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Elecciones europeas

La razones por las que Podemos sí pudo

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, este lunes, en un parque de Madrid.

1.245.948 electores depositaron este domingo su confianza en Podemos. Fue, sin duda, la sorpresa de la noche electoral. El CIS le había dado un europarlamentario a poco más de dos semanas de la cita con las urnas. Y, este domingo, los más optimistas dentro de la joven formación –fue presentada hace cuatro meses e inscrita en el registro del Ministerio del Interior el pasado 11 de marzo– decían que conseguir tres parlamentarios era un excelente resultado. Al final serán cinco los representantes que Podemos mandará a Europa. 

Tras la resaca de resultados, llega la hora del análisis. Y de intentar explicar a qué perfil de votante ha convencido Podemos y por qué. Liderado por el profesor y tertuliano Pablo Iglesias, esta formación es vista por los sociólogos y politólogos consultados por infoLibre como el partido que, sin duda, mejor supo capitalizar este 25-M el voto de cabreo con el actual estado de cosas y la desafección cada vez más acusada al bipartidismo y el resto de partidos tradicionales y la reclamación de medidas que impulsen la regeneración democrática. A pesar de que sus principales líderes tienen largas carreras de militancia y carrera política –a la sombra de IU o en el asesoramiento de campañas en América Latina– se han presentado como lo que, al menos, eran hasta ahora: políticos no profesionales. Sirviéndose del escaparate mediático de grandes cadenas de televisión como Cuatro o La Sexta, pero también llenando mítines en campaña día sí y día también, Podemos ha logrado calar su mensaje de que son "los de abajo", los "engañados" a los que le robaron mucho y ahora lo quieren todo. 

01. el voto del descontento 

No hay dudas en este punto. Si alguien capitalizó este domingo el voto de la ciudadanía cabreada con el actual estado de cosas y la situación de descrédito general ante la política y los grandes partidos fue Podemos. Durante la campaña, la formación de Pablo Iglesias se esmeró en repetir propuestas como la limitación de los sueldos de los políticos o la cuestión de las puertas giratorias. De hecho, los candidatos de Podemos firmaron un documento por el que se comprometieron a no cobrar más de tres salarios mínimos españoles si resultaban elegidos como europarlamentarios. 

"Podemos ha tenido la habilidad de conectar con ese hartazgo ciudadano, con una situación de hastío que va más allá de los partidos que tradicionalmente han tenido opciones de Gobierno y que toca también a IU", analiza Lluis Orriols, doctor por la Universidad de Oxford y profesor de Ciencia Política en la Universidad de Girona. Es decir, las percepción es que IU y nuevos partidos como puede ser UPyD son percibidos ya por parte de la ciudadanía como parte de un sistema viciado en el que no se ven representados. Víctor Sampedro, catedrático de Opinión Pública y Comunicación Política, comparte análisis y cree que la formación que lidera Pablo Iglesias ha fraguado su éxito en la capacidad de detectar una situación de descontento que, a su juicio, tiene mucho que ver con un sistema de partidos que "ha dado la espalda a la población". "Podemos ha jugado a hacer otra política alejada de la heredada del régimen del 78. Sus miembros han identificado el término de casta –con el que definen a PP y PSOE, pero también a la élite económica y mediática– y ese término ha calado en la población, la gente ha identificado perfectamente a qué se referían", añade.

Aunque su programa electoral contenía propuestas que se pueden asimilar con la izquierda y sus miembros se definen sin tapujos como gente de izquierda, Podemos se ha posicionado desde su creación, hace solo cuatro meses, en el eje arriba-abajo. De hecho, hizo suyo uno de los lemas más repetidos en las protestas del 15-M: "somos los de abajo y vamos a por los de arriba". Y eso, a juicio de Belén Barreiro, expresidenta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), creadora del instituto demoscópico MyWord y una de las principales estudiosas de la participación electoral, le ha reportado buenos resultados. "Podemos entendió que la fractura fundamental que existe en la sociedad actual es la que hay entre elite y ciudadanía. Ese eje es casi tan potente como el tradicional izquierda-derecha y mucho más movilizador, pues en esa fractura se engloba la crisis del bipartidismo, la desafección hacia los partidos tradicionales...", analiza. 

