Los efectos del 25-M: IU debate elegir a su candidato a las generales en primarias abiertas

Izquierda Unida empieza a reaccionar tras el huracán Podemos del 25-M. Aun partiendo de la base de que obtuvo un óptimo resultado en las elecciones europeas –de dos escaños en 2009 a seis en 2014, de un 3,71% a un 9,99%–, fue consciente de que no había sido capaz de rentabilizar todo el malestar en la izquierda, parte del cual fluyó hacia la formación de Pablo Iglesias. Y cree que su debilidad no reside en el discurso, sino en los métodos. En la federación ha calado hondo que debe abrirse a una "mayor participación ciudadana", en particular en la elección de sus candidatos, y por eso se entiende que la extensión de las primarias será "imparable". Más aún, en la dirección de Cayo Lara se comienza a barajar el escenario de que el próximo aspirante a la Moncloa se elegirá por primarias abiertas a los simpatizantes, a imagen y semejanza de como se está haciendo ya en Andalucía, su territorio más importante. 

El equipo de Lara ya prometió en los días siguientes a las europeas que reflexionaría sobre los resultados y sobre su hoja de ruta a partir de ahora, con el objetivo de tener madura su respuesta en la reunión del Consejo Político Federal (CPF) –máximo órgano de poder entre asambleas, unos 200 dirigentes–, que se celebrará, previsiblemente, el próximo 28 de junio. Hasta entonces Olimpo, la sede federal, y las federaciones irán trabajando en las conclusiones. Ayer miércoles se produjo un primer encuentro entre el coordinador y su secretario de Organización, Miguel Reneses, con los barones territoriales. No acudieron todos –faltaron algunos importantes como los jefes de Madrid, Eddy Sánchez, o Comunitat Valenciana, Marga Sanz–, ni tampoco tomó decisiones, porque esa es la labor del Consejo y del órgano intermedio de dirección, la Presidencia Federal (70 miembros), que se reunirá este sábado, pero sí se escuchó un sentir compartido: que hay que "buscar nuevas fórmulas de organización y comunicación, y nuevos métodos para que haya una mayor participación" ciudadana, en palabras de un destacado cargo de la cúpula federal. Caminar hacia una "profundización democrática" y una mayor apertura, según tradujo uno de los asistentes. 

Durante la reunión de ayer en Olimpo, tomó la palabra el coordinador de Izquierda Unida Los Verdes-Convocatoria por Andalucía (IULV-CA), Antonio Maíllo, responsable de la federación de mayor peso y que además comparte el Gobierno de la Junta con el PSOE. Maíllo protagonizó una intervención "clave" para algunos dirigentes, en tanto defendió el proceso abierto la semana pasada por su dirección. IULV-CA aprobó la celebración de primarias abiertas para elegir a su candidato a la Presidencia del Ejecutivo andaluz, una fórmula "inédita" en la historia de la organización.

En los estatutos, primarias cerradas

Los simpatizantes que quieran participar deberán inscribirse antes del 21 de junio en las sedes de la federación o a través de la web. Con los militantes, podrán discutir en las asambleas de base, promover candidatos y, llegado el caso, votar en urna si hay varios aspirantes, un escrutinio que será vinculante para la dirección. Los candidatos deberán presentar, también antes del 21 de junio, un 5% de avales de los afiliados para poder competir. Por ahora, no hay más pretendientes que el propio Maíllo, aunque él mismo reclamó ayer en Madrid que concurran más. En IULV-CA insisten en que su propuesta estaba elaborada "desde hace un mes", porque su cúpula "tenía claro que la elección del candidato era una oportunidad de conexión con la gente de la calle". 

