, Helle Thorning-Schmidt, a la que se considera favorita de Cameron.

La renovación de cargos se concretará a finales de junio

En todo caso, la elección del nuevo presidente del Ejecutivo comunitario no se concretará hasta la cumbre del 26 y 27 de junio. Además, no se abordará aisladamente, sino que formará parte de un paquete de altos cargos de la UE. Ello obligará a los líderes europeos a tener en cuenta no sólo el resultado de las elecciones europeas sino también los equilibrios entre norte y sur, entre las diferentes familias políticas y también entre hombres y mujeres.

Además de al presidente de la Comisión, los líderes europeos tienen previsto designar en junio al Alto Representante para la Política Exterior, que sustituirá a Catherine Ashton (el favorito es el ministro de Exteriores polaco, Radoslav Sikorski); al nuevo presidente del Consejo Europeo, ya que el mandato de Van Rompuy expira el 30 de noviembre (puesto al que podría ir Juncker); y también al presidente a tiempo completo del Eurogrupo, cargo al que opta el ministro de Economía, Luis de Guindos.

Sesión constitutiva de la Eurocámara, el 1 de julio

El nuevo Parlamento Europeo salido de las elecciones celebrará su sesión constitutiva del 1 al 3 de julio, durante la cual se elegirá al nuevo presidente que sustituya a Schulz y a los vicepresidentes. En la actual legislatura, el PP europeo y los socialistas alcanzaron un acuerdo para turnarse en la presidencia dos años y medio cada uno. Durante las primeras semanas de julio se constituirán las diferentes comisiones parlamentarias.

La elección del presidente de la Comisión se votará en sesión plenaria el 16 de julio. El candidato necesitará la aprobación de la mayoría de los eurodiputados, es decir, la mitad más uno de los 751 que saldrán elegidos en mayo (un total de 376). El voto será secreto. En caso de que el candidato no obtuviese la mayoría necesaria, el Consejo Europeo, pronunciándose por mayoría cualificada, tendría un mes de plazo para proponer a un nuevo candidato.

Una vez elegido el nuevo presidente del Ejecutivo comunitario, los Estados miembros deberán designar durante el verano a sus respectivos comisarios. Se espera que el representante español sea el candidato del PP, Miguel Arias Cañete. El presidente de la Comisión es el responsable de distribuir las carteras, aunque el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha dicho que España aspira a la cartera de Asuntos Económicos o la de Comercio.

Durante los meses de septiembre y octubre, la Eurocámara examinará a los 28 candidatos a comisario durante una serie de audiencias públicas en las respectivas comisiones parlamentarias. Posteriormente, cada comisión parlamentaria se reunirá a puerta cerrada para evaluar las competencias y conocimientos del candidato. Esta evaluación escrita se enviará al presidente del Parlamento. En el pasado, estas audiencias han llevado a algunos de los comisarios designados a retirar sus candidaturas o a cambiar de cartera.

Una vez concluido el proceso, el presidente de la Comisión presentará al Colegio de comisarios y su programa en una sesión del Parlamento, que si no hay percances será la de octubre. Todos los miembros del colegio deben ser aprobados entonces por el pleno en una votación única. El nuevo Ejecutivo comunitario empezará así a funcionar, si no hay retrasos, el 1 de noviembre.

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