Ignacio Urquizu, profesor de Sociología de la Complutense, recuerda que algunos de los impulsores de Podemos son gente muy formada en las ciencias sociales, con gran experiencia en este campo. "Imagino que ellos habían percibido un cierto estado de ánimo en la sociedad, una pérdida de esperanza... Y han aprovechado esa sensación cada vez más extendida entre la ciudadanía de que los políticos son parte del problema", analiza. 

02. La crisis de la izquierda 

No hay todavía ninguna encuesta post-electoral que ofrezca una panorámica sobre de dónde viene el voto de Podemos. El ámbito ideológico en el que se enmarcan sus propuestas (derecho a una renta básica, prohibición de los CIE, reconocimiento del derecho a decidir, auditoría ciudadana de la deuda, reducción de la jornada laboral a 35 horas semanales y la jubilación a 60 años, defensa de servicios públicos, endurecimiento de las sanciones por delito fiscal...) hace prever que la formación que lidera Pablo Iglesias haya arañado apoyos principalmente en PSOE e IU. Pero sus 1.245.948 votantes no se nutren sólo de desencantados con ambos partidos. 

El eje elite-ciudadanía al que se refería Barreiro atrae, a su juicio, a un electorado muy heterogéneo. "Podemos ha podido arrastrar votos muy variados. No creo que sea solo un producto de gente que ya votaba a la izquierda, que también. Ha podido captar apoyos de ciudadanos sin ideología, de nuevos votantes y de abstencionistas que se habrían quedado en casa de no haber existido esta alternativa", señala la expresidenta del CIS. "La defensa de un discurso transversal muy pegado a la crítica a la corrupción, a las puertas giratorias, a las malas prácticas de esta democracia y a la forma injusta en que muchos ciudadanos perciben que se ha gestionado esta crisis ha favorecido que Podemos haya picoteado en muchos sitios. Eso explica también que haya una distribución territorial muy heterogénea", asevera.  

Lluis Orriols, considera, sin embargo, que Podemos es un partido alimentado principalmente por la izquierda, al que se ha votado en clave nacional. Su caladero de votos, asegura, no está en la abstención, sino en la desafección hacia los partidos considerados de izquierda. "Da la impresión de que sus votantes no son gente desafecta con las instituciones europeas, sino con el sistema de partidos español, especialmente con PSOE e IU", señala.

Lo dijo Pablo Iglesias en una entrevista en El País dos días antes de las elecciones. "Sobre los votos de otras formaciones como La Izquierda Plural o Primavera Europea, nosotros estamos aquí para sumar, no para restar. Tenemos (...) nuestra mano está tendida para remar en la dirección de la defensa de la soberanía y de los derechos sociales". Aunque no fuera la intención con la que se forjó, los expertos consultados por infoLibre sí consideran que Podemos ha hecho daño a los partidos que están a la izquierda del PSOE. Especialmente a IU, con la que comparte buena parte del programa. La pregunta en este punto es por qué no ha conseguido la formación de Cayo Lara capitalizar todo el voto del descontento. A juicio de Orriols, la irrupción de Podemos demuestra que IU no ha sido capaz de rentabilizar la debacle del PSOE en su momento de mayor caída y cuando mucha gente que tradicionalmente ha votado socialista pideun giro hacia la izquierda. "IU no ha sabido conectar con la situación de hartazgo de la ciudadanía. Y una de las explicaciones a esta realidad es que es un partido que, para mucha gente, sigue siendo parte del problema y no de la solución", asevera Orriols.