"Nosotros también estamos de acuerdo con lo que está haciendo Andalucía", señalaba ayer a infoLibre un cargo de primer nivel del equipo de Lara, reconociendo que por ese carril se canalizará el debate en las próximas semanas y meses. Desde la federación más importante de IU,un máximo responsable confirmaba esa apreciación. Aún habrá que buscar el conducto legal, para posibilitar las elecciones abiertas a simpatizantes para el nombramiento al candidato a la Moncloa, porque los estatutos federales de IU, en su artículo 90, sólo prevén primarias entre militantes en caso de que haya dos o más aspirantes. Eso fue lo que ocurrió, de hecho, en 2007, cuando los afiliados (y sólo los afiliados) pudieron optar entre el entonces coordinador, Gaspar Llamazares, y la rival promovida por el PCE, Marga Sanz, hoy jefa de Esquerra Unida del País Valencià (EUPV). 

"Tenemos base orgánica para hacerlo. Vamos a tener que hacer primarias abiertas a simpatizantes, y es positivo. Nosotros no nos hemos negado nunca", abundó este alto responsable del aparato federal. En realidad, IU ha ido dando largas a la celebración de votaciones abiertas, y de hecho no las implantó para elegir a su número uno para las europeas, adoptando un método confuso, desigual –cada federación remitía a Madrid su preferencia, según el criterio que cada una quisiera– y que sirvió de poco, porque al final la designación de Willy Meyer fue fruto de una componenda interna y un juego de equilibrios dentro de la propia mayoría que sustenta a Lara. El mismo coordinador despreció públicamente las primarias abiertas cuando el PSOE las fijó en su calendario en enero: son un "invento norteamericano", dijo, y que todos los ciudadanos puedan elegir al aspirante presidencial "no interesa a la gente". 

"Audacia" frente a línea "más conservadora"

El debate, sin embargo, ha acabado penetrando en IU en los últimos meses –había sectores que las demandaban y las hicieron incluso, como Izquierda Abierta–, y se ha instalado con mayor fuerza aún tras el 25-M. La federación es consciente de que los ciudadanos expresaron en las urnas un mensaje de renovación que logró capitalizar Podemos. Iglesias, de hecho, rechazó converger con IU porque esta rechazó celebrar primarias abiertas para elegir al número uno de la lista, con el argumento de que no podía imponer el método al resto de sus aliados en las europeas. El profesor y tertuliano fue elegido cabeza de cartel en unas votaciones que lograron movilizar a 33.165 ciudadanos. 

El análisis generalizado en la reunión de ayer, por tanto, fue que hay que abrir las puertas de IU. Pero partiendo de esa lectura común, algunos dirigentes consultados apreciaron una división en el cómo hacerlo. Algunas federaciones –Andalucía, EUiA (Cataluña), Galicia, Baleares o Cantabria– pidieron más "audacia". Otras, como Aragón o Asturias, apostaron por una hoja de ruta "más conservadora", menos aperturista. Lara, según varios asistentes, intentó equilibrar, sintetizar las posturas de unos y de otros. "Él sigue todo muy atento, pero luego ya sabemos lo que piensa. Apela al amor propio y al orgullo de la organización, pero no se da cuenta de que IU no es un fin en sí misma, sino un instrumento para cambiar las cosas", en expresión de un dirigente. Otro líder territorial apuntalaba este argumento: "Cayo no se cree esto de las primarias abiertas. Deja hacer a las federaciones, pero no hay un liderazgo federal, de Olimpo, no se valora el cambio de tendencia política. Necesitamos iniciativas osadas. El 25-M ha supuesto un fogonazo de luz, porque ha dejado ver nuestras fortalezas pero también nuestras carencias". 

En opinión de no pocos cargos, ahora se reproduce la discusión que ya estuvo presente en la tormentosa confección de la candidatura europea: la pulsión entre lo viejo y lo nuevo, entre los jóvenes y los mayores, entre quienes creían que la castellonense Marina Albiol era la mejor alternativa para encabezar la lista y aquellos que preferían la continuidad del veterano Willy Meyer. Al final, se impuso este, como quería el coordinador. Por eso algunos temen que en este ciclo abierto el 25-M vuelva a repetirse el esquema: que pese a las "buenas palabras y la retórica", gane Lara y su círculo más estrecho. "Ellos están enrocados y tienen el poder", lamentaba una fuente que ya dio la batalla para las europeas. "Hay que pasar del discurso a la realidad, de las palabras a los hechos. Quien no quiera ver lo que significan esos 1,2 millones de votos que han ido a Podemos, se equivoca. Son como un bofetón en el estómago", conviene uno de sus correligionarios.  

