Los 400 círculos de Podemos: de psicoanalistas a Fuerzas Armadas

"Espacios para terminar con el miedo, la fragmentación y la resignación, para construir la unidad popular y ciudadana, contra el empobrecimiento y el secuestro de la democracia". Así define Podemos en su página web los llamados círculos, las asambleas ciudadanas que sirven como foro de discusión y generador de propuestas e iniciativas del partido. Pero, ¿cómo se forma un círculo? ¿Tienen un número fijo de miembros? ¿Cómo toman sus decisiones?

El papel de los círculos –de los que ya hay 422 formados, 396 en España y otros 26 en el extranjero– fue una de las cuestiones más candentes de debate en el encuentro de estas asambleas ciudadanas celebrado el pasado sábado en la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Los asistentes al acto se encontraban divididos entre dos posturas: la de aquellos que abogaban por que las decisiones se tomen a través de delegados elegidos por los círculos y otra que apostaba por mantener el sistema de "un ciudadano, un voto", presente hasta el momento en algunas de las decisiones clave de Podemos, como la elección del grupo que organizará la asamblea fundacional del partido en otoño.

Entre los participantes en la asamblea que defendieron este segundo método, algunos se quejaron de que este modelo dejaría fuera a gente que no puede participar en los círculos y defendieron que ni siquiera está fijado cuántos integrantes deben tener los círculos o cómo deben tomarse sus decisiones, por lo que el modelo basado en estos colectivos no sería realmente representativo. Y, al menos en parte, llevaban razón, ya que desde Podemos no se ha delimitado ninguna estructura precisa para los círculos, si bien sí que existen recomendaciones para su funcionamiento.

Dos tipos de círculos

En este sentido, existen dos tipos de círculos: los que corresponden a una demarcación territorial y aquellos que se ocupan de un determinado tema. Entre los primeros los hay que abarcan distritos, barrios, comarcas o incluso ciudades enteras, si bien la cantidad de asambleas existentes en cada territorio influye a la hora de determinar la amplitud de estas. Y en este aspecto destaca Madrid, que cuenta con multitud de círculos que abarcan barrios o distritos de la ciudad –los de San Blas o el barrio de Salamanca, por ejemplo–, algo que no ocurre en otras grandes capitales como Barcelona, Valencia o Sevilla, donde los simpatizantes se concentran en una sola asamblea.

Los círculos temáticos, por su parte, son de lo más variado, ya que entre ellos se cuentan grupos relativos al empleo –como el de autónomos, el de desempleados o el de pleno empleo–, la salud –el círculo de sanidad, el de psicoanalistas o el de enfermeras, que avaló la candidatura que se enfrentó a la del líder del partido, Pablo Iglesias, para organizar la asamblea de otoño– o la defensa –el grupo de Fuerzas Armadas o el de Policía, cuya inauguración proclamó en Twitter el ex secretario general del SUP José Manuel Sánchez Fornet pero que todavía no ha sido incluido en la lista oficial–.

Seis tipos de tareas

Pero, ¿cómo se crea un círculo? Podemos explica en un documento que "la constitución de los círculos puede hacerse de dos formas: mediante una convocatoria pública, con la creación de un perfil en Facebook, o tras celebrar un acto de presentación de la Iniciativa Podemos". Su funcionamiento, sin embargo, no está tan claro, ya que sobre ello el partido sólo ofrece "ideas" y no un método fijo. En este sentido, se propone que las asambleas se estructuren en torno a un orden del día y no deban superar las tres horas de duración. "El modo de funcionamiento debería ser asambleario, con una persona que dinamice los turnos de palabra y los tiempos, y otra que se responsabilice de tomar un acta con los acuerdos adoptados", señala igualmente el documento.

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La búsqueda de consensos es otra de las iniciativas que proponen los promotores del partido a sus círculos. No obstante, hay excepciones, ya que "en caso de que en un tiempo prudencial no se alcance [la unanimidad], se propone optar por la votación por mayoría simple". ¿Y en cuanto a la estructura? De nuevo no existe nada prefijado, sino que sólo se ofrecen sugerencias, toda vez que se reconoce la capacidad de las asambleas para "organizarse como consideren que es mejor hacerlo, pensando siempre en simplificar las cosas lo más posible, y en ser un espacio amistoso para todo el que se acerque (y no sólo para los más activos)".

En todo caso, Podemos propone que los asistentes a las reuniones de los círculos se ocupen de seis aspectos: la portavocía, el contenido, la organización y la comunicación, los contactos con otros colectivos, la coordinación y las finanzas. En este sentido los portavoces, al ser los cargos con más preeminencia, están delimitados de manera más concreta que el resto, de los cuales tan sólo se enumeran sus funciones. Así, el partido propone que tres personas se ocupen de la portavocía en cada círculo, siendo "revocables en cualquier momento por la asamblea".

Y, ¿cómo se financian los círculos? Tampoco hay un método regulado, y en cuanto a las funciones de los encargados de finanzas tan sólo se señala que deben buscar fuentes de financiación y ocuparse del "control y publicación periódica en la asamblea de las cuentas del círculo". No obstante, Podemos ofrece dos ideas: la realización de campañas de crowdfunding y la celebración de actos y eventos, como charlas, fiestas o conciertos. Los círculos, además, pueden hacer uso de los fondos centrales del partido, si bien deben solicitarlo a la comisión de financiación de Podemos "especificando el objeto del gasto, su importe y los datos de contacto de la persona que gestiona los aspectos financieros del círculo". La decisión final, en este caso, estará en manos de esta comisión de financiación.