03. La influencia de los movimientos sociales 

Es cierto que tuvieron que pasar casi dos años desde la eclosión del 15-M para que la idea de converger en un partido político ya no creara repulsión en los grupos que se crearon al calor de estas protestas. Entre tanto habían las mareas y otros colectivos sociales y de trabajadores profundamente defensores de los servicios públicos y contrarios a los recortes. El agravamiento de la crisis y la "injusta" forma de atajarla era la mejor excusa para mover ficha. Había disposición a apostar por la vía institucional sin dejar de lado la respuesta en la calle. Este hecho también convenció a Pablo Iglesias para dar el pasó según él mismo admitió en una entrevista en Público

Al final, Podemos se ha desvelado como la formación que mejor ha sabido rentabilizar ese estado de indignación y llevarlo a las instituciones. A eso le ayudó el hecho que sus integrantes conocen muy bien lo que es el 15-M porque fueron parte de él desde el inicio. "Podemos es la parte más ideologizada a la izquierda del 15-M. Sus discípulos más jóvenes militan en Juventud Sin Futuro y Democracia Real Ya –dos de los grupos impulsores de las movilizaciones de mayo de 2011–. No han jugado a identificarse con el movimiento porque ellos son parte del movimiento", señala Sampedro. Por otro lado, considera que Podemos ganaría fuerza si incluyera en su formación al Partido X (que apenas superó la barrera de los 100.000 votos y se quedó fuera del Europarlamento), al que identifica como "la parte más pragmática y digital del 15-M". 

04. La exposición mediática y la campaña 

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En Podemos no se cansan de repetir que era parte de la estrategia. Que haber fiado buena parte de su campaña a la exposición mediática de su líder –habitual en tertulias de La Sexta o Cuatro– fue una decisión colegiada encaminada a dar a conocer sus ideas y propuestas al gran público. Sin embargo, esta decisión acarreó también las críticas de los que consideraban que se estaba personalizando demasiado en la figura de Pablo Iglesias. Aunque es cierto que su cara se estampó en las papeletas electorales, en la mayoría de los carteles que pegaron en las calles –en paredes, no en vallas publicitarias ni farolas pues el presupuesto de la campaña fue limitado– el cabeza de lista aparecía junto los otros cuatro primeros candidatos, precisamente los que ocuparán escaños en Bruselas. 

"Es cierto que Podemos ha contado con un cierto apoyo mediático en tertulias y en otros medios en los que su llegada se recogió con simpatía. Este hecho es catalizador de su éxito, pero no lo explica por completo. Si hubiera conseguido sólo un escaño podríamos pensar que el resultado se debe a la influencia de un líder carismático. Pero no ha sido así. Lo de Podemos no es un bluf mediático", señala Orriols. Sampedro, por su parte, define a Iglesias no sólo con un buen comunicador. "Es una persona que sabe lo que quiere decir. No es un recién llegado. Lleva años preparándose y fogueándose en La Tuerka, la tertulia política que se estrenó en Tele K y que ahora se emite en Público TV. En Podemos han sabido entender que la televisión en un medio hegemónico y que la tertulia es un formato básico de la cultura política española. Además, hay que tener en cuenta que aunque él ha dado la cara su equipo ha estado siempre a su lado llevando las riendas. Se refiere Sampedro a Juan Carlos Monedero, profesor de Ciencia Política de la Complutense con amplia experiencia en la comunicación política, e Iñigo Errejón, que tiene amplia experiencias en el asesoramiento de campañas para líderes latinoamericanos. 

Podemos ha centrado buena parte de su campaña en la crítica a los  políticos de la "casta", Luis Orriols hace siguiente análisis. "El discurso de que no son políticos profesionales les durará poco. Eso lo cura el tiempo, es algo que solo pueden vender de momento. Políticos lo van a ser y tendrán que mancharse", analiza. Han hablado de casta y de privilegios. Eso les creará contradicciones. ¿Ya no están ellos dentro de la casta? Han dicho que su sistema es asambleario y su líder ya ha dicho esta mañana que apoyará a Alexis Tsipras [candidato a presidir la Comisión Europea por La Izquierda Europea]. ¿Se han reunido para decidirlo?", se pregunta Urquizu.

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