El acercamiento a Podemos

Otros barones consultados, no obstante, matizan esa interpretación y se centran en la "inercia generalizada" de que al 25-M hay que responder no modificando el discurso o el programa –eso no se cuestiona, es más, se valora el trabajo hecho en los últimos años–, sino cambiando las formas de actuación y comunicación. Porque Podemos, a ojos de los ciudadanos, ha aparecido como una formación más fresca y renovada, y más presente en los medios. IU, no obstante, ha venido quejándose del "apagón informativo" sufrido en la campaña. El propio Meyer se quejó de que no había "pisado ni Cuatro ni La Sexta", un contraste frente a la frecuente aparición de Iglesias en entrevistas y tertulias. "Es que también debemos aprovechar mejor esas ventanas. También hay que saber comunicar, y hay dirigentes que saben manejar bien el aparato, pero no trasladarlo hacia fuera. Daba gusto ver a Alberto Garzón [el joven diputado de IU por Málaga] en La Sexta frente a [José Luis Rodríguez] Zapatero", analizaba ayer uno de los convocados a la reunión. 

El grupo de dirigentes más prudentes sostiene que sí hay que "avanzar y mejorar", abrirse a la participación, aunque sin perder de vista "los programas, las ideas, los principios" y sin olvidar el papel protagonista de IU dentro de la izquierda. 

Las diferentes sensibilidades también se perciben respecto a cómo acercarse a Podemos. Todos coinciden en que es necesaria la convergencia, sumar para multiplicar, para configurar una opción "ganadora", que derrote al bipartidismo, pero unos creen que esa confluencia debe pivotar en torno a la federación, por su mayor peso, y otros que hay que actuar bajo premisas "más globales", desde un diálogo "no por arriba, desde las direcciones" de ambas fuerzas, sino "por abajo, desde la gente y con nuevas formas", y sin ver a Iglesias "como un enemigo, sino como una oportunidad". Izquierda Abierta, públicamente, ha insistido en la necesidad de configurar un frente amplio, donde IU "negocie", al no ser la única formación a la izquierda del PSOE. "Somos una fuerza que tenemos nuestra tradición pero que necesitamos renovación", dijo Llamazares la semana pasada.

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La dirección federal entiende que ha de encauzar las conversaciones "sin apriorismos, sin sectarismos, con humildad y con generosidad", teniendo presente la "responsabilidad" de IU como formación más grande y más estructurada. No obstante, pide esperar a cómo va cuajando la discusión de aquí al 28 de junio, fecha en la que probablemente el Consejo Político oficialice su llamamiento a la izquierda para seguir trabajando en un amplio bloque político y social. En la federación creen que el diálogo con Podemos será más sencillo por el trabajo conjunto en el Parlamento Europeo –los de Iglesias se integrarán en el Grupo de la Izquierda Europea y apoyarán a Alexis Tsipras como candidato a la Comisión– y por la confluencia en la calle, como en las manifestaciones por la Tercera República. 

Según aprecian varios responsables del equipo federal y de los territorios, el debate de fondo es la pertinencia de relevar o no a Lara al frente de la candidatura a la Presidencia del Gobierno. "Ya antes de las europeas se cuestionaba si Cayo es la mejor opción. Ahora hay aún más dudas", sentenciaba un importante coordinador ayer. La discusión es aún muy incipiente, y no aflora aún en reuniones oficiales, pero sí en los pasillos. Los colaboradores del coordinador niegan que exista un debate sobre nombres. Pero sí creen que debe abrirse pronto, "después del verano", la cuestión de la candidatura a la Moncloa. O sea, con mucho más margen a como se abordó la lista europea. "Puede que incluso tengamos al número uno a las generales antes de las municipales y autonómicas de mayo de 2015", indicaba un reputado miembro del aparato. Más tiempo necesario, sobre todo, si hay un método más participativo, como se